La voluntad de Dios es uno de los temas más importantes de la Biblia. Es la voluntad de Dios que nos salvamos y nos volvamos a él. 1 Pedro 3:9 dice: «No salvamos porque obramos bien, sino que Dios nos salva por su misericordia». La voluntad de Dios es que todos los hombres sean salvos y vengan a él. 1 Timoteo 2:4 dice: «Deseo que todos los hombres sean salvos y lleguen al pleno conocimiento de la verdad».
Qué dice la Biblia acerca de hacer la voluntad de Dios
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios» (Juan 3:16-18).
Jesús mismo dijo: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra«(Juan 4:34). En otro lugar, él oró: «Padre, no sea como quiero, sino como quieres«(Marcos 14:36).
La clave para hacer la voluntad de Dios, entonces, es saber lo que él quiere. Sabemos lo que él quiere porque nos lo ha revelado en su Palabra, la Biblia. Debemos leerla, meditar en ella, orar para que Dios nos dé discernimiento, y buscar la ayuda de otros cristianos maduros.
Una vez que sabemos lo que Dios quiere, debemos tener el deseo de hacer su voluntad. Hacer la voluntad de Dios no es una tarea fácil. A veces significa hacer cosas que no queremos hacer o dejar de hacer cosas que disfrutamos. Pero sabiendo que él nos ama y que tiene un plan maravilloso para nuestras vidas, podemos estar seguros de que vale la pena seguir sus mandatos.
Finalmente, debemos actuar para hacer la voluntad de Dios. Muchos cristianos saben lo que Dios quiere de ellos, y tal vez incluso quieren hacerlo, pero no lo hacen. Nosotros no somos perfectos, y a veces fallamos. Pero si pedimos perdón y continuamos avanzando, Dios seguirá usándonos para hacer su voluntad.
Qué dice en Romanos 12 2
Romanos 12:2 nos dice que debemos «renunciar a tomar nuestra propia venganza, sino dejar que la ira se venga sola; pues está escrito: ‘Mía es la venganza, yo retribuiré’, dice el Señor».
La idea general de este versículo es que debemos dejar que Dios se encargue de la venganza, y no tomarla nosotros mismos. Tomar nuestra propia venganza puede ser tentador, especialmente cuando nos sentimos heridos o injustamente tratados. Sin embargo, debemos tener cuidado de no tomar nuestra venganza en nuestras propias manos, sino dejar que Dios se encargue de ello. Dios nos dice que él es el único que puede tomar venganza de manera justa, y que debemos dejar que él haga justicia.
En primer lugar, debemos entender lo que significa «renunciar a tomar nuestra propia venganza». Esto no significa que debemos permanecer pasivos cuando nos atacan o nos hacen daño. Debemos ser capaces de defendernos y protegernos a nosotros mismos y a los demás. Lo que significa es que no debemos tomar la venganza en nuestras propias manos. Debemos dejar que Dios se encargue de la venganza. Él es el único que puede hacerla de manera justa.
En segundo lugar, debemos entender por qué debemos dejar que Dios se encargue de la venganza. La razón es que él es el único que puede hacerla de manera justa. Nosotros podemos ser capaces de tomar venganza de manera injusta, especialmente si estamos motivados por el odio o el deseo de hacer daño. Dios, por otro lado, siempre actuará de manera justa. Él es quien nos ha dado el mandamiento de «no matarás», y él es quien nos juzgará cuando cometamos pecado. Por lo tanto, debemos dejar que Dios se encargue de la venganza, en lugar de tomarla nosotros mismos.
En tercer lugar, debemos entender cómo debemos dejar que Dios se encargue de la venganza. El versículo nos dice que debemos dejar que la ira se venga sola. Esto significa que no debemos alimentar el odio o la venganza en nuestros corazones. Debemos dejar que Dios se encargue de ello. Si alimentamos el odio en nuestros corazones, sólo estaremos dañándonos a nosotros mismos. Debemos perdonar y dejar ir el rencor para que podamos seguir adelante con nuestras vidas.
En resumen, Romanos 12:2 nos dice que debemos dejar que Dios se encargue de la venganza. Debemos renunciar a tomar nuestra propia venganza, y dejar que la ira se venga sola. Dios es el único que puede hacer venganza de manera justa, y debemos dejar que él haga justicia. Si alimentamos el odio en nuestros corazones, sólo estaremos dañándonos a nosotros mismos. Debemos perdonar y dejar ir el rencor para que podamos seguir adelante con nuestras vidas.
Qué debo hacer para hacer la voluntad de Dios
Pablo escribe en Romanos 12:2 que debemos «no conformarnos a este mundo, sino transformarnos mediante la renovación de nuestra mente. Así podremos discernir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, aceptable y perfecto».
La Biblia nos enseña que Dios tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros (Jeremías 29:11). Él nos llama a vivir de acuerdo a Sus propósitos, y no a los nuestros. Pero, a menudo, nos cuesta mucho determinar cuál es Su voluntad para nuestras vidas. Sin embargo, podemos estar seguros de que, cuando buscamos a Dios de todo corazón, Él nos guiará (Proverbios 3:5-6).
Aquí hay algunas cosas que debemos tener en cuenta al buscar la voluntad de Dios para nuestras vidas:
- Oración: Debemos orar pidiendo a Dios que nos muestre Su voluntad para nuestras vidas. Debemos estar dispuestos a seguir lo que Él nos muestre, aunque no siempre sea fácil. (Isaías 30:21)
- Estudio de la Biblia: Debemos estudiar la Palabra de Dios para aprender más acerca de Él y de Su voluntad para nuestras vidas. Podemos encontrar indicaciones de la voluntad de Dios en toda la Biblia, no solo en una o dos partes. (2 Timoteo 3:16-17)
- Consejo: Debemos rodearnos de personas sabias que nos puedan aconsejar y guiar en la voluntad de Dios para nuestras vidas. Estas personas deben estar comprometidas con Dios y con Su Palabra. (Proverbios 15:22)
- Guía del Espíritu Santo: Debemos buscar la guía del Espíritu Santo en todo momento. Él mora en nosotros y nos ayudará a discernir la voluntad de Dios para nuestras vidas. (Romanos 8:14)
En última instancia, debemos tener cuidado de no buscar la voluntad de Dios en nuestras propias fuerzas. Debemos depender de Dios y de Su guía para encontrar Su voluntad para nuestras vidas. Él es fiel y nos guiará si confiamos en Él. (Proverbios 3:5-6)
¿Cuál es la voluntad del Padre según la Biblia?
La voluntad del Padre, según la Biblia, es que todos los seres humanos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. (1 Timoteo 2:3-4) Desea que nadie perezca, sino que todos lleguen a arrepentimiento. (2 Pedro 3:9) Él no quiere que nadie vaya al infierno. (Ezequiel 18:23, 32; 33:11) La voluntad del Padre es que todos vivan en paz y en tranquilidad, que sean libres de toda maldición y que tengan abundancia de bienes materiales. (1 Timoteo 2:1-2) Desea que todos los seres humanos sean llenos del amor de Dios, (Efesios 3:19) tengan plena confianza en Él y vivan una vida de santidad y de obediencia a Sus mandamientos. (1 Juan 5:2-3)
La biblia nos dice que debemos hacer la voluntad de Dios, y esto es especialmente cierto en el contexto de la oración. Debemos orar con el propósito de hacer la voluntad de Dios, y no nuestra propia voluntad. Si hacemos esto, entonces Dios nos oirá y responderá a nuestras oraciones de acuerdo a Su voluntad, que es perfecta.