No por Obras para que Nadie se Glorie Explicacion

El apóstol Pablo escribió en la carta a los Efesios 2:8-9: «Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.»

Pablo aquí está enfatizando que la salvación es un don gratuito de Dios, que no se puede ganar a través de nuestras propias acciones. Esto es en contraste con la enseñanza de muchas otras religiones, que sostienen que la salvación se puede lograr a través del mérito personal o el cumplimiento de ciertas obras.

Pablo está de acuerdo en que las obras son necesarias, pero solo después de que una persona ha sido salvada. Las obras no son lo que nos salva, sino una consecuencia de estar salvados. Seguir a Cristo y vivir de acuerdo a su voluntad es una elección que todos los creyentes deben hacer, pero esto no es lo que nos gana la salvación. La salvación es un don gratuito de Dios a aquellos que le piden y lo aceptan mediante la fe.

Donde dice la Biblia que no es por obras

La Biblia no dice explicitamente que las obras no cuentan para la salvación, pero hay versículos que apoyan esta idea. En Tito 3:5, Pablo escribe que el hombre es justificado «por la gracia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, por medio de la fe». Y en Efesios 2:8-9, Pablo escribe que la salvación es «por gracia…porque por gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe».

En otras palabras, la Biblia enseña que la salvación es un regalo de Dios que se recibe por la fe, y no por las obras. Esto es enmarcado en el contexto de la justificación, que es el acto de Dios de declarar justo al pecador en Cristo. La justificación es completamente de Dios y no tiene nada que ver con las obras del hombre.

Cuál es el significado de gracia

La gracia es la acción de dar o hacer algo bueno sin pedir nada a cambio. A menudo, la gente usa la palabra «gracia» para describir la ayuda o el beneficio recibido de alguien más. La Biblia usa la palabra «gracia» de una manera muy especial. La gracia es el beneficio recibido de Dios, que es completamente diferente de cualquier ayuda o beneficio recibido de cualquier otra persona. La gracia es el don de Dios de darnos todo lo que necesitamos para ser salvos, a pesar de que no lo merecemos. La gracia es la fuente de nuestra esperanza y nuestra salvación. Sin gracia, no podemos ser salvos. La gracia es un don de Dios que debemos aceptar por fe.

La gracia es el beneficio recibido de Dios, que es completamente diferente de cualquier ayuda o beneficio recibido de cualquier otra persona. La gracia es el don de Dios de darnos todo lo que necesitamos para ser salvos, a pesar de que no lo merecemos. La gracia es la fuente de nuestra esperanza y nuestra salvación. Sin gracia, no podemos ser salvos. La gracia es un don de Dios que debemos aceptar por fe.

La gracia es el beneficio recibido de Dios, que es completamente diferente de cualquier ayuda o beneficio recibido de cualquier otra persona. La gracia es el don de Dios de darnos todo lo que necesitamos para ser salvos, a pesar de que no lo merecemos. La gracia es la fuente de nuestra esperanza y nuestra salvación. Sin gracia, no podemos ser salvos. La gracia es un don de Dios que debemos aceptar por fe.

La gracia es el beneficio recibido de Dios, que es completamente diferente de cualquier ayuda o beneficio recibido de cualquier otra persona. La gracia es el don de Dios de darnos todo lo que necesitamos para ser salvos, a pesar de que no lo merecemos. La gracia es la fuente de nuestra esperanza y nuestra salvación. Sin gracia, no podemos ser salvos. La gracia es un don de Dios que debemos aceptar por fe.

Qué quiere decir que somos salvos por gracia

«Porque por gracia sois salvos, mediante la fe. Y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloree. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas»

Efesios 2:8-10

La Biblia enseña claramente que la gracia es la fuente de nuestra salvación. La gracia es el favor de Dios hacia nosotros, que nos da la opción de tener una relación salvadora con Él a pesar de nuestras muchas rebeliones y pecados. La gracia es la razón por la cual podemos ser salvos, y la gracia es un don de Dios, que no podemos merecer o ganar. La gracia es lo que nos da la fe. La fe es simplemente el acto de confiar en Dios y en Su Palabra. No es algo que podemos hacer por nuestra cuenta, sino que es un don de Dios también. No podemos confiar en Dios porque somos buenos o porque creamos las cosas correctas. Solo podemos confiar en Él porque Él nos da la gracia de hacerlo. Mediante la fe, somos salvos. No somos salvos porque hayamos hecho las cosas bien o porque hayamos ganado el favor de Dios. Somos salvos porque Dios ha decidido darnos Su gracia. No podemos ser salvos por medio de nuestras propias acciones o esfuerzos, sino solo por la gracia de Dios. La gracia es lo que nos hace salvos.

La Biblia enseña que el hombre no es justificado por sus propias obras, sino por medio de la fe en Jesucristo. Solamente por medio de la fe podemos recibir el don gratuito de la salvación. La fe es un don de Dios, y no algo que podamos obtener por nuestros propios esfuerzos. Debemos buscar a Dios de todo corazón, y él nos dará la fe necesaria para creer en él.

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