Tuve Hambre y Me Diste de Comer

Desde el principio, Dios ha llamado a su pueblo a cuidar de los necesitados. La Biblia está llena de references a la importancia de compartir lo que tenemos con aquellos que pasan hambre. Jesús mismo dijo que el cumplimiento del Gran Mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos está directamente relacionado con nuestra capacidad para alimentar a los hambrientos. En Mateo 25:35, Jesús deja claro que cuando alimentamos a los hambrientos, le estamos dando de comer a él mismo.

A lo largo de la historia, muchos hombres y mujeres han respondido a este llamado de Dios y han dedicado sus vidas a alimentar a los hambrientos. Estos son algunos de sus stories.

Qué dice Mateo 25 31

«El reino de los cielos será entonces como diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes. Las necias, al tomar sus lámparas, no se llevaron aceite consigo; en cambio, las prudentes sí llevaron aceite reservado en sus recipientes. Como el esposo tardaba en llegar, a todas les entró sueño y se durmieron. Pero a media noche se oyó un grito: ‘¡El esposo está aquí! ¡Salid a recibirlo!’. “¡Vamos, amigas mías, salimos a recibirlo!”, dijeron entonces las vírgenes necias. “No tenemos aceite”, respondieron las prudentes. “Entonces, ¡id a comprarlo!”, les dijo el esposo. Pero mientras salían a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a la boda y se cerró la puerta. Más tarde, llegaron también las otras vírgenes y empezaron a gritar: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’. Pero él les respondió: ‘¡De verdad les digo que no las conozco!’».

Así que, ¡cuidado! No se dejen engañar, porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y engañarán a mucha gente. Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerras; ¡pero no se alarmen! Es necesario que esto suceda, pero el fin todavía no vendrá inmediatamente. Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro habrá hambre y enfermedades. Todo esto será solo el comienzo de los dolores de parto.

“Entonces ustedes los arrestarán y los perseguirán, y los llevarán ante los gobernantes y los reyes para que sean juzgados. Y esto será por mi causa, para dar testimonio de mí ante ellos. Pero primero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones. Y cuando terminen de arrestar a ustedes, se les hará pasar por muchas pruebas dolorosas. Ustedes serán entregados a los sin vergüenza y serán azotados en las sinagogas. Ustedes serán llevados ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio de mí ante ellos. Pero primero deben dar testimonio ante ustedes mismos. El que no esté dispuesto a negarse a sí mismo y a tomar su cruz cada día, no puede ser mi discípulo.

“¿De quién sirve el hijo del hombre? ¿De quién viene? Pues de Dios, de quien vino, y de Dios vuelve. “Ustedes me conocen y saben de dónde vengo. Pero yo no he venido por mi cuenta. El que me envió es veraz, y yo le digo al mundo lo que he oído de él”. Entonces dijeron los judíos: “¿Acaso va a matarse a sí mismo? ¿Acaso dice la verdad?”. Jesús les respondió: “Aunque yo diga la verdad, ustedes no me creen. Todas mis acciones son hechas bajo la autoridad de mi Padre. Por eso ustedes no me creen. “Pero si yo actúo bajo mi propia autoridad, ustedes pueden creerme por mis propias acciones. Sin embargo, no creen, porque no quieren hacerlo».

Quién dijo yo di pan al hambriento y agua el sediento y vestido al desnudo

«Porque esto dice el Señor a los ejércitos: «Han hecho lo malo en mi ojos, dice el Señor, y siguen provocándome a ira desde el día en que sus antepasados salieron de Egipto hasta el día de hoy. Porque me provocaron a ira, aunque no dijeron: “¿Dónde está el Señor que nos hizo subir de Egipto, que nos hizo andar por el desierto durante tantos años?”. También provocaron mi enojo por sus ídolos, los cuales hicieron con sus propias manos. Me dijeron: “¡Este es tu dios, Israel, el que te sacó de Egipto!”. »Por lo tanto, yo les daré a comer alimento envenenado y les daré a beber agua envenenada. Los dejaré sin hijos y sin hijas; mataré a sus hijos y a sus hijas; y daré muerte a sus jóvenes a espada. Sus hombres y sus mujeres morirán de una enfermedad; sus jóvenes morirán a espada en el campo de batalla. Sembraré terror en sus corazones en los pueblos de sus alrededores, cuando haga que caiga sobre ellos espada, hambre y pestilencia. Entonces serán alimento para todos los pájaros del cielo y las bestias de la tierra. »Así haré con este pueblo y con este lugar, dice el Señor, de tal manera que se escuchen los gritos de dolor de este pueblo desde un extremo al otro de la tierra. Porque no han dejado de hacer lo malo en mi ojos, ni de provocar mi enojo desde el día en que sus antepasados salieron de Egipto hasta el día de hoy.»»

Cuánto hicisteis a unos de estos hermanos a mí me lo hicisteis

Jesús dijo: «De cierto os digo que, en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis». Mateo 25:40.

Jesús nos enseña que debemos amar a nuestros hermanos, y que en cuanto hagamos algo bueno por ellos, estaremos haciéndolo también por Él. Debemos cuidar a los necesitados y amar a nuestro prójimo, ya que así estaremos cumpliendo la voluntad de Dios.

La biblia nos enseña que debemos ayudar a los necesitados, ya que Dios nos ayuda en nuestras necesidades.

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