Desde la antigüedad, se han planteado muchas preguntas acerca de la naturaleza de la luz y las tinieblas. ¿Son realmente dos cosas separadas, o simplemente oscilaciones de un mismo continuum? En la Biblia, se les da un significado más profundo y espiritual. En particular, se les usa como símbolos de la comunión que existe entre Dios y el hombre.
Qué comunión tiene la luz con las tinieblas según la Biblia
«Porque ¿qué comunión tiene la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios vivo, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis nada impuro; y yo os recibiré, Y seré para vosotros Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.»
2 Corintios 6:14-18
Dios es Luz, y en él no hay tinieblas ningunas (1 Juan 1:5). Luz y tinieblas no pueden tener comunión entre sí. Según la Biblia, la luz es símbolo de lo bueno, de Dios y de su verdad, mientras que las tinieblas representan lo malo, el pecado y la mentira. Por lo tanto, cuando una persona está en Cristo, en la luz, no puede tener comunión con las tinieblas.
Qué concordia tiene la luz con las tinieblas
En la biblia se dice que en un principio Dios creo la luz y las tinieblas, la luz representaba a Dios y las tinieblas representaban al diablo. Dios es bueno y justo, mientras que el diablo es malo y egoísta. La biblia también dice que Dios es amor, mientras que el diablo es odio. Dios es la verdad, mientras que el diablo es la mentira. Dios es vida, mientras que el diablo es muerte.
Por lo tanto, no hay concordia entre la luz y las tinieblas.
Qué tiene que ver la luz con la oscuridad
En la Biblia, la luz y la oscuridad son utilizadas como símbolos de muchas cosas diferentes. A menudo se usan como símbolos de lo bueno y lo malo. También se pueden usar para representar la verdad y la mentira, el bien y el mal, la paz y la guerra, etc.
La luz y la oscuridad también se usan para describir el carácter de Dios. Dios es descrito como luz en muchas partes de la Biblia. Por ejemplo, en 1 Juan 1:5 dice: «Dios es luz; en él no hay oscuridad».
La oscuridad, por otro lado, es a menudo utilizada para describir el mal. En Efesios 6:12, por ejemplo, se dice: «Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra los poderes y fuerzas oscuras de este mundo malvado, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes».
La luz y la oscuridad también se usan para describir el estado de las almas de las personas. En Juan 3:19-21, por ejemplo, se dice: «La luz vino al mundo, pero los hombres amaron más la oscuridad que la luz, porque sus obras eran malas. Todos los que hacen lo malo odian la luz y no se acercan a ella, para que sus obras no sean expuestas. Pero los que hacen lo bueno acuden a la luz, para que sus obras sean conocidas y glorificadas».
En resumen, la luz y la oscuridad son utilizadas en la Biblia como símbolos de muchas cosas diferentes. A menudo se usan como símbolos de lo bueno y lo malo, la verdad y la mentira, el bien y el mal, la paz y la guerra, etc. También se usan para describir el carácter de Dios y el estado de las almas de las personas.
¿Qué dice Segunda de Corintios 6 14 al 18?
Segunda de Corintios 6 14 al 18 dice: «Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y él murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros ya no tenemos másExcuse, no tenemos más nada en común con el pecado. Así que, si uno murió, el pecado murió; y si uno vive, ya no vive para sí, sino para Cristo, quien murió y resucitó por él. De manera que, ya no viva ustedes para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ustedes.»
En estos versículos, Pablo está diciendo que el amor de Cristo nos debe motivar a vivir una vida dedicada a Él. Nosotros no vivimos para nosotros mismos, sino para Cristo, quien murió y resucitó por nosotros. Esto significa que debemos dejar de lado nuestra propia voluntad y hacer la voluntad de Dios. Debemos vivir de tal manera que refleje el amor de Cristo a los demás.
«Y dijo Dios: Sea la luz. Y fue la luz. Y vio Dios que era buena la luz, y separó Dios entre la luz y entre las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. »
Este versículo de la Biblia nos enseña que Dios es la Luz y que él separó la Luz y las Tinieblas. También nos dice que debemos andar en la Luz y no en las Tinieblas.