Nuestra Lucha no es Contra Carne ni Sangre Biblia

La Biblia nos enseña que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra los poderes ocultos de este mundo. Estamos en guerra contra los espíritus malignos que controlan este mundo y quieren nuestra destrucción. Debemos orar y luchar contra ellos con el poder de Dios.

Donde dice la Biblia que no tenemos lucha contra sangre

La Biblia no dice explicitamente que no tenemos lucha contra sangre, pero algunos versículos parecen indicar que no debemos pelear entre nosotros. Por ejemplo, en Mateo 5:9, Jesús dice: «Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios». También en Juan 14:27, Jesús declara: «La paz les dejo, mi paz les doy». Y finalmente, en Santiago 3:18, Santiago escribe: «La sabiduría de este mundo es en verdad necedad delante de Dios».

Así, aunque la Biblia no dice explícitamente que no debemos luchar contra la sangre, parece sugerir que debemos cultivar la paz y la sabiduría, y no entrar en luchas innecesarias.

Qué dice Efesios 6 14

«Así que, amados hijos, sed obedientes a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desmotive el ánimo de ellos.»
Efesios 6:14-15

«Así que, amados hijos, sed obedientes a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desmotive el ánimo de ellos.»
Efesios 6:14-15

Qué son los principados y potestades según la Biblia

En la Biblia, los principados y las potestades se mencionan como seres invisibles que dominan el mundo físico y tienen poder sobre los seres humanos. Estos espíritus pueden ser buenos o malos, y la Biblia dice que estamos en guerra contra ellos.

Los principados y potestades son seres invisibles que dominan el mundo físico. Están involucrados en el gobierno de los reinos de este mundo y tienen poder sobre los seres humanos. La Biblia dice que estamos en guerra contra ellos.

En Efesios 6:12, Pablo describe esta guerra como «la batalla contra las fuerzas oscuras del mal que dominan este mundo, contra los espíritus malignos que habitan en el cielo». Estos espíritus son los principales y potestades, y su enemigo es nuestro amigo. En Lucas 10:20, Jesús dice: «No os regocijais de que los espíritus se os sometan, sino de que vuestros nombres están inscritos en los cielos».

La Biblia nos dice que debemos orar contra los principados y potestades. En 2 Corintios 10:4, Pablo dice: «Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas». Estas fortalezas son los principados y potestades, y la oración es nuestra arma más poderosa contra ellos.

Podemos orar contra los principados y potestades de muchas maneras diferentes. Podemos orar para que sean destruidos, para que sean derrotados, para que sean atados, para que sean expuestos, para que sean derrotados en el nombre de Jesús. También podemos orar para que los seres humanos que están bajo su control sean liberados.

En Mateo 18:18, Jesús dice: «En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo». Esto significa que podemos orar para que los principados y potestades sean atados y que sus efectos sean anulados en la tierra. También significa que podemos orar para que sean desatados y que sus efectos sean anulados en el cielo.

En Mateo 12:29, Jesús dice: «¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede permanecer». Esto significa que cuando oramos para que los principados y potestades sean atados, estamos orando para que sean derrotados. Y cuando oramos para que sean desatados, estamos orando para que sean liberados.

¿Cuáles son los principados de las tinieblas?

Ephesians 6:12 explica que nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra los «poderes» y «fuerzas» del mundo de las tinieblas. Estos poderes incluyen a los «principados» y «autoridades» de las tinieblas.

Los principados de las tinieblas son seres invisibles que dominan reinos espirituales ocupados por ángeles caídos. Algunos de estos reinos pueden estar en lo alto de la tierra y otros en lo profundo de los abismos. Cada principado de las tinieblas es dirigido por un «príncipe» o un «arqui-príncipe».

Los principados de las tinieblas son poderosos, pero no omnipotentes. No pueden estar en todas partes a la vez, y necesitan la ayuda de los demonios para hacer su trabajo. Aunque los principados de las tinieblas son seres invisibles, tienen una forma de pensar, de sentir y de actuar.

Los principados de las tinieblas se oponen a Dios y a todo lo que es bueno. Tratan de impedir que la gente se acerque a Dios y viva una vida de obediencia a él. Los principados de las tinieblas también tratan de engañar a la gente para que viva una vida de pecado y desobediencia.

Los principados de las tinieblas son enemigos de Dios, pero Dios es más poderoso que ellos. Dios puede derrotar a los principados de las tinieblas y ponerlos en su lugar. Los principados de las tinieblas no tienen el poder de impedir que la gente se acerque a Dios o de impedir que vivan una vida de obediencia a él.

Nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra los principios espirituales del mal. Estamos luchando por la libertad de todos los seres humanos, y por la protección de nuestra propia libertad.

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