Desde los primeros tiempos de la Iglesia, el bautismo y la llenura del Espíritu Santo han sido dos de los dones más importantes que Dios ha otorgado a los seres humanos. Aunque ambos son dones de Dios, hay una clara diferencia entre ellos.
Qué es el bautismo y la llenura del Espíritu Santo
El bautismo es un acto de fe por el cual nos identificamos con Cristo y su muerte, sepultura y resurrección. Al bautizarnos, estamos dando testimonio de que hemos muerto a nuestra vieja vida y hemos resucitado con Cristo a una nueva vida. También estamos diciendo que creemos en la muerte y resurrección de Cristo. El bautismo no nos salva, pero es una declaración pública de que hemos sido salvados por la gracia de Dios a través de la fe en Cristo.
La llenura del Espíritu Santo es un don de Dios que recibimos cuando damos nuestra vida a Cristo. Este don nos capacita para vivir una vida de plena obediencia a Cristo. La llenura del Espíritu Santo no es una experiencia mística en la que perdemos el control de nuestro cuerpo o nuestra mente, sino que es un don que nos ayuda a controlar nuestras vidas para que podamos vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
Qué es ser lleno del Espíritu Santo
La expresión «lleno del Espíritu Santo» es utilizada de diversas maneras en la Biblia. A veces se refiere a una experiencia poderosa y sobrenatural en la vida de un creyente, como sucedió con Pablo (Hechos 9:17), Esteban (Hechos 6:5) y Cornelio (Hechos 10:44-46). En otros casos, se trata de una consecuencia natural de ser un cristiano obediente, tal como le sucedió a Juan el Bautista (Luke 1:15) y a Jesús (Lucas 4:1).
Ser «lleno del Espíritu Santo» es una experiencia que todos los cristianos pueden tener. Para llenarse del Espíritu, no necesitamos hacer nada especial. Tan sólo debemos abrir nuestro corazón a Dios y pedirle que nos llene de su Espíritu. Dios siempre está dispuesto a darnos su Espíritu, y cuando lo recibimos, experimentamos su poder en nuestras vidas.
La Biblia nos enseña que el Espíritu Santo es un don de Dios para todos los creyentes (Hechos 2:38). Es una parte esencial de la vida cristiana, y sin él, no podemos tener una relación personal con Dios. El Espíritu Santo nos guía en nuestras vidas y nos da fuerza para enfrentar las dificultades. También nos ayuda a comprender las Escrituras y a orar.
Ser «lleno del Espíritu Santo» significa que estamos llenos de la vida y el poder de Dios. Es una experiencia que nos cambia la vida y nos transforma en seguidores más fieles de Cristo. Si buscas tener una vida más plena y abundante en Cristo, ora para que Dios te llene de su Espíritu Santo.
Qué significa llenura según la Biblia
En la Biblia, hablar de «llenura» es hablar de estar llenos de la Presencia de Dios. Es decir, recibir de Él todo lo que necesitamos para vivir una vida abundante y satisfactoria. En otras palabras, llenura significa dependencia total de Dios.
Cuando estamos llenos de la Presencia de Dios, nos sentimos seguros, protegidos y amados. Sabemos que Él está con nosotros y que nos cuida. Además, su amor nos cubre y nos llena de gozo y paz.
La llenura también significa vivir en plenitud. Es decir, vivir una vida plena, abundante y satisfactoria. En Juan 10:10, Jesús dice: «El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia».
Por último, la llenura también significa estar libres de preocupaciones y ansiedades. Mateo 6:34 dice: «Así que, no se angustien por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias angustias. A cada día basta con su propio mal».
¿Qué tengo que hacer para recibir el bautismo del Espíritu Santo?
Pablo explica en Hechos 2:38 que el arrepentimiento es necesario para recibir el perdón de los pecados. Pero, ¿qué más necesitamos hacer para recibir el bautismo del Espíritu Santo?
Primero, debemos tener la fe para recibirlo. Santiago dice que la fe sin obras es muerta (Santiago 2:26). Si no creemos que Dios nos dará el Espíritu Santo cuando le pidamos, entonces no lo recibiremos. Debemos orar en fe, pidiendo humildemente al Padre que nos dé su Espíritu (Lucas 11:13).
En segundo lugar, debemos haber sido perdonados de nuestros pecados. Es imposible recibir el Espíritu Santo sin antes haber recibido el perdón de los pecados. Pablo escribió en Efesios 1:7 que Dios nos da el Espíritu Santo como garantía de nuestra redención. El Espíritu Santo es un sello de Dios en nuestras vidas que nos asegura que somos suyos y que hemos sido perdonados de nuestros pecados.
En tercer lugar, debemos estar dispuestos a dejar nuestra vida de pecado. El Espíritu Santo no habita en los que viven en pecado (Efesios 5:18). Si todavía estamos viviendo en pecado, debemos arrepentirnos y dejar esos pecados. Debemos tener un corazón dispuesto a seguir a Dios y a vivir para Él.
Cuarto, debemos haber sido bautizados en agua. El bautismo en agua es un requisito para recibir el Espíritu Santo (Hechos 2:38; 22:16). Pablo explica en Gálatas 3:27 que el bautismo nos une a Cristo. Debemos darnos por entero a Cristo, y el bautismo es una forma de demostrarlo.
Quinto, debemos estar dispuestos a seguir a Cristo. El Espíritu Santo es un don de Dios, pero no es automático. Debemos tomar la decisión de seguir a Cristo y dejar nuestras vidas para seguirle.
Si estamos dispuestos a seguir estos pasos, entonces Dios nos dará el Espíritu Santo. No hay fórmula mágica o palabras mágicas. Dios es fiel y nos dará el Espíritu Santo cuando le pidamos de corazón, y cuando estemos dispuestos a dejar nuestras vidas para seguirle.
La Biblia nos enseña que el bautismo es una ordenanza de Dios para todos los que creen en él. Es un simbolismo de nuestra muerte a nuestro viejo yo y de nuestro nuevo nacimiento en Cristo. El bautismo no nos da el Espíritu Santo, pero es una ordenanza que debemos obedecer. La llenura del Espíritu Santo es diferente. Es un don que Dios nos da cuando le pedimos con fe. El Espíritu Santo nos da poder para vivir una vida Cristiana y nos ayuda a obedecer a Dios.
septiembre 18, 2023
La llenura no es un don es una Orden que Dios nos da sed llenos del ESPÍRITU Santo