Desde la antigüedad, el hombre ha tratado de encontrar a Dios. Ha buscado en las alturas y en las profundidades, en los lugares más bellos y en los lugares más oscuros. Ha buscado en la ciencia y en la religión, en la filosofía y en el arte. Pero, por mucho que busque, el hombre no puede encontrar a Dios. ¿Por qué? Porque no podemos ver a Dios.
Qué hay que hacer para ver a Dios
«Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha llegado a ser perfecto en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo como Salvador del mundo.
Si uno confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos llegado a conocer y a creer el amor que Dios nos tiene. Dios es amor, y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
En esto ha quedado perfecto nuestro amor, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
En el amor no habita el temor, sino el perfecto amor. Por esto el amor echa fuera el temor, porque el temor tiene pena. El que teme no ha sido perfecto en el amor.
Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero.
Si alguno dice: «Yo amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.
Y este mandamiento tenemos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano. »
Quién puede ver la cara de Dios
En la Biblia, Dios se presenta como un ser espiritual, invisible e inmutable. Sin embargo, existen algunos pasajes en los que se menciona que la cara de Dios es visible para algunos seres humanos. Esto se debe a que, aunque Dios mismo es invisible, él puede manifestarse de diversas maneras a los seres humanos, incluida la forma de una cara visible.
El primer pasaje en el que se menciona que alguien puede ver la cara de Dios es en la historia de Moisés, cuando Dios le habló desde la zarza ardiente. En este pasaje, Dios le dice a Moisés que no puede ver su cara, pero que verá su espalda cuando pase por él: «Entonces dijo Jehová: He aquí que haz pasar ante mí a este pueblo, y oirás lo que yo hable con ellos; y después serás ellos portavoz. Mas el Angel de Jehová que hablaba con Moisés, se apartó de delante de él, y dijo: Ruégote que me veas. Y respondió Moisés: No me vea. Y dijo Jehová: Ciertamente has de ver mi espalda; pero mi cara no puede verla»
(Éxodo 33:18-23).
Otro pasaje en el que se menciona que alguien puede ver la cara de Dios es en la historia de Isaías, cuando Isaías vio al Señor sentado en su trono. En este pasaje, Isaías describe la cara de Dios como siendo llena de majestad y gloria, y dice que su rostro es como el sol: «Vi al Señor sentado sobre un trono alto y elevado, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. Y gritaban el uno al otro, y decían: Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quicios de los umbrales se movían a causa de la voz del que gritaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de un pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos»
(Isaías 6:1-5).
Este pasaje muestra que, aunque Dios es invisible, él puede manifestarse de diversas maneras a los seres humanos, incluida la forma de una cara visible. Esto nos enseña que, aunque no podemos ver la cara de Dios, podemos ver su majestad y gloria a través de su manifestación en este mundo.
Qué es la invisibilidad de Dios
Dios es espiritual, pero eso no significa que no podamos verlo. La Biblia dice que Dios es invisible (Colosenses 1:15). Sin embargo, esto no significa que Dios está oculto o que no podemos verlo. Significa que Dios es trascendente, es decir, que está más allá de nuestra comprensión. Dios no se parece a nada que hayamos visto antes y, por lo tanto, es difícil de imaginar. La invisibilidad de Dios es una de sus muchas cualidades misteriosas.
¿Qué personaje de la Biblia vio a Dios?
Moisés es el único personaje que se menciona explícitamente como habiendo visto a Dios en la Biblia. En el episodio de la zarza ardiente, Dios se le aparece a Moisés en una llama de fuego que sale de un arbusto, pero no lo consume. Luego de esto, Moisés oye la voz de Dios que le dice que se acerque, y Dios le habla directamente. A partir de esta experiencia, Moisés adquiere una profunda comprensión de la naturaleza de Dios.
Hay otros personajes que también tienen encuentros significativos con Dios, aunque no se menciona explícitamente que lo hayan visto. Abraham, por ejemplo, tiene una conversación cara a cara con Dios en Génesis 18. Esta es una experiencia muy significativa para Abraham, ya que Dios le revela que va a destruir la ciudad de Sodoma y Gomorra.
Isaías también tiene una experiencia sobrenatural en la que ve a Dios. En este caso, Dios se le aparece en una visión, y le habla directamente. Esta es una experiencia muy poderosa para Isaías, ya que se le revela que Dios tiene grandes planes para él.
En general, parece que los personajes de la Biblia que tienen encuentros significativos con Dios son aquellos que tienen una profunda comprensión de su naturaleza. Estos encuentros les permiten tener una perspectiva única de Dios y de su plan para el mundo.
«Porque no Podemos Ver a Dios», nos enseña que Dios es espiritual, y que nosotros somos mortal. Dios es inmutable, y nosotros cambiamos. Dios es eterno, y nosotros somos temporales. Dios es perfecto, y nosotros tenemos defectos. Dios es santo, y nosotros somos pecadores. Dios es justo, y nosotros somos injustos. Dios es amor, y nosotros no siempre amamos.
