Carta de San Pablo a los Corintios Boda

El matrimonio es uno de los más sagrados de los vínculos humanos. Es una institución que Dios ha establecido, y él es el principal defensor del matrimonio. En la carta de Pablo a los Corintios, el apóstol nos instruye acerca de la importancia de la unión matrimonial y cómo debe ser una relación sagrada entre un hombre y una mujer.

Qué dice el apóstol Pablo sobre el matrimonio

El apóstol Pablo habla de matrimonio en varias de sus cartas. En 1ª Corintios 7, Pablo instruye a los solteros y casados en cuanto a sus respectivas responsabilidades, y también da algunos consejos prácticos sobre cómo llevar una vida sexual santa. En Efesios 5, Pablo describe el matrimonio como una analogía de la relación de Cristo con su Iglesia. En 1ª Timoteo 3, Pablo enumera algunos requisitos para los ancianos y diáconos, y también dice que es mejor permanecer soltero si se quiere servir de manera más eficaz a Cristo. En Tito 1, Pablo habla de los deberes de los esposos y padres.

En general, Pablo enfatiza que el matrimonio es un don de Dios, y que es una institución honorable. Sin embargo, también reconoce que el matrimonio no es necesario para todos, y que en algunos casos es mejor permanecer soltero. Pablo instruye a los esposos y esposas a amarse y respetarse mutuamente, y a los padres a criar a sus hijos en la disciplina y enseñanza del Señor.

Qué lecturas se leen en una boda

La biblia nos ofrece muchas lecturas de amor para leer en una boda. Aquí hay algunos ejemplos de pasajes bíblicos que pueden ser utilizados para la lectura en una boda.

Cantares 2: 8-14

¡Oh, vamos a correr al campo!
¡Vamos a pasar la noche en las aldeas!
¡Levántate, amor mío, paloma mía,
¡vamos a correr hasta que amanezca!
¡Mira, el amor es veloz como el viento!
¡Las llamas del amor son intensas!
¡No te quemes las manos con el fuego del amor!
¡No te quemes las manos!

El viento sopla hacia el sur,
¡y luego gira hacia el norte!
¡Gira sobre sí mismo,
¡y gira sobre sí mismo!
¡Los vientos del este soplan en los vientos del oeste,
¡y los vientos del oeste soplan en los vientos del este!

Romanos 12: 9-18

Amados hermanos, no se engañen unos a otros. El que practica la justicia es justo, como él es justo. El que practica el amor, ama, como él ama. No amemos de palabra ni de labios solamente, sino de hecho y de verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestros corazones ante él, porque si nuestro corazón nos condena, mucho más Dios es fiel y justo para no darnos la imputación de pecado y darnos la imputación de justicia. Amados, no amemos de palabra ni de labios solamente, sino de hecho y de verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestros corazones ante él, porque si nuestro corazón nos condena, mucho más Dios es fiel y justo para no darnos la imputación de pecado y darnos la imputación de justicia. Hermanos, no se cansen de hacer el bien. Si alguno hace el bien y no recibe nada a cambio, no se desanime. No pierdan el ánimo si alguno hace el mal y no recibe nada a cambio, porque el que siembra el mal, de él segará el fruto del mal. Al que sigue haciendo el bien, de él segará el fruto del bien. No se cansen de hacer el bien, porque en su debido tiempo recogerán su cosecha, si no se cansan. Porque el Señor es justo; él pagará a cada uno conforme a su obra. Amados, no se amedrenten por las amenazas de los que hacen el mal. No se acobarden, porque eso les servirá de prueba de su fe, la cual es mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero, es acrisolado por el fuego, y a ustedes les será dada como prueba de su fe, la cual es mucho más preciosa que el oro perecedero. Así mismo, la fe es mucho más preciosa que las joyas, las cuales, aunque perecederas, son acrisoladas por el fuego. Y para ustedes, la fe es mucho más preciosa que las joyas perecederas. Así que, los que tienen fe, alegrense en la alabanza de Dios. Los que tienen fe, alegrense en la alabanza de Dios. Los que tienen fe, alegrense en la alabanza de Dios.

1 Juan 4: 7-12

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. No hay nadie que ame a Dios más que el que da testimonio de que Jesús es el Cristo. Y este testimonio consiste en que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Dónde habla la Biblia de la boda

La boda es un evento muy importante mencionado en la Biblia. Dios instituyó el matrimonio y lo consideró como una gran bendición. La boda es un símbolo del amor y el compromiso de una pareja. Dios quiere que las parejas sean fieles y permanezcan juntas para siempre. La Biblia habla de la boda en muchos pasajes, aquí hay algunos de ellos:

Génesis 2:22-24 – «Luego, el SEÑOR Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y mientras dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. La costilla que el SEÑOR Dios tomó del hombre se convirtió en una mujer, y llevó a la mujer ante el hombre. Y el hombre dijo: ‘Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará mujer porque fue tomada del hombre.’ Por lo tanto, un hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne

Mateo 19:3-6 – Entonces los fariseos se acercaron a él para ponerle a prueba, y le preguntaron: «¿Es correcto que un hombre se divorcie de su mujer por cualquier motivo en absoluto?» Jesús respondió: «¿No han leído que el Creador, desde el principio, hizo al hombre y a la mujer? Y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.’ De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre

Efesios 5:25-33 – Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para hacerla santa, limpiándola con la palabra. Y para presentársela a sí mismo como a una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santa y blanca. Y de la misma manera los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Nadie jamás ha odiado su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, tal como Cristo hace con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. Por esto dice: «Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne».

1 Corintios 7:2-5 – En cuanto a los que se han unido en matrimonio, cada uno debe permanecer unido a su cónyuge. Los maridos deben amar a sus mujeres tanto como aman a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Nadie jamás ha odiado su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, tal como Cristo hace con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne

Santiago 2:8-9 – Si, sin embargo, ustedes cumplen los mandamientos que les he dado, y si aman al Señor su Dios y siguen sus caminos, entonces se unirán en matrimonio las personas que ustedes elijan, sin que nadie pueda impedírselo. Pero si ustedes no cumplen los mandamientos de Dios y no siguen sus caminos, entonces se unirán en matrimonio las personas que el Señor elija, y nadie podrá impedírselo.»

Como se puede ver, la Biblia habla de la boda en muchos lugares. En todos los pasajes, se enfatiza que el matrimonio es una decisión que toman dos personas y es un compromiso para toda la vida. Dios quiere que las parejas sean fieles y permanezcan juntas para siempre. La boda es un símbolo del amor y el compromiso de una pareja. Dios quiere que las parejas se amen y se respeten mutuamente. La Biblia también enseña que el matrimonio es un compromiso para toda la vida, y que nadie debe separar lo que Dios ha unido.

¿Quién lee el Evangelio en las bodas?

Aunque la Biblia no lo dice explícitamente, es probable que el Evangelio se leyera en las bodas de la antigüedad. El Evangelio contiene una narración de la boda en Caná (Juan 2:1-11), y una parábola sobre las bodas del Cordero (Mateo 22:1-14), entre otras referencias.

En la actualidad, hay diversas opiniones acerca de quién debe leer el Evangelio en las bodas. Algunos dicen que debería ser el pastor o el sacerdote, ya que es un momento religioso. Otros dicen que debería ser alguien especial para los novios, como un padre o un hermano. Y otros dicen que la lectura del Evangelio es un momento para que cualquiera pueda participar, ya que es una oportunidad para compartir las palabras de Jesús con los invitados.

En última instancia, la decisión de quién leerá el Evangelio en la boda es una cuestión de preferencia personal. Lo importante es que la lectura se haga con reverencia y que las palabras sean entendidas por todos los presentes.

La carta de San Pablo a los Corintios es una importante guía para entender el significado de la boda cristiana. En ella, Pablo explica que la boda es una representación del amor eterno entre Cristo y la Iglesia. Los esposos cristianos están llamados a reflejar este amor en su propia relación, y la boda es una oportunidad para recordar este compromiso. Los invitados a la boda también tienen un papel importante en apoyar a los nuevos esposos en su vida juntos.

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