Desde tiempos antiguos, la gente ha rezado a Santa Bárbara para protección durante las tormentas. Esta oración tiene raíces en la tradición católica, pero también es utilizada por muchos otros cristianos. Santa Bárbara es considerada la patrona de los marineros, y se cree que protege a las personas de los peligros del mar. También se le considera la patrona de los bomberos, ya que se dice que protege a las personas de los incendios.
Que rezar cuando hay tormentas
Hay muchas tormentas en la vida, y a veces nos sentimos abrumados por ellas. Podemos orar para que Dios nos dé fuerza y nos guíe a través de ellas. También podemos orar para que Dios proteja a nuestros seres queridos de los peligros de la tormenta. Aquí hay algunas oraciones que puedes rezar en tiempos de tormenta:
«Padre, por favor, protégenos de la tormenta. Ayúdanos a superar cualquier obstáculo que se nos presente. Danos valor y esperanza, y ayúdanos a recordar que estás con nosotros siempre. Amén.»
«Padre, sabemos que todas las cosas se hacen por ti y que nada sucede por casualidad. Queremos confiar en tu plan, aunque no podamos verlo o comprenderlo. Sé nuestra guía en esta tormenta, y ayúdanos a permanecer enfocados en ti. Amén.»
«Creador todopoderoso, sabemos que eres soberano sobre todas las cosas. Confiamos en tu protección en esta tormenta. Cubre nuestras necesidades y danos una paz que supere toda comprensión. Amén.»
«Padre, te pedimos que protejas a nuestros seres queridos en esta tormenta. Cuida de ellos y guárdalos de todo mal. Danos la seguridad de saber que están a salvo y que estás con ellos. Amén.»
Cuál es el santo de la tormenta
Jorge, el santo de la tormenta, era un hombre de Dios que vivió en el siglo first century. Jorge fue llamado a ser un apóstol de Jesucristo, y fue enviado por él a predicar el evangelio en Judea. Durante su ministerio, Jorge restauró la fe de muchos de los que habían perdido la esperanza en el Señor. Su mensaje era simple: «Creyentes, arrepentíos y volved a Dios». Este llamado a la conversión toco el corazón de muchos, y muchos vinieron a Cristo para recibir su perdón.
Jorge fue perseguido por los líderes religiosos de su época, quienes no aceptaban el mensaje del evangelio. A pesar de las amenazas de muerte, Jorge continuó predicando con valentía el evangelio de Jesucristo. Finalmente, fue arrestado y condenado a muerte por sus enemigos. Él fue entregado a los soldados romanos para ser ejecutado, y fue conducido fuera de la ciudad y colgado de un árbol. Mientras exhalaba su último suspiro, Jorge pidio perdón a sus verdugos y rogó a Dios que los perdonara.
Jorge es conocido como el «santo de la tormenta» porque, según la tradición, su cuerpo fue arrojado al mar después de su muerte. Sin embargo, un fuerte viento sopló y arrastró el cuerpo de Jorge a la playa. Los habitantes de la ciudad veneraban el cuerpo de Jorge, y él se convirtió en un símbolo de la fe cristiana.
Que decir para que pare de llover
La Biblia no tiene un versículo que diga exactamente «lo que hay que decir para que pare de llover». Sin embargo, en varias ocasiones, Dios hizo que lloviese o dejase de llover para enseñar a su pueblo algo importante.
En la historia de Noé, Dios hizo llover durante 40 días y 40 noches para limpiar la tierra de todos los malvados. Luego, cuando Noé y su familia salieron del Arca, Dios les prometió que nunca más haría llover de esa manera para destruir a todos los seres vivos.
Otro ejemplo de cómo Dios usó la lluvia para enseñarle a su pueblo se encuentra en la historia de Elías. Dios hizo que no lloviese durante tres años y medio para castigar a los israelitas por haber abandonado a Dios y servido a Baal. Al final, Elías oró a Dios y hizo que lloviese de nuevo.
En ambos casos, Dios usó la lluvia para enseñar a su pueblo una lección importante. Aunque no hay un versículo que diga exactamente cómo hacer que llueva o deje de llover, podemos aprender de estas historias que Dios es el único que puede controlar el clima.
¿Cómo hacer que deje de tronar el cielo?
En primer lugar, debemos buscar a Dios y orar. Esto es lo más importante que podemos hacer. Dios nos ayudará a controlar nuestras emociones y a calmar nuestros nervios. También debemos leer la Biblia y meditar en ella. La Biblia contiene muchas promesas de Dios para ayudarnos en momentos de dificultad. Debemos creer en estas promesas y orar para que Dios nos ayude a cumplirlas. También debemos buscar ayuda de nuestros amigos y familiares. Ellos pueden ayudarnos a controlar nuestras emociones y darnos consejos útiles.
En segundo lugar, debemos controlar nuestras emociones. Si nos sentimos enojados o frustrados, debemos tratar de controlar nuestras emociones. Podemos hacer esto mediante la respiración profunda, la relajación muscular y el pensamiento positivo. También debemos tratar de no pensar en las cosas que nos molestan. En su lugar, debemos pensar en las cosas buenas de la vida. Debemos ser positivos y tratar de ver el lado bueno de las cosas.
En tercer lugar, debemos tomar descansos regulares. Si trabajamos mucho, nuestras emociones pueden llegar a ser muy tensas. Por esta razón, debemos tomar un descanso de vez en cuando. Podemos hacer esto mediante la lectura, el ejercicio, la caminata o cualquier otra actividad que nos ayude a relajarnos. También debemos dormir bien. Si no descansamos suficiente, nuestras emociones pueden volverse más tensas.
En cuarto lugar, debemos evitar el estrés. El estrés puede ser muy dañino para nuestra salud. Por esta razón, debemos tratar de evitarlo. Podemos hacer esto mediante la reducción de nuestras responsabilidades, el ejercicio, la relajación y el pensamiento positivo. También debemos tratar de pasar más tiempo con nuestros seres queridos.
En quinto lugar, debemos buscar ayuda profesional si necesitamos. Si nuestras emociones son muy tensas o si no podemos controlarlas, debemos buscar ayuda profesional. Podemos acudir a un psicólogo o a un terapeuta. Ellos nos ayudarán a controlar nuestras emociones y nos darán consejos útiles.
En resumen, para controlar nuestras emociones y hacer que deje de tronar el cielo, debemos buscar a Dios, orar, leer la Biblia, meditar, controlar nuestras emociones, tomar descansos regulares, dormir bien, evitar el estrés y, si es necesario, buscar ayuda profesional.
«Oh, santa Bárbara, amada santa, ruega por nosotros durante esta tormenta. Amén.»