Dejad que los Niños Vengan a Mi

Desde el inicio de la historia, Dios ha pedido a los seres humanos que cuiden a los niños. En el libro de Deuteronomio, Dios dice: «Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que hoy te mando estarán sobre tu corazón. Las enseñarás a tus hijos y hablarás de ellas cuando estés sentado en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes» (Deuteronomio 6: 5-7).

En el Nuevo Testamento, Jesús sigue el mandato de Dios de cuidar a los niños. En Mateo 19: 13-15, leemos: «Entonces se acercaron a Jesús algunos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Jesús, viéndolo, se indignó y les dijo: “Dejad que los niños vengan a mí. No se los impida, porque el reino de los cielos pertenece a los que son como ellos. Y después de abrazarlos y poner las manos sobre ellos, los bendijo”.

Jesús siempre estaba dispuesto a recibir a los niños. Los amaba y los bendecía. En Marcos 10: 13-16, leemos: «Entonces dijo Jesús a los niños: “Dejad que los niños vengan a mí y no se los impida, porque el reino de los cielos pertenece a los que son como ellos”. Y después de abrazarlos y poner las manos sobre ellos, los bendijo.

En estos versículos, vemos el amor de Jesús por los niños. Él estaba dispuesto a recibirlos y bendecirlos. También nos da un mandato: debemos cuidar a los niños. Debemos enseñarles acerca de Dios y de su amor por nosotros.

Que nos enseña Dejad que los niños vengan a mí

Jesús dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos» (Mateo 19:14).

¿Qué nos enseña este versículo? Muchas cosas. En primer lugar, nos enseña la importancia de los niños. Jesús puso a los niños como ejemplo de la pureza de corazón necesaria para entrar en el reino de los cielos.

En segundo lugar, nos enseña que debemos dejar que los niños vengan a Jesús. No podemos impedir que nuestros hijos o los niños que nos rodean tengan una relación personal con Jesús.

Y por último, este versículo nos enseña la importancia de la fe. La fe es necesaria para entrar al reino de los cielos, y los niños tienen una fe pura y sencilla. Debemos orar para que nuestra fe sea como la de un niño.

Qué dice en Mateo 19 14

En Mateo 19:14, Jesús responde a un hombre que le pregunta si es lícito que se divorcie de su mujer por cualquier motivo. Jesús dice que el matrimonio es una institución que Dios ha establecido y que el divorcio es una consecuencia del pecado. Jesús enseña que el divorcio no es parte del plan original de Dios para el matrimonio y que el divorcio debe evitarse siempre que sea posible.

Qué dice Jesús sobre los niños en Mateo 19 13 14

En Mateo 19:13-14, Jesús dice: «Entonces le dijeron los niños: ¿Quién nos pondrá a nosotros el reino? Y Jesús, acariciándolos, les dijo: De cierto os digo, que de los que me rodean, los que no reciben el reino de Dios como un niño, no entrarán en él».

Jesús enseña que los niños son un ejemplo de cómo debemos recibir el reino de Dios. Los niños son inocentes y no tienen maldad en ellos. Debemos recibir el reino de Dios con la misma pureza y simplicidad de un niño.

¿Qué quiere decir Marcos 10 13?

«Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos» (Mateo 19:14).

«Entonces Jesús, acercándose, los llamó y les dijo: ‘Todo lo que pidan en oración, creed que lo recibiréis y vendrá a vosotros'» (Marcos 11:24).

Jesús dijo estas palabras en Mateo 19:14 y Marcos 10:13-16 después de que los discípulos le pidieran que los niños no se acercaran a él porque eran molestos. Jesús, al oír esto, se enojó y les dijo que dejaran a los niños venir a él y no se los impidieran, porque de los tales es el reino de los cielos. Jesús quería que los niños se acercaran a él porque representaban la inocencia, la pureza y la fe.

Jesús también dijo estas palabras en Marcos 11:24 después de que los discípulos le pidieran que les enseñara a orar. Jesús les dijo que tuvieran fe en Dios y que todo lo que pidieran en oración, lo recibirían. Jesús quería que sus discípulos tuvieran fe en Dios y supieran que Él les daría todo lo que necesitaran.

La Biblia nos enseña que debemos dejar que los niños vengan a Jesús, porque él es el Salvador de todos. Debemos amar a nuestros hijos y enseñarles acerca de Jesús y de su amor por nosotros.

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