El Salmo 24:3-6 dice: «¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Quién estará en su lugar santo? El hombre limpio de manos y puro de corazón, quien no se dedica a cosas vanas ni jura en falso. Este recibirá la bendición del SEÑOR y justicia del Dios salvador. Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan la faz de Jacob».
Dios nos promete que si somos limpios de corazón, tendremos la bendición de verlo. Esta es una promesa preciosa para aquellos de nosotros que amamos a Dios y queremos verlo cara a cara. Pero, ¿qué significa tener un corazón limpio?
Qué significa Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios
Salmos 24:3-4 – «¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón, el que no ha dado su corazón a vanidades ni ha jurado en falso.»
Este versículo nos dice que la persona que quiera acercarse al SEÑOR y estar en su lugar santo debe estar limpia de manos y pura de corazón. La palabra «manos» se refiere a las acciones que realizamos, mientras que «corazón» se refiere a nuestros pensamientos y motivaciones. Así que, para estar en la presencia del SEÑOR, debemos tener una conducta intachable y ser honestos en nuestras intenciones.
La Biblia también dice en Proverbios 4:23 – «Sobre toda cosa guarda tu corazón, porque de él mana la vida.» Esto nos muestra que el corazón es el centro de nuestro ser, y lo que pensamos y sentimos afectará nuestras acciones y nuestra vida en general. Por tanto, debemos cuidar nuestro corazón y mantenerlo puro, si queremos agradar al SEÑOR.
Así que, cuando leemos el versículo «Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios», esto significa que aquellos de nosotros que hemos sido perdonados y hemos puesto nuestra fe en Jesucristo, y hemos dejado de lado nuestras viejas maneras de vivir, y ahora tenemos un corazón limpio y puro, seremos bendecidos al estar en la presencia del SEÑOR para siempre.
Qué significa tener el corazón limpio
La Biblia dice mucho acerca del corazón. En realidad, el corazón es un tema central en la Escritura. Desde el principio, Dios ha establecido que el corazón es el lugar de la decisión (Deuteronomio 30:19-20).
El corazón es el lugar de la verdadera adoración (Juan 4:24). Es donde viven nuestras prioridades y motivaciones (Mateo 6:21). Y, el corazón es el centro de nuestro ser, donde se originan nuestros pensamientos, intenciones y acciones (Proverbios 4:23).
Así que, ¿qué significa tener el corazón limpio? La idea básica es que el corazón está libre de amor al pecado y lleno de amor a Dios. Esto significa que nuestras decisiones son guiadas por el deseo de agradar a Dios, no nuestro propio deseo de auto satisfacción. Nuestras motivaciones están enfocadas en hacer la voluntad de Dios, no en hacer lo que nos beneficie a nosotros mismos. Y nuestros pensamientos, intenciones y acciones están en armonía con los de Dios porque nuestro corazón es un reflejo de lo que él piensa, siente y quiere.
Tener el corazón limpio no es algo que podamos lograr por nuestros propios esfuerzos. La limpieza del corazón es un don de Dios a aquellos que le aman y le sirven de todo corazón (Hechos 15:9).
La limpieza del corazón es un proceso continuo que comienza cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador y continúa a medida que dejamos que el Espíritu Santo nos transforme a Su imagen (1 Corintios 6:11; 2 Corintios 3:18).
A medida que nuestro corazón se va limpiando, veremos una mayor evidencia de estas tres cosas: nuestro amor por Dios aumentará, nuestro deseo de pecar disminuirá y nuestro deseo de hacer la voluntad de Dios será cada vez más fuerte.
Si bien es cierto que la limpieza del corazón es un proceso continuo, también es cierto que Dios puede hacer una obra completa en nosotros en un momento. Y ese momento es ahora, si le pedimos a Dios que nos dé un corazón limpio.
Qué significa ser limpio de corazón según la Biblia
La Biblia dice mucho acerca de la limpieza del corazón. En el Nuevo Testamento, Jesús enseña que la limpieza del corazón es mucho más importante que la limpieza física (Mateo 15:11-20). Y en el libro de Hechos, Pedro predica que Dios ha limpiado los corazones de los creyentes (Hechos 15:7-9). Pero, ¿qué significa ser limpio de corazón?
La limpieza del corazón es un tema que se toca varias veces en la Biblia. En el Antiguo Testamento, Dios le dice a Israel que deben ser un pueblo limpio de corazón (Deuteronomio 10:12-13, 18-19). Y en el Nuevo Testamento, Jesús enseña que la limpieza del corazón es mucho más importante que la limpieza física (Mateo 15:11-20). También podemos ver este tema en el libro de Hechos, donde Pedro predica que Dios ha limpiado los corazones de los creyentes (Hechos 15:7-9). Pero, ¿qué significa ser limpio de corazón?
La Biblia enseña que el corazón es el lugar donde mora nuestro espíritu ( Mateo 12:34-35). Es el lugar donde tomamos nuestras decisiones y donde viven nuestras emociones. Y el corazón está en constante contacto con nuestros pensamientos. Así que, si nuestro corazón está sucio, nuestros pensamientos y decisiones serán afectados.
La limpieza del corazón es un proceso que comienza con la conversión. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, Dios nos limpia de todo pecado (2 Corintios 5:17). Pero esto no es el final de la historia. A medida que vamos creciendo en nuestra fe, necesitamos seguir permitiendo que Dios nos limpie de todo lo que está contaminando nuestro corazón. Esto significa reconocer nuestros pecados, arrepentirnos de ellos, y buscar el perdón de Dios (1 Juan 1:9). También significa alejarnos de las cosas que contaminan nuestro corazón, como el mal pensamiento, la mala influencia, y el mal comportamiento (Efesios 4:17-32).
La limpieza del corazón es un proceso continuo que requiere la ayuda de Dios. Pero vale la pena el esfuerzo, porque cuando nuestro corazón está limpio, estamos en una mejor posición para servir a Dios y para vivir una vida abundante.
¿Qué quiere decir el limpio de manos y puro de corazón?
El «limpio de manos y puro de corazón» es una referencia a las Escrituras Hebreas, en particular a la Ley de Moisés. En la Ley, se ordenaba a los israelitas que se lavaran las manos y los pies antes de entrar en la presencia de Dios. También se les ordenaba que se purificaran ceremonialmente, a menudo. Estas ordenanzas físicas eran una representación de la necesidad de purificación espiritual.
En Mateo 5:8, Jesús dice: «Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.» Jesús está enseñando aquí que la verdadera pureza no viene de la limpieza física, sino de la limpieza del corazón. La pureza del corazón se refiere a la ausencia de malicia, lujuria, egoísmo y todos los demás pecados. Es un corazón que ama a Dios y a los demás por sobre todas las cosas.
La Biblia enseña que la pureza del corazón es la clave para ver a Dios. Mateo 5:8 dice: «Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.» La Escritura también enseña que la pureza del corazón es necesaria para servir a Dios de todo corazón. En 1 Corintios 6:19-20, Pablo dice: «¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros, que habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo.»
La pureza del corazón es, por tanto, una necesidad tanto para ver a Dios como para servirle de todo corazón.
Felices son los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.