La vida es injusta. Siempre lo ha sido, y siempre lo será. Las personas buenas son las que sufren el dolor y la injusticia más grandes, mientras que los malvados prosperan. Esto es especialmente evidente en la historia de Job. Job era un hombre bueno, honesto y justo, pero Dios permitió que Satanás lo azotara con toda clase de calamidades. Job perdió todo lo que tenía, incluso a sus hijos, pero no se quejó ni renunció a Dios. En cambio, Job siguió siendo fiel a Dios y reconoció que Dios es soberano y que todo lo que él hace es justo.
A veces, cuando las personas buenas sufren, pueden sentirse tentadas a renunciar a su fe. Pero debemos recordar que Dios es bueno y justo, y que él tiene un plan perfecto para nuestras vidas. No podemos comprenderlo todo, pero podemos confiar en que Dios sabe lo que está haciendo. Él nos ama y quiere lo mejor para nosotros, aunque a veces eso signifique sufrimiento.
Por qué la vida es tan injusta
A menudo, nos enfrentamos a situaciones en las que la vida parece ser injusta. Podemos vernos afectados por la enfermedad, el dolor, la pérdida, la injusticia o la muerte. Estas situaciones pueden ser muy difíciles de afrontar y es natural que nos preguntemos por qué suceden.
En primer lugar, es importante entender que Dios no es responsable de la maldad y el sufrimiento en este mundo. La Biblia nos enseña que Dios es bueno y amoroso, y que no es el autor del mal (Santiago 1:13). En cambio, la maldad es un resultado del pecado, que entró en el mundo cuando nuestros primeros padres cayeron en desobediencia a Dios (Génesis 3:1-7).
Aunque Dios no es responsable de la maldad, él sí nos da la esperanza de que un día todo será restaurado. En su bondad, Dios ha prometido que él va a terminar con todo el dolor y el sufrimiento, y que él va a establecer un mundo nuevo y perfecto (Apocalipsis 21:1-5). Esto es lo que la Biblia llama el «Nuevo Cielo y la Nueva Tierra».
En el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, Dios habitará con nosotros, y todas las cosas serán restauradas. No habrá más enfermedad, dolor, injusticia o muerte (Apocalipsis 21:4). Esto es lo que la Biblia llama la «consumación de todas las cosas».
Por lo tanto, podemos tener esperanza en medio de nuestras situaciones difíciles, sabiendo que un día todo será restaurado. Y en el meantime, podemos confiar en que Dios está con nosotros en nuestras dificultades, y que él nos dará la fuerza y el valor que necesitamos para afrontarlas.
Qué hacer ante una situación de injusticia
Deuteronomio 16:18-20 nos da instrucciones claras sobre cómo debemos lidiar con la injusticia: «Erigirás un tribunal y juzgarás con justicia. No tomarás en cuenta la apariencia de las personas, ni te dejarás llevar por el favoritismo. Con justicia juzgarás a tu prójimo, no permitas que el perverso te lleve a cometer injusticia.
«Tú sabes lo que es justo, porque la justicia es lo que Dios ordena. Así que debes tratar a todos con justicia, para que vivas y ocupes la tierra que Dios te da. Dios te ha prometido que te la dará, si solo sigues sus mandamientos y vives de acuerdo con su voluntad.»
Entonces, cuando veamos la injusticia, debemos actuar. No podemos permitir que el perverso nos lleve a cometer injusticia, sino que debemos luchar contra la injusticia y hacer lo correcto, aunque no siempre sea fácil.
Cuando la gente es injusta
La gente puede ser injusta de diversas maneras. Puede haber injusticia en el trato a una persona, en la aplicación de la ley, en el trabajo, en la educación o en cualquier otra área de la vida. La injusticia también puede ser cometida contra un grupo de personas, como una raza, un país o una religión. La injusticia es una de las mayores preocupaciones de Dios y Él ha dado instrucciones claras a sus seguidores para que luchan contra ella.
La Biblia nos enseña que todos los seres humanos son iguales ante los ojos de Dios (Génesis 1:27). Él nos ha creado a todos para que tengamos una relación personal con Él y para que vivamos de acuerdo a Sus principios. Debido a que todos somos iguales ante Dios, todos debemos ser tratados de la misma manera. La injusticia surge cuando una persona o un grupo es tratado de manera diferente a como lo merecen, ya sea porque son de una raza diferente, tienen una religión diferente o por cualquier otra razón.
La Biblia nos enseña que Dios aborrece la injusticia (Proverbios 6:16-19). Él no tolerará que sus hijos sean tratados injustamente y nos ha llamado a luchar contra la injusticia. Debemos ser justos en todo lo que hagamos y en todas nuestras relaciones. Debemos denunciar la injusticia y hacer todo lo posible para poner fin a ella.
Dios nos ha dado Su Palabra como una guía para vivir de acuerdo a Sus principios. En Su Palabra nos ha llamado a ser justos en todo lo que hagamos. Debemos orar para que Dios nos guíe a todos a vivir de acuerdo a Sus principios y a luchar contra la injusticia en todas sus formas.
¿Qué significa la vida no es justa?
Nuestra vida en este mundo es temporal e insegura. A menudo nos encontramos en medio de problemas y dificultades. A veces nos sentimos como si la vida no fuera justa. Pero, ¿qué significa realmente la vida no es justa?
La Biblia nos dice que este mundo no es nuestro hogar permanente (Hebreos 11:13-16). Debemos estar preparados para dejar este mundo y entrar en el cielo (Juan 14:1-3). En el cielo, todo será perfecto. No habrá más dolor, sufrimiento ni muerte (Apocalipsis 21:4).
La mala noticia es que todos hemos pecado y merecemos la muerte eterna en el infierno (Romanos 3:23). Pero, la buena noticia es que Dios nos ama y nos ha dado una manera de escapar del infierno. Jesucristo murió en nuestro lugar, y su muerte fue suficiente para pagar nuestros pecados (Juan 3:16). Podemos tener la vida eterna en el cielo si solo le pedimos perdón a Dios y le invitamos a entrar en nuestra vida (Hechos 16:31).
Si aún no has hecho esto, ¿por qué no lo haces hoy? La vida en este mundo no es justa, pero podemos tener la certeza de una vida mejor después de la muerte si solo leemos a Jesucristo.
La vida es injusta con las personas buenas porque a menudo las cosas malas le suceden a las personas buenas. Dios sabe que la vida es injusta y quiere ayudar a las personas buenas a superar las cosas malas que les suceden. Él es justo y bueno, y quiere que todos tengan una vida abundante y feliz.