Mi Reino no es de este Mundo

Desde el inicio de los tiempos, el hombre ha estado en busca de un reino perfecto. Ha intentado construir un reino aquí en la tierra, pero todos los esfuerzos han fracasado. El problema es que el hombre no tiene el poder para crear un reino perfecto. Sólo Dios puede hacerlo.

Dios ha establecido un reino perfecto que está más allá de este mundo. Este reino es el Reino de Dios. En este reino, todas las cosas están en orden y todos los seres vivos viven en armonía. No hay pecado, dolor o muerte. Es un lugar de paz y felicidad.

Todos los seres humanos estamos destinados a vivir en el Reino de Dios. Sin embargo, debido al pecado, estamos separados de Dios y no podemos entrar a ese reino. Pero Dios nos ama tanto que envió a su Hijo, Jesucristo, para salvarnos. Al aceptar a Jesús como nuestro Salvador, nos reconciliamos con Dios y nos abre las puertas para entrar al Reino de Dios.

Así que cuando nos enfrentamos a conflictos y problemas en este mundo, debemos recordar que nuestro verdadero hogar está en el Reino de Dios. Debemos seguir a Jesús y vivir de acuerdo a sus enseñanzas para que podamos estar preparados para entrar a ese reino cuando llegue el día.

Qué parte de la Biblia dice mi reino no es de este mundo

Juan 18:36 – Jesús le dijo: “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que no fuera yo entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí”.

Que se entiende con la frase que dijo Jesús Mi reino no es de este mundo

Jesús dijo esta frase en varias ocasiones, como cuando fue interrogado por Pilato sobre su reino. En ese contexto, Jesús estaba a punto de ser ejecutado por orden de Pilato, pero él no estaba preocupado por su propia muerte. En cambio, estaba preocupado por el futuro de su reino. Jesús sabía que su reino era divino y eterno, mientras que el reino de este mundo era temporal.

Jesús estaba diciendo que él no era un rey como los reyes de este mundo. Los reyes de este mundo buscan el poder y la riqueza, pero Jesús no. Jesús no buscaba el poder de este mundo, sino el poder de Dios.

Jesús estaba diciendo que su reino no era de este mundo, porque él no era un rey como los reyes de este mundo. Los reyes de este mundo buscan el poder y la riqueza, pero Jesús no. Jesús no buscaba el poder de este mundo, sino el poder de Dios.

En resumen, Jesús estaba diciendo que su reino era espiritual y no era de este mundo.

Qué fue lo que dijo Jesús en San Juan 18 36

«Yo soy el Rey de los Judíos» – Jesús

Entonces dijo Pilato a los que estaban de pie junto a él: «¿A cuál de los dos queréis que os suelte?» «¡Barrabás!» dijeron todos.

Pilato preguntó: «¿Y qué haré con Jesús, el que llaman el Mesías?» Todos respondieron: «¡Que sea crucificado!»

«¿Por qué? —les preguntó—. ¿Qué mal ha cometido?» Pero gritaban cada vez más: «¡Que sea crucificado!»

Al ver que no conseguía nada, salvo que el tumulto aumentaba cada vez más, Pilato tomó agua y se lavó las manos ante la multitud, diciendo: «No soy responsable de la muerte de este hombre. ¡Que haga ustedes mismos lo que les parezca!»

Y todo el pueblo respondió: «¡Que su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos!»

¿Cuándo Jesús habla que dijo del reino?

Jesús habló mucho acerca del reino de Dios. En Mateo 6:33, él dijo, «Busquen primer el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.» En Lucas 17:20-21, Jesús dijo que el reino de Dios no viene con observación, y que los hombres no pueden decir: «¡Aquí está! ¡O allí está!» Porque el reino de Dios está dentro de ustedes.

En Juan 18:36, Jesús dijo: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»

Así que, el reino de Dios es un reino espiritual que está dentro de nosotros. No es algo que podemos ver con nuestros ojos, pero sabemos que está allí por la forma en que vivimos nuestras vidas.

Aunque Jesús vivió en este mundo, él siempre supo que su verdadero hogar estaba en el cielo. En este versículo, Jesús deja en claro que su reino no es de este mundo y que él no está buscando la aprobación de este mundo. En vez de eso, Jesús está buscando la aprobación de su Padre celestial. Él sabe que su Padre es quien realmente cuenta y que él es quien tiene el control de todo. En este mundo, Jesús es el Rey de reyes y Señor de señores, pero él sabe que su verdadero reino está por venir.

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