Desde el momento en que Dios nos da la vida, Él nos ama y nos cuida. Aunque a veces no lo entendamos, Dios sabe lo que es mejor para nosotros y nos protege de todo mal. Como padre amoroso, Dios quiere lo mejor para sus hijos y nos protegerá siempre.
Qué dice la Biblia de la proteccion
La Biblia dice mucho acerca de la protección. Dios nos protege de nuestros enemigos, de las tormentas, de nuestros propios pecados y de la muerte. Dios es nuestro protector, nuestro castillo y nuestra roca. Él es nuestro refugio y nuestra fortaleza.
Dios nos protege de nuestros enemigos:
«Porque Jehová es mi roca, y mi fortaleza, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Porque es mi escudo, y el cuerno de mi salud, y mi alto refugio.» (Salmos 18:2)
«Mas Jehová estará a tu lado, y te librará; Guardará tu alma. Jehová defenderá tu salida y tu entrada Desde ahora hasta la eternidad.» (Salmos 121:8)
Dios nos protege de las tormentas:
«El que mora al abrigo del Altísimo, Se acoge a la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.» (Salmos 91:1-2)
Dios nos protege de nuestros propios pecados:
«Escucha, oh pueblo mío, y hablaré; Testificaré contra ti, oh Israel; Yo soy Dios, tu Dios. No te reprocharé por tus sacrificios, Y tus holocaustos están siempre delante de mí.» (Salmos 50:7-8)
Dios nos protege de la muerte:
«Porque Jehová es mi vida y mi salud; De él me apartaré?» (Proverbios 3:8)
«Jehová es mi pastor, nada me faltará.» (Salmos 23:1)
Dios es nuestro protector, nuestro castillo y nuestra roca. Él es nuestro refugio y nuestra fortaleza.
Qué protección para los hijos
Los hijos son un don de Dios. Como tal, debemos protegerlos y cuidarlos.
La Biblia nos da muchos consejos sobre cómo debemos proteger a nuestros hijos. Primero, debemos orar por ellos. Debemos pedir a Dios que los proteja y los guíe. También debemos enseñarles a orar. Segundo, debemos enseñarles a obedecer. Debemos enseñarles a hacer lo que Dios quiere que hagan. Esto les ayudará a evitar el peligro. Tercero, debemos mantener una comunicación abierta con ellos. Debemos hablar con ellos sobre lo que está pasando en sus vidas. Así podremos ayudarlos a lidiar con los problemas y el peligro. Cuarto, debemos protegerlos física y emocionalmente. Debemos mantenerlos a salvo de peligros físicos y ayudarlos a lidiar con el dolor y el sufrimiento. Esto los ayudará a ser fuertes y seguros. Quinto, debemos enseñarles a tomar decisiones. Debemos enseñarles a tomar las decisiones correctas. Esto les ayudará a evitar el peligro y a tomar las mejores decisiones. Sexto, debemos enseñarles a ser responsables. Debemos enseñarles a ser responsables de sus actos. Esto les ayudará a tomar las mejores decisiones y a ser responsables de sus vidas. Séptimo, debemos tener paciencia. Debemos tener paciencia con nuestros hijos. Esto nos ayudará a comprenderlos y a ayudarlos a crecer. Octavo, debemos enseñarles a ser amables. Debemos enseñarles a ser amables con los demás. Esto les ayudará a evitar el peligro y a tener mejores relaciones. Noveno, debemos enseñarles a ser humildes. Debemos enseñarles a ser humildes. Esto les ayudará a evitar el orgullo y a tomar las mejores decisiones. Décimo, debemos enseñarles a ser bondadosos. Debemos enseñarles a ser bondadosos con los demás. Esto les ayudará a tener mejores relaciones y a tomar las mejores decisiones.
En resumen, debemos proteger a nuestros hijos en todos los aspectos de sus vidas. Debemos orar por ellos, enseñarles a obedecer, mantener una comunicación abierta, protegerlos física y emocionalmente, enseñarles a tomar decisiones, enseñarles a ser responsables, tener paciencia, enseñarles a ser amables, enseñarles a ser humildes, y enseñarles a ser bondadosos.
Cómo se bendice a los hijos
«Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa del trabajo del hombre. Los hijos del hombre son como las flechas en la mano del guerrero. Dichosos los hijos que son su orgullo; viven en paz, aunque vayan a la guerra. Deja que tu niño te llame bendito, y que se alegre de tu presencia. ¡Dichoso el hombre cuya esposa es una mujer fuerte, que le ayuda en los años malos y lo hace feliz con sus hijos! ¡Cuán dichosos son los hijos del hombre que habitan en la casa del Señor, que andan en sus atrios y lo alaban! Dichosos los que habitan en tu casa, Señor, y te alaban de todo corazón. Dichosos los hombres cuyo refugio es el Dios de Jacob, cuyo esperanza está en el Señor su Dios, que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que es fiel para siempre; que hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. Dichosos los hombres que tienen misericordia, que prestan sin esperar nada a cambio. Dichosos los hombres que tienen su fuerza en ti, que se preparan para la batalla con corazones valientes. Dichosos los hombres que te temen, Señor, que se deleitan en obedecer tus mandamientos. Dichosos los hombres que siguen tus enseñanzas, que viven en tus atrios de la casa del Señor. Dichosos los hombres que confían en ti, Señor, que no buscan la ayuda de los ídolos. Dichosos los hombres que te honran, Señor, que aman tu nombre. Dichosos los hombres que te alaban, que viven en paz, porque tú los proteges de todo mal. Dichosos los hombres que tienen sus fuerzas en ti, y se alegran de que tus enseñanzas estén en su corazón. Dichosos los hombres cuya esperanza está en ti, Señor, y que no buscan la ayuda de los ídolos. Dichosos los hombres que te temen, y aman tus mandamientos. Dichosos los hombres que siguen tus enseñanzas, y viven en tus atrios de la casa del Señor. Dichosos los hombres que confían en ti, Señor, que no buscan la ayuda de los ídolos. Dichosos los hombres que te honran, Señor, que aman tu nombre. Dichosos los hombres que te alaban, que viven en paz, porque tú los proteges de todo mal. Dichosos los hombres que tienen su fuerza en ti, y se alegran de que tus enseñanzas estén en su corazón. Dichosos los hombres cuya esperanza está en ti, Señor, y que no buscan la ayuda de los ídolos.»
¿Que deben cumplir los hijos de Dios?
Los hijos de Dios deben cumplir los mandamientos de Dios y vivir de acuerdo a Su Palabra. Deben amar a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismos. Deben vivir en santidad, hacer lo correcto y evitar todo lo malo. Deben ser obedientes a Dios y a sus padres. Deben ser humildes, bondadosos y compasivos.
La Proteccion de Dios para sus Hijos es una promesa que Dios hace a todos aquellos que lo aman y lo siguen. Dios protege a sus hijos de todo mal y les da todo lo bueno. Dios es fiel a su palabra y nunca nos dejará ni nos abandonará.