Desde los tiempos antiguos, el fuego ha sido un símbolo de poder y transformación. En la Biblia, el fuego se usa a menudo como una metáfora para describir el poder de Dios. Jesús mismo se refirió a sí mismo como «venir a prender fuego en el mundo» (Lucas 12:49). Esta frase significa que Jesús trajo el poder de Dios a la tierra, y que su misión era cambiar el mundo para siempre. Este poder todavía está disponible para nosotros hoy. A través del Espíritu Santo, Dios puede quemar nuestros corazones y transformar nuestras vidas.
Qué significa la frase He venido a prender fuego en el mundo
Jesús dijo: «He venido a prender fuego en el mundo, y ¡cómo quisiera que ya ardiera!
Tengo un bautismo que cumplir, y ¡cómo me angustia hasta que se haya cumplido!
¿Pensáis que he venido a traer paz al mundo? No, os digo que he venido para traer divisiones.
Desde ahora, si dos de vosotros están de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidáis, mi Padre que está en los cielos lo hará por vosotros.
Porque donde estén dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
Mateo 5:43-48
En estos versículos, Jesús habla de cómo él ha venido a prender fuego en el mundo, y cómo su venida traerá divisiones. Él dice que él tiene un bautismo que cumplir – una referencia a su muerte en la cruz – y cómo él ansía que ese momento llegue. Jesús también habla de cómo él es la fuente de paz y de unidad, y cómo aquellos que están unidos a él pueden pedirle cualquier cosa y él se las dará.
En resumen, esta passage habla de cómo Jesús vino al mundo para traer el caos y la división, pero también la paz y la unidad. Jesús es la única fuente de paz y de unidad, y aquellos que están unidos a él pueden pedirle cualquier cosa y él se las dará.
Cómo me gustaria que ya estuviera ardiendo
Me gustaría que mi cuerpo estuviera ardiendo de deseo por Dios. Me gustaría que cada fibra de mi ser anhelara su presencia. Me gustaría que mi mente estuviera llena de pensamientos de él y de su amor por mí. Me gustaría que mi corazón late fuerte cada vez que lo veo. Me gustaría que todo en mí se derritiera a medida que me acerco a él. Me gustaría estar tan llena de su amor que no pudiera evitar manifestarlo. Me gustaría ser una luz que brilla para él en todo momento. Me gustaría ser un reflejo de su amor y de su glory.¿Cómo me gustaría que ya estuviera ardiendo?
La consecuencia del fuego es el juicio. El fuego viene para destruir lo que es malo. Dios nos juzgará a todos por nuestras obras. Creemos en Cristo, y él nos librará del juicio eterno.