La Santísima Cena es un sacramento que se celebra en la Iglesia Católica y en otras denominaciones cristianas. En la Cena, los fieles comemoran la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, recordando su sacrificio en la cruz. La Santa Cena es un mandato de Jesús, y él mismo dijo que debemos tomarla en su memoria.
Quién puede participar de la Santa Cena según la Biblia
La Santa Cena es una ordenanza que instituyó Jesús para que Su Iglesia la cumpliera hasta Su venida (1 Corintios 11:26). En la Última Cena, Jesús tomó pan y vino, partió el pan y dijo: “Tomad, comed; esto es mi cuerpo”. Luego, tomó la copa y dijo: “Bebed de él todos; porque esto es mi sangre del Nuevo Pacto, que es derramada por muchos para remisión de los pecados” (Mateo 26:26-28).
La Santa Cena es un memorial de la muerte de Cristo, y conmemora Su sacrificio por nuestros pecados. Al participar de la Cena, reconocemos que Cristo murió por nuestros pecados, y que Su muerte es la única base para nuestra salvación. Reconocemos también que, por medio de Su muerte, Jesús estableció un nuevo pacto con nosotros, y que Su sangre es el precio que pagó para perdonar nuestros pecados. Al participar de la Cena, estamos reconociendo y dando gracias a Dios por lo que Cristo ha hecho por nosotros.
La Biblia enseña que todos los que han creído en Cristo y han sido bautizados tienen derecho a participar de la Santa Cena (Hechos 2:41-42; 1 Corintios 10:16; 1 Corintios 11:23-26).
Cómo debo prepararme para participar en la Cena del Señor
La Cena del Señor es una ordenanza que se estableció para la iglesia cristiana. En 1 Corintios 11:23-26, Pablo instruye a los creyentes sobre cómo deben prepararse para participar en la Cena. Él dice: «Porque yo recibí del Señor lo que también os entregué: que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y, habiendo dado gracias, lo partió y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo, que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después de cenar, tomó también la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto, cada vez que la bebáis, en memoria de mí. Porque cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, proclamáis la muerte del Señor hasta que él venga».
Pablo enseña que la Cena del Señor es un memorial de la muerte de Cristo. Debemos prepararnos para participar de esta ordenanza con reverencia y temor de Dios. Debemos darnos cuenta de lo que estamos haciendo y de lo que Cristo hizo por nosotros. No debemos participar en la Cena con un corazón insensible o indiferente.
Cuál es el propósito de la Cena del Señor
La Cena del Señor es una ordenanza instituida por Jesús durante Su última cena con Sus discípulos, como un memorial de Su muerte y resurrección. Jesús explicó que la cena no era solo para recordar Su sacrificio, sino también para anticipar Su venida. «Haced esto en memoria de mí», dijo Jesús (Lucas 22:19).
La Cena del Señor es también una ordenanza para la iglesia, y no solo para los creyentes individuales. Es un acto de adoración que nos une a Cristo y a los demás creyentes. Al tomar la cena, celebramos la muerte de Cristo y nos comprometemos a vivir para Él. También confirmamos nuestra esperanza en Su segunda venida (1 Corintios 11:26).
¿Qué significa la palabra indignamente en la Biblia?
La palabra «indignamente» aparece en 1 Corintios 11:27. En esta pasaje, Pablo ha estado hablando sobre el sacramento de la Cena del Señor. En 1 Corintios 11:20-21, Pablo dice que cuando los cristianos se reúnen para comer la Cena, deben hacerlo «con temor y temblor». Deben considerar lo que están haciendo, y asegurarse de no hacerlo «indignamente».
La palabra «indignamente» significa hacer algo sin la debida reverencia o consideración. Pablo estaba diciendo que los cristianos deben considerar lo que están haciendo cuando se reúnen para comer la Cena. No deben hacerlo a la ligera o sin pensarlo. Deben considerar lo que representa la Cena.
La Cena representa el sacrificio de Cristo por nuestros pecados. Es un recordatorio de su muerte y de nuestra necesidad de salvación. Debemos considerar estas cosas cuando nos reunimos para comer la Cena. No debemos hacerlo a la ligera o con indiferencia.
Es un sacramento que deben tomar los miembros de la Iglesia que han sido bautizados. Se trata de un acto de comunión con Dios y con los demás miembros de la Iglesia.