Porque Me Afectan Tanto las Cosas

Desde el momento en que nacemos, estamos rodeados de cosas. A medida que crecemos y nos desarrollamos, nos volvemos más conscientes de lo que nos rodea y comenzamos a adquirir cosas. A algunas personas les gusta tener muchas cosas, mientras que otras prefieren tener menos. Sin embargo, a todos nos afectan las cosas de una manera u otra.

Cómo se llama cuando todo te afecta

A veces las personas piensan que si oran y leen la Biblia, y si son «buenas personas» Dios les dará una vida libre de problemas. Pero esto no siempre es así. Aunque Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, vivimos en un mundo caído que está lleno de dolor y sufrimiento. Esto significa que todos enfrentaremos momentos difíciles e incluso podemos experimentar dolor y pérdida.

En Juan 16:33, Jesús dijo: «Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán tribulación; pero tengan valor, yo he vencido al mundo». Jesús no prometió que no tendríamos problemas, pero sí prometió que él nos daría paz en medio de nuestras adversidades.

Entonces, ¿cómo podemos lidiar con el dolor y el sufrimiento? Primero, debemos recordar que Dios sabe lo que estamos pasando y que él nos ama. Aunque a veces no entendamos por qué estamos pasando por algo, Dios siempre está con nosotros y nunca nos dejará ni nos abandonará (Deuteronomio 31:6, Salmos 23:4).

En segundo lugar, debemos buscar ayuda de los demás. A menudo, el dolor y el sufrimiento son más fáciles de sobrellevar cuando tenemos el apoyo de familiares y amigos. En Mateo 5:4, Jesús dijo: «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados». Dios nos dio a otros para que nos ayuden a sobrellevar nuestras cargas (Gálatas 6:2).

En tercer lugar, debemos ser honestos con Dios sobre nuestro dolor y nuestro sufrimiento. A Dios no le gusta verte sufrir, y él quiere que le digas cómo te sientes. En Salmos 34:18, dice: «Jehová está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los contritos de espíritu». Dios quiere que le digamos lo que nos está pasando y que le pidamos ayuda.

En cuarto lugar, debemos tener esperanza. Aunque el dolor y el sufrimiento pueden parecer interminables, debemos recordar que Dios tiene un propósito para permitir que pasemos por estas cosas. En Romanos 8:28, dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados». Dios siempre está trabajando para nuestro bien, incluso en medio de nuestro dolor y sufrimiento.

Si estás pasando por un momento difícil, recuerda que Dios está contigo y que él sabe lo que estás pasando. Busca el apoyo de familiares y amigos, y sé honesto con Dios sobre cómo te sientes. Ten esperanza de que Dios está trabajando para tu bien, incluso en medio de tu dolor y sufrimiento.

Cómo hacer para que no te afecten tanto las cosas

Muchas veces nos afectan las cosas más de lo que deberían. Nos enojamos porque alguien nos hizo algo, pero ¿por qué nos afecta tanto? La Biblia nos da la respuesta a esta pregunta.

En primer lugar, debemos entender que todo lo que existe en este mundo es temporal. Nada dura para siempre, ni siquiera nuestras emociones. Por eso, no debemos aferrarnos a las cosas de este mundo, porque todo va a pasar.

En segundo lugar, debemos entender que nuestra verdadera felicidad no está en el mundo, sino en Jesucristo. Debemos buscar nuestra satisfacción en él, porque él es eterno.

Finalmente, debemos tener presente que todo lo que nos sucede en esta vida es para nuestro bien. Aunque a veces nos parezca que las cosas nos están pasando por algo malo, Dios siempre nos quiere dar lo mejor.

Si tenemos estas cosas en mente, no nos afectarán tanto las cosas de este mundo. Nos enfocaremos en lo que realmente importa: nuestra relación con Jesucristo.

Cómo saber si te sientes mal emocionalmente

La Biblia no habla directamente sobre el concepto de estar «mal emocionalmente». Sin embargo, hay versículos que pueden ayudarnos a identificar si estamos experimentando este tipo de dificultades. Estos versículos nos enseñan que debemos:

1. Aceptar que somos seres humanos imperfectos

«Porque yo conozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí» (Salmos 51:3).

«Así que, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así también la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron» (Romanos 5:12).

«Porque todos los que hacen el mal odian la luz y no se acercan a la luz, para que sus obras no sean reprendidas» (Juan 3:20).

2. Reconocer que el dolor y la tristeza son parte de la vida

«Entonces Jesús, llorando, dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a traicionar» (Juan 13:21).

«Y todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron» (Mateo 26:56).

«Viendo esto, lloró Jesús» (Juan 11:35).

3. Buscar ayuda y consejo de otros

«Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento» (Proverbios 3:5).

«En todo tiempo ama el amigo, y el hermano es nacido para la angustia» (Proverbios 17:17).

«Acérquense a mí, todos los que están cansados y cargados, y yo les haré descansar» (Mateo 11:28).

¿Por qué me afecta tanto lo que digan los demás?

La Biblia dice mucho sobre lo que los demás piensan de nosotros y cómo nos afecta. En Mateo 6:1-4, Jesús nos enseña que no debemos preocuparnos por lo que los demás piensen de nosotros. Debemos vivir para agradar a Dios, no a los hombres. En Mateo 10:28, Jesús dice que no debemos temer a los hombres, sino a Dios. Él sabe lo que pensamos y lo que hacemos, y nos juzgará por eso. En Juan 12:43, Jesús dice que debemos amar a los demás, incluso a nuestros enemigos. Debemos hacer el bien a todos, aunque ellos no lo merezcan. En Mateo 22:37-39, Jesús dice que el mandamiento más importante es amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. Y el segundo es tan importante como el primero: amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Debemos amar a Dios y amar a los demás, no importa lo que piensen de nosotros. Incluso si nos rechazan, debemos seguir amándolos. La Biblia también nos enseña que debemos respetar a los demás y tratarlos con amabilidad. En 1 Pedro 3:8-9, Pedro dice que debemos finalmente todos estar de acuerdo, tener compasión unos de otros, amarnos como hermanos, ser compasivos y humildes. Debemos tratar a los demás como queremos que nos traten. En Colosenses 4:6, Pablo dice que debemos hablar con sabiduría a los que están fuera de la fe, y siempre con amor. Debemos dejar que nuestro buen comportamiento hable por nosotros, y así los demás verán a Cristo en nosotros. En Santiago 3:13-18, Santiago dice que debemos controlar nuestra lengua, porque ella puede hacer que pequemos. Debemos hablar con sabiduría, y no hablar mal de los demás. Debemos hablar palabras que edifiquen y no destruyan. Debemos tener cuidado de lo que decimos, porque nuestras palabras pueden afectar a los demás, para bien o para mal. En 1 Juan 4:7-8, Juan nos enseña que debemos amar a los demás, porque Dios nos amó primero. Él nos dio su Hijo para que muriera por nuestros pecados. Debemos amar a los demás, porque Dios nos amó. No importa lo que los demás piensen de nosotros, lo único que importa es lo que Dios piensa de nosotros. Él nos ama, y nos dio a su Hijo para que muriera por nuestros pecados. Debemos seguir su ejemplo y amar a los demás, aunque ellos no nos amen.

La Biblia nos enseña que debemos tener cuidado con las cosas que nos afectan. Debemos estar vigilantes y no permitir que las cosas nos controlen. Debemos orar y pedir ayuda a Dios para que nos guíe y nos ayude a controlar nuestras emociones.

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