La parábola de los talentos es una de las historias más famosas de Jesús. En esta historia, Jesús enseña a sus seguidores que deben usar los dones que Dios les ha dado. Esta es una lección importante para todos, pero es especialmente importante para los niños. A los niños se les ha dado el don de la imaginación. Deben usar esta imaginación para aprender sobre Dios y para compartir el amor de Dios con los demás.
Cuál es el mensaje de la parábola de los talentos para niños
La parábola de los talentos es una enseñanza de Jesús sobre la responsabilidad y la fidelidad. En esta parábola, Jesús compara el reino de los cielos a un hombre que va a un país lejano y deja a sus siervos a cargo de su dinero. A un siervo le da cinco talentos, a otro dos y a otro uno, de acuerdo a sus habilidades. Los dos primeros siervos usan los talentos para ganar más dinero, pero el tercero esconde su talento en un agujero en el suelo. Al regresar, el hombre recompensa a los dos primeros siervos y castiga al tercero.
Jesús enseña que Dios nos ha dado diferentes dones y habilidades, y espera que usemos estos dones para glorificarlo y ayudar a otros. Cuando nos esforzamos por servir a Dios y a los demás de la mejor manera posible, estamos siendo fieles a nuestra llamada. Dios nos recompensará por nuestra fidelidad, pero castigará a aquellos que no hayan hecho nada con lo que se les ha dado.
Cómo enseñar a los niños sobre los talentos
En Mateo 25:14-30, Jesús habla de un hombre que se va de viaje y llama a sus siervos. A cada uno de ellos les entrega un talento (una moneda de oro), según sus capacidades. A uno le da cinco talentos, a otro dos y al tercero uno, y les dice que ganen más.
Al regresar, el hombre que recibió cinco talentos había ganado otros cinco. El hombre que recibió dos talentos había ganado otros dos. Pero el hombre que recibió un talento enterró el suyo en el suelo. Cuando el hombre regresó, el siervo que enterró su talento le dijo: «Señor, aquí está tu talento. Lo enterré porque tenía miedo de ti. Pensé que eras un hombre exigente que recogerías lo que no sembraste y exigirías rendir cuentas de lo que no pusiste en el suelo.»
Jesús le dijo al siervo: «Eres un mal siervo. Si sabías que era exigente, debías haber puesto mi dinero en el banco. Así, al regresar, yo habría recibido lo que es mío con intereses.» Luego, Jesús le dijo al hombre que enterró su talento: «Tú eres un mal siervo. Debías haber puesto mi dinero en el banco. Así, al regresar, yo habría recibido lo que es mío con intereses.»
Jesús enseña aquí que debemos hacer todo lo posible para utilizar los talentos que Dios nos ha dado. No podemos enterrar nuestros talentos, sino que debemos usarlos para glorificar a Dios y hacer Su voluntad. Jesús también nos enseña que somos responsables de lo que hacemos con los talentos que Dios nos ha dado. No podemos enterrar nuestros talentos, sino que debemos usarlos para glorificar a Dios y hacer Su voluntad.
Entonces, ¿cómo podemos enseñar a nuestros hijos a utilizar sus talentos para glorificar a Dios? Aquí hay algunas ideas:
- Orar por ellos: Debemos orar para que Dios les dé sabiduría y discernimiento a nuestros hijos para que puedan usar sus talentos de la mejor manera posible.
- Modelar el comportamiento: Debemos ser un buen ejemplo para nuestros hijos y mostrarles cómo usar nuestros talentos para glorificar a Dios.
- Enseñarles a servir: Debemos enseñarles a nuestros hijos que los talentos que Dios nos ha dado no son solo para nosotros, sino que también debemos usarlos para servir a los demás.
- Ayúdalos a descubrir sus talentos: Debemos ayudar a nuestros hijos a descubrir sus talentos y a desarrollarlos de la mejor manera posible.
Qué es el talento para niños
La Biblia nos enseña que Dios ha dado a cada uno de nosotros talentos especiales. Estos talentos son los dones que Dios nos ha dado para que podamos servirle y glorificarle. Mateo 25:14-30 nos enseña que debemos usar estos talentos para edificar el reino de Dios. Cuando somos fieles a usar los talentos que Dios nos ha dado, Él nos bendice y nos muestra más de Su gloria. Los talentos son una parte importante de la vida de un niño cristiano. Debemos orar para que Dios nos ayude a identificar los talentos que Él nos ha dado y luego buscar formas de usarlos para Su gloria. Al enseñar a nuestros hijos a hacer esto, estamos ayudándoles a seguir el plan de Dios para sus vidas.
¿Cómo trabajar la parábola de los talentos?
Jesús les contó una parábola a sus discípulos para enseñarles la importancia de hacer buen uso de lo que se les ha dado.
La parábola es la siguiente:
«El reino de los cielos es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno le dio cinco talentos (un talento era una suma de dinero muy grande), a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad. Luego se fue de viaje. El que había recibido los cinco talentos fue, inmediatamente, y negoció con ellos, y ganó otros cinco. De igual manera, el que recibió los dos, ganó otros dos. Pero el que había recibido uno fue, y cavó un hoyo en la tierra, y escondió su dinero. Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos, y procedió a rendir cuentas con ellos. Llegó el que había recibido los cinco talentos, y le presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, me entregaste cinco talentos. Mira, he ganado otros cinco talentos por encima de ellos’. Su señor le dijo: ‘Bien hecho, siervo bueno y fiel. Fuiste fiel en lo poco, tendrás autoridad sobre diez ciudades’. Llegó también el que había recibido los dos talentos, y dijo: ‘Señor, me entregaste dos talentos. Mira, he ganado otros dos’. Su señor le dijo: ‘Bien hecho, siervo bueno y fiel. Fuiste fiel en lo poco, tendrás autoridad sobre cuatro ciudades’. Llegó también el que había recibido un talento, y dijo: ‘Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra. Mira, aquí tienes lo que es tuyo’. Su señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí. Debías, pues, haber depositado mi dinero en el banco, para que, al regresar yo, lo hubiera recibido con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a este siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera. Allí será el llanto y el crujir de dientes’.
En esta parábola, Jesús enseña que todos los seres humanos tenemos una responsabilidad ante Dios de hacer buen uso de lo que se nos ha dado. No importa cuánto o cuánto poco tengamos, lo importante es que hagamos lo mejor posible con lo que tenemos.
Jesús también enseña que la recompensa de hacer buen uso de nuestros talentos será mucho mayor de lo que podamos imaginar. Aquellos que hacen buen uso de lo que se les ha dado, recibirán más de lo que esperaban.
Por último, Jesús enseña que aquellos que no hacen buen uso de los talentos que se les ha dado, serán castigados. No habrá excusas válidas para no haber hecho nada con lo que se nos ha dado.
Esta parábola es una gran enseñanza para todos nosotros. Debemos asegurarnos de hacer buen uso de los talentos que Dios nos ha dado, ya que él espera que rendamos cuentas por ellos.
La biblia nos enseña que debemos usar los dones que Dios nos ha dado. Debemos buscar siempre la manera de mejorar nuestras habilidades y de usar nuestros talentos para glorificar a Dios. Los niños pueden aprender mucho de esta parábola, ya que les enseña a valorar lo que Dios les ha dado y a utilizar sus dones para hacer el bien.
abril 12, 2023
Quiero que mi hijo aprenda las cosas de Dios