Oración a Jesús que Cura Enfermedades

En este artículo bíblico, oraremos a Jesús para que nos cure de nuestras enfermedades.

Cómo curar enfermedades con oraciones

En Mateo 21:22, Jesús dice: «Todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis». Esta promesa de Jesús nos muestra que podemos recibir sanidad de nuestras enfermedades mediante la oración y el ayuno. La oración es una forma poderosa de comunicarnos con Dios y de pedirle que interceda en nuestras vidas.

En Lucas 5:17,18, leemos acerca de un hombre que estaba paralítico y que fue sanado por Jesús. Los hombres que lo llevaban a Jesús tuvieron que abrir el techo de la casa para bajarlo ante Jesús. Jesús percibió la fe de aquellos hombres y dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados». Luego Jesús sanó al hombre diciéndole: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa» (Lucas 5:24,25).

En Juan 14:13-14, Jesús dice: «Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré». Esto nos muestra que Jesús está dispuesto a sanarnos de nuestras enfermedades si lo pedimos en su nombre.

En Juan 16:23-24, Jesús dice: «En aquel día no me pediréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré». Jesús está diciendo que cuando estemos en la presencia de Dios, no necesitaremos pedirle que nos cure de nuestras enfermedades, porque ya estaremos sanos.

La oración es una forma poderosa de comunicarnos con Dios y de pedirle que intervenga en nuestras vidas. Podemos confiar en que Dios nos escucha y responde a nuestras oraciones de acuerdo a su voluntad.

Cómo pedir a Dios por una enfermedad

Jesús sanó a muchas personas de enfermedades durante su ministerio. La Biblia también nos dice que él padeció mucho y fue sanado de nuestras enfermedades. Debido a esto, muchas personas creen que Jesús puede sanar nuestras enfermedades hoy. Esto es cierto. Jesús puede sanar nuestras enfermedades, pero a veces no lo hace. ¿Por qué?

Hay muchas enfermedades que no podemos evitar. Algunas enfermedades son causadas por nuestros propios comportamientos. Por ejemplo, fumar cigarrillos puede causar cáncer de pulmón. Comer en exceso y no hacer ejercicio puede causar enfermedades del corazón.

Otras enfermedades son causadas por factores que están fuera de nuestro control. Por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa del cerebro que afecta a muchas personas en la vejez. No sabemos por qué algunas personas contraen esta enfermedad y otras no.

Jesús puede sanar nuestras enfermedades, pero a veces no lo hace. ¿Por qué? Hay muchas enfermedades que no podemos evitar. Algunas enfermedades son causadas por nuestros propios comportamientos. Por ejemplo, fumar cigarrillos puede causar cáncer de pulmón. Comer en exceso y no hacer ejercicio puede causar enfermedades del corazón.

Otras enfermedades son causadas por factores que están fuera de nuestro control. Por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa del cerebro que afecta a muchas personas en la vejez. No sabemos por qué algunas personas contraen esta enfermedad y otras no.

A veces, Jesús sanó a las personas de su enfermedad, pero otras veces dejó que la enfermedad siguiera su curso. Esto puede ser difícil de comprender, pero podemos estar seguros de que Jesús sabe lo que está haciendo. Él sabe lo que es mejor para nosotros.

Podemos orar a Jesús para que nos sane de nuestras enfermedades, pero debemos estar preparados para cualquier cosa. A veces, Jesús sanará nuestra enfermedad, pero otras veces nos dará la gracia y el fortalecimiento necesarios para sobrellevarla.

Cómo orar si estás enferma

La enfermedad puede ser una experiencia muy difícil de afrontar. Es natural que nos sintamos ansiosos, tristes y a veces enojados. Aunque la enfermedad puede ser muy dolorosa, también nos puede acercar más a Dios. El dolor nos puede recordar que no somos inmortales y que necesitamos de Dios para ayudarnos a superar nuestras dificultades.

La Biblia nos enseña que Dios es nuestro sanador. El libro de Isaías dice: «Entonces se acercará a vosotros el Señor y sanará vuestras heridas» (Isaías 30:26). Dios puede sanar nuestras enfermedades físicas, pero también puede sanar nuestras heridas emocionales y espirituales. Podemos confiar en que Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros.

Cuando estamos enfermos, también necesitamos el cuidado y la ayuda de otros. La Biblia nos enseña a orar unos por otros cuando estamos enfermos. San Pablo dice: «Orad unos por otros para que seáis sanados. El poder de la oración es muy grande» (Santiago 5:16). Al orar, estamos pidiendo a Dios que interceda en nuestras vidas y nos ayude a superar nuestras dificultades.

Orar no es sólo una forma de pedirle a Dios que nos ayude. También es una forma de expresar nuestra gratitud y de alabarlo por su amor y misericordia. Aunque no siempre entendamos por qué nos suceden las cosas, podemos estar seguros de que Dios sabe lo que hace y que su amor nunca nos fallará.

¿Qué salmo es para los enfermos graves?

El Salmo 103 es un salmo de alabanza que exalta la misericordia de Dios. El salmo comienza con una invitación a todos los seres vivos para que alaben a Dios, ya que Él es el que perdona todas nuestras iniquidades y cura todas nuestras enfermedades. El salmo prosigue enumerando algunas de las obras maravillosas que Dios ha hecho por su pueblo, y termina con un llamado a los que aman a Dios para que lo alaben por toda la eternidad.

Aunque el Salmo 103 no se menciona explícitamente como un salmo para los enfermos, muchos cristianos han encontrado consuelo y esperanza en este texto cuando enfrentan enfermedades graves. En particular, la promesa de que Dios perdona todas nuestras iniquidades y cura todas nuestras enfermedades es una gran fuente de esperanza para aquellos que están luchando contra una enfermedad grave. Esta promesa nos recuerda que, aunque la enfermedad puede ser difícil, Dios está con nosotros y nos ama. Además, el hecho de que el salmo enumera todas las obras maravillosas que Dios ha hecho por su pueblo nos da esperanza de que, si Dios ha hecho tantas cosas maravillosas en el pasado, también puede hacer milagros en nuestras vidas.

En resumen, el Salmo 103 es un salmo de alabanza que nos recuerda la misericordia de Dios y nos da esperanza de que Él puede hacer maravillas en nuestras vidas, incluso cuando enfrentamos dificultades.

En la oración a Jesús que cura enfermedades, pedimos a Jesús que nos libere de toda enfermedad y nos dé su salud. Él nos ama y quiere que estemos sanos y salvos. Él es nuestro Salvador y Redentor.

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