Entre los muchos versículos de la Biblia que hablan de la sanidad, está éste de Isaías 53:5: «Por sus llagas fuimos nosotros curados». Este versículo nos muestra que Jesús no sólo fue sanado de nuestras enfermedades, sino que él mismo llevó nuestras enfermedades. Jesús no sólo vino a darnos la vida eterna, sino también la vida abundante (Juan 10:10). Dios quiere que estemos sanos y libres de toda enfermedad, y ésta es una de las muchas promesas que él nos ha dado en su Palabra.
Dónde en la Biblia dice que por sus llagas fuimos curados
En la biblia se nos dice que Jesús murió por nuestros pecados, y que fuimos curados por sus llagas. Esto se encuentra en Isaías 53:5, que dice: «Porque nuestras rebeliones fueron numeradas contra él, y nuestros pecados le hicieron cargar. Jesús llevó nuestras enfermedades, y nuestras dolencias sufrió».
También se nos dice en 1 Pedro 2:24 que «él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, habiendo muerto a los pecados, vivamos a la justicia. Por sus llagas ustedes fueron curados».
En resumen, Jesús murió en nuestro lugar, sufriendo el castigo que nosotros merecíamos. Al confiar en él, nuestros pecados son perdonados y somos curados de nuestras enfermedades. Esto es un don gratuito de Jesús, y esperamos que recibas este regalo con agradecimiento.
Qué nos dice Isaías 53 5
Nos dice que el Servicio de Isaías 53 5 es un sacrificio perfecto, que nuestros pecados son llevados por él. También nos dice que gracias a este sacrificio, nosotros podemos tener una relación correcta con Dios.
Qué dice Primera de Pedro 2 24
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la encontrará.
¿De qué sirve el hombre ganar el mundo entero si pierde o se arruina a sí mismo?
Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste el Hijo del Hombre se avergonzará cuando venga en su gloria, y en la del Padre y de los santos ángeles.
Os aseguro que algunos de los que están aquí no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios».
Este versículo de la Biblia nos enseña que fuimos curados de nuestros pecados a través de la muerte y la resurrección de Jesucristo. Él murió en nuestro lugar, sufriendo el castigo que nosotros merecíamos, para que podamos tener vida eterna.
