Desde el principio, Dios ha establecido un plan para que la humanidad viva en paz y prosperidad. Parte de ese plan es el establecimiento de reglas que todos deben seguir. Estas reglas se conocen como los Diez Mandamientos.
Qué pasó con las tablas de los Diez Mandamientos
Después de que Moisés descendió del monte Sinai con las dos tablas de piedra en las que estaban inscritos los Diez Mandamientos, se encontró con que el pueblo de Israel había cometido el pecado de adorar a un becerro de oro. Enfurecido, Moisés arrojó las tablas al suelo, las hizo añicos y exigió que se castigara a los culpables. Dios le dijo a Moisés que volviera a subir al monte y le daría otras dos tablas de piedra. Y así fue. Moisés permaneció en el monte durante cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber, mientras Dios le dictaba otra vez los Diez Mandamientos. Al final, Moisés volvió a bajar del monte con las nuevas tablas de piedra, y el pueblo de Israel cumplió los Diez Mandamientos y no volvió a cometer el pecado de adorar a un ídolo.
Dónde se encuentran las piedras de los Diez Mandamientos
La tradición cristiana dice que las piedras de los Diez Mandamientos se encuentran en el Monte Sinaí, en Egipto. Esto se basa en la historia bíblica del Éxodo, en la que Moisés recibió los Diez Mandamientos de Dios en el Monte Sinaí. La Biblia no dice nada sobre dónde se encuentran las piedras actualmente, pero hay muchas tradiciones sobre su paradero. Algunas personas dicen que las piedras se encuentran en el Monte Sinaí, mientras que otras dicen que están en el cielo. La verdad es que nadie sabe con certeza dónde se encuentran las piedras de los Diez Mandamientos. Lo único que sabemos con seguridad es que Dios nos ha dado los Diez Mandamientos para que vivamos de acuerdo a ellos.
La Biblia no dice explicitamente dónde se encuentran las tablas de los Diez Mandamientos. Sin embargo, hay algunas teorías sobre su ubicación. Algunos creen que las tablas fueron enterradas con Moisés en el monte Nebo, mientras que otros sostienen que fueron llevadas al cielo. La verdad es que no lo sabemos con certeza, pero lo que sí sabemos es que los Diez Mandamientos son la Palabra de Dios y que debemos seguirlos.
