Dad de Gracia lo que de Gracia Recibiste

Este pasaje bíblico encierra una importante lección para la vida de todos los cristianos. Debemos ser dados de gracia, es decir, mostrar misericordia y compasión hacia los demás, así como Dios lo ha hecho con nosotros. No podemos esperar recibir su amor y perdón si no estamos dispuestos a ofrecerlos a los demás. Esto es lo que nos enseña este versículo de la Biblia.

Qué significa dar de gracia lo que de gracia recibimos

Recibimos la gracia de Dios en Cristo Jesús, y esta gracia es un don gratuito que nos da salvación, pero ¿qué significa dar de gracia lo que de gracia recibimos?

Significa que debemos dar a los demás lo que hemos recibido de Dios gratuitamente. Debemos ser generosos con nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestro amor, y ayudar a los demás, especialmente a los necesitados.

La Biblia dice que debemos amar a nuestros enemigos, bendecir a los que nos maldicen, hacer el bien a los que nos odian y orar por los que nos maltratan y nos persiguen. (Lucas 6:27-28)

También dice que debemos dar sin esperar nada a cambio, y que debemos ser generosos en todo, especialmente con nuestro tiempo y nuestro dinero. (Lucas 6:38)

Dar de gracia significa ser generosos y amorosos, y tratar a los demás como queremos que nos traten. Debemos dar de gracia lo que de gracia hemos recibido de Dios.

Qué dice en Juan 1 16

En el primer capítulo de Juan, versículo 16, leemos: «Porque de su plenitud todos nosotros hemos recibido: gracia sobre gracia». Este versículo nos enseña que Dios es la fuente de toda gracia y que todos nosotros hemos recibido gracia de parte de Dios. La gracia de Dios es un don gratuito que nos da la salvación y nos ayuda a vivir una vida abundante. La gracia de Dios es un tesoro inagotable que está disponible para todos los que lo buscan.

Qué significa dar de gracia

La gracia es la actitud de bondad y amor de Dios hacia nosotros, independientemente de lo que hayamos hecho o de lo que merezcamos. Es su don de amor, perdón y salvación a los seres humanos, aunque no lo merezcamos. La gracia es un acto de la voluntad de Dios, y no de nuestra meritocracia. No podemos hacer nada para merecerla. Solo podemos recibirla como un don de Dios.

En la Biblia, la gracia es un tema central. Se menciona más de 170 veces en el Nuevo Testamento. Es la base de la salvación que Dios ofrece a los seres humanos caídos en pecado. La gracia es la clave para entender el amor y la voluntad de Dios hacia nosotros.

La gracia de Dios significa que él nos ama y nos perdona, aunque no lo merezcamos. Nos da su amor y perdón, aunque no podamos hacer nada para merecerlo. Es un don gratuito de Dios a los seres humanos.

La gracia de Dios también significa que él nos da la salvación de nuestros pecados. Nos da la vida eterna con él, aunque no podamos hacer nada para merecerlo. La gracia es el acto de amor de Dios hacia nosotros, aunque no lo merezcamos.

Dios nos da su gracia porque nos ama. Nos ama tanto que nos dio a su Hijo, Jesús, para que muriera en nuestro lugar. Jesús pagó el precio de nuestros pecados con su muerte en la cruz. Así, Dios nos da su gracia a través de Jesús.

La gracia de Dios es un don gratuito para todos los seres humanos. No importa lo que hayamos hecho o de lo que merezcamos. Dios nos ama y nos perdona, aunque no lo merezcamos. Solo podemos recibirla como un don de Dios.

¿Qué dice Mateo 10 8?

Jesús les dice a sus discípulos: “No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. No se vendan por dos gallinas, o por un par de zapatos, pues el que os ha dado el alma vale más que todo eso. No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Recordad que yo he enviado a vosotros como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y en sus sinagogas os azotarán. Aunque me entreguen a mí, no os preocupéis; porque el que me ha enviado sigue conmigo. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu Santo. ”Mateo 10:28-30

La gratitud es una de las virtudes más importantes que podemos cultivar. Debemos estar agradecidos por todas las bendiciones que recibimos, especialmente la de la salvación. Al aceptar a Cristo como nuestro Salvador, nosotros somos perdonados y tenemos el derecho de vivir eternamente con Dios. Debemos compartir la gratitud que sentimos con los demás, especialmente aquellos que aún no han experimentado la salvación.

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