El evangelio de Mateo comienza con la genealogía de Jesús. Esta lista de antepasados, que va desde Abraham hasta José, el esposo de María, da testimonio del cumplimiento de las promesas de Dios a Israel. Mateo presenta a Jesús como el cumplimiento de las Escrituras, el Mesías esperado por el pueblo de Israel. El nacimiento de Jesús en Belén fue anunciado por un ángel a los pastores, quienes recibieron esta noticia con alegría y se apresuraron a ver al niño. Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, y luego fue tentado por Satanás en el desierto. Después de esto, Jesús comenzó su ministerio público, anunciando el Evangelio del reino de Dios.
Como el relampago que sale del oriente versiculo
El versículo dice: «¿Acaso no será el día del SEÑOR oscuro, y no Luz? ¿Será éste día oscuro, y no claridad? Como si fuera fugitivo delante del relámpago, y delante del resplandor del sol, así vendrá el día del SEÑOR de los ejércitos.» (Amós 5:20).
El relámpago es una figura del Día del Señor, que vendrá como un ladrón en la noche. El Día del Señor será un día de escuchar la voz de Dios y de actuar conforme a su voluntad. No será un día de oscuridad, sino de Luz.
Por que como el relampago
En el Evangelio de Mateo, Jesús nos dice que debemos ser luz del mundo, y que debemos brillar por nuestras buenas obras para que los demás puedan ver nuestras buenas acciones y glorifiquen al Padre que está en los cielos. Jesús también nos dice que nuestra luz no debe estar escondida, sino que debemos ponerla en alto para que todos la vean.
Jesús comparó nuestra luz con una antorcha, y dijo que si escondemos nuestra luz, la oscuridad nos cubrirá. Pero si en cambio la ponemos en alto, entonces la luz brilla en todas direcciones y la oscuridad no puede ocultarla.
Jesús también comparó nuestra luz con un farol. Un farol no se pone debajo de una medida, sino en lo alto, para que los que vienen de lejos puedan ver su luz. De la misma manera, debemos poner nuestra luz en alto para que todos la vean.
Por último, Jesús comparó nuestra luz con el relámpago. El relámpago ilumina todo el cielo cuando sale, y así es como debemos ser nosotros. Debemos brillar con la luz de Cristo para que todos puedan ver nuestra luz y glorifiquen a Dios.
Cómo será la venida del Hijo del Hombre
Jesús dijo: “Todas las naciones verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará a sus ángeles con gran proclama, y reunirán a sus elegidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
De la higuera aprendan la parábola: cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca.
Así también ustedes, cuando vean todas estas cosas, sabrán que él está cerca, a la puerta.
Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
“Pero de aquel día y de aquella hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
Como en los días en que Noé entró en el arca, así será la venida del Hijo del hombre.
En aquellos días anteriores al Diluvio, la gente comía, bebía, se casaban y se daban en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca,
y no se dieron cuenta hasta que vino el Diluvio y se los llevó a todos. Así sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
“Entonces dos hombres estarán en el campo; uno será tomado y el otro será dejado.
Dos mujeres estarán moliendo en un molino; una será tomada y la otra será dejada.
“Por tanto, permanezcan alerta, porque no saben cuál será el día de su venida.
Pero comprendan esto: si el dueño de la casa supiera a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, permanecería alerta y no permitiría que el ladrón abriera un boquete en la pared de su casa.
Por eso ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que menos lo esperen.”
Pedro le dijo: —Señor, ¿es esta parábola solo para nosotros o para todos?
Jesús respondió: —¿Quién, entonces, es el fiel y prudente mayordomo a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que les dé a cada uno su ración de comida a su debido tiempo?
Feliz el mayordomo si su señor, al volver, lo encuentra cumpliendo con su deber.
Les aseguro que pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero, si el malvado mayordomo dice en su corazón: ‘Mi señor tardará en venir’,
y comienza a golpear a los siervos y a las siervas, a comer, a beber y a emborracharse,
el señor del mayordomo vendrá un día en que no lo espera y a una hora que no sabe,
y lo castigará severamente y le asignará un lugar con los hipócritas. Allí será el llanto y el crujir de dientes.
La Biblia nos enseña que Dios es nuestro Oriente, y que de El viene toda luz y toda verdad. Debemos buscar a Dios en todo, y dejar que su luz guíe nuestros pasos.
