Desde el momento en que Jesús caminó sobre la tierra, Él ha estado llamando a la gente a seguirle. Él no es un líder cualquiera, sino el Salvador del mundo. Él tiene el poder de perdonar pecados, dar vida eterna y transformar corazones. Jesús es digno de ser seguido, y aquí están cinco razones por las que deberías considerar seguirle:
1. Jesús es el único camino a la vida eterna. «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6).
2. Jesús nunca falla. «Todas las cosas me son posibles» (Marcos 14:36).
3. Jesús siempre está dispuesto a ayudar. «Estas cosas te he hablado para que en mí tengas paz. En el mundo tendrás aflicción; pero confía, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33).
4. Jesús nos ama sin condición. «Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8).
5. Jesús es el Rey de reyes y Señor de señores. «Delante de él caerán todos los que se levanten contra él. Y todo el que le ame será protegido por él. ¡Alabad al SEÑOR!» (Salmo 24:8-10).
Si aún no has seguido a Jesús, hoy es el día de tomar ese paso. Él te está esperando con los brazos abiertos, dispuesto a transformar tu vida.
Por qué y para que seguir a Cristo
Podemos seguir a Cristo porque nos ama y quiere que seamos libres. La Biblia dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16).
Cristo nos dio su vida para que tengamos vida eterna. Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). Si lo seguimos, él nos llevará a la verdad y nos dará una vida abundante (Juan 10:10).
Seguir a Cristo es la mejor decisión que podemos tomar. Nos dará una vida mejor, más abundante y llena de alegría. Seguirlo nos llevará a la verdad y a una vida eterna con él.
Qué debemos hacer para seguir a Cristo
Jesús dijo: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame” (Lucas 9:23). Para seguir a Jesús y ser verdaderos discípulos nuestra primera tarea es darle prioridad a Dios. Debemos estar dispuestos a dejar nuestros planes y aceptar los suyos. ¿Cómo podemos saber los planes de Dios para nosotros? A través de la Biblia, el Espíritu Santo y la oración. Tenemos que estar en constante communicación con Dios para que podamos discernir su voluntad.
Otra tarea es negarnos a nosotros mismos. Debemos aprender a vivir sencillamente y sin lujos innecesarios. Debemos estar dispuestos a renunciar a nuestros egos y a nuestras comodidades. También debemos estar dispuestos a perdonar a los demás y a no guardar rencor.
Otra tarea es tomar nuestra cruz. Debemos estar dispuestos a sufrir y a aceptar las dificultades que vienen con el seguimiento de Jesús. Debemos recordar que nuestro propósito en la vida es glorificar a Dios, y no buscar nuestra propia satisfacción.
Por último, debemos seguir a Jesús. Debemos dejar nuestra vida anterior y seguir sus pasos. Debemos imitar su humildad, su amor y su servicio. Debemos vivir como él vivió, y hacer lo que él nos mandó hacer.
Si estamos dispuestos a hacer estas cosas, entonces podremos seguir a Jesús y ser sus verdaderos discípulos.
Qué significa seguir el ejemplo de Cristo
Cristo es nuestro ejemplo a seguir. Él fue obediente a su Padre y nos enseñó a ser obedientes. También nos enseñó a amar a nuestro prójimo y a perdonar a nuestros enemigos. Se entregó a sí mismo para salvarnos y nos llamó a seguir su ejemplo.
Pero, ¿qué significa realmente seguir el ejemplo de Cristo? Algunas personas piensan que significa ser perfectos, pero esto no es necesariamente cierto. Nadie es perfecto, excepto Cristo. Seguir el ejemplo de Cristo significa tratar de imitar sus actitudes y sus acciones. Significa hacer lo mejor que podamos para vivir como él vivió.
Cristo nos enseñó a ser amables y a perdonar. También nos enseñó a servir a los demás y a no pensar siempre en nosotros mismos. Nos enseñó a orar y a confiar en Dios. Estas son algunas de las cosas que podemos hacer para seguir el ejemplo de Cristo.
Podemos seguir el ejemplo de Cristo al amar a los demás, incluso a nuestros enemigos. Podemos perdonar a los que nos hacen daño. Podemos servir a los necesitados. Podemos hacer lo mejor que podamos cada día. Y podemos orar, confiando en Dios para que nos guíe.
Seguir el ejemplo de Cristo no es fácil, pero es lo mejor que podemos hacer. Él es nuestro ejemplo, nuestro guía y nuestro Salvador. Busquemos seguir su ejemplo todos los días de nuestras vidas.
¿Cómo ganar a los jóvenes para Cristo?
Los jóvenes son el futuro de nuestra iglesia y nuestro mundo. Debemos hacer todo lo posible para llevarlos a Cristo. Aquí hay algunas formas en que puede hacerlo:
- Hágales saber que los quiere. A los jóvenes les gusta sentirse queridos y necesarios. Déles la oportunidad de ser parte de la iglesia y de servir. Hágales saber que los necesita y que ustedes valoran su participación.
- Sea un buen ejemplo. Los jóvenes aprenden mejor por el ejemplo. Si quiere que los jóvenes sirvan a Cristo, muéstreles cómo hacerlo. Si quiere que los jóvenes vivan una vida de pureza, muéstreles cómo vivir una vida pura. Los jóvenes necesitan ver a Cristo vivo en usted.
- Hágales preguntas. A los jóvenes les gusta que se les hagan preguntas. Hágales preguntas sobre sus vidas, sus intereses, sus sueños y aspiraciones. Escuche sus respuestas. Hágales más preguntas. Ayúdelos a pensar críticamente sobre sus vidas y sobre lo que realmente importa.
- Anímales a leer la Biblia. La Biblia es la Palabra de Dios. Es la fuente de toda la verdad. Alentelos a leerla y a estudiarla. Enseñe a los jóvenes cómo usarla como guía para sus vidas. Ayúdelos a ver cómo se aplica la Palabra de Dios a sus vidas.
- Ore por ellos. Los jóvenes necesitan de nuestras oraciones. Oremos para que sean guiados por el Espíritu Santo. Oremos para que encuentren la verdad. Oremos para que sean protectores de la fe. Oremos para que sean testigos del amor de Cristo.
Deuteronomio 6:4-9 dice: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor es uno. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Las palabras que yo te mando hoy deben estar en tu corazón. Enséñaselas a tus hijos y habla de ellas cuando estés en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás como señal en tu mano y serán por fronteras en tus frentes. Las escribirás en los marcos de tus puertas.»
Este versículo nos enseña que debemos enseñar a nuestros hijos acerca de Dios y de su Palabra. Debemos hablar de ello todos los días. Debemos hacer de nuestra vida un ejemplo de amor y de obediencia a Dios. Y debemos orar constantemente por nuestros hijos, para que puedan conocer y seguir a Cristo.
1. Cristo es el único camino a la salvación.
2. Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres.
3. Cristo es la única fuente de verdadera vida.
4. Cristo es la única esperanza de gloria eterna.
5. Cristo es el único Señor de nuestras vidas.