La carne puede referirse a muchas cosas, pero en general se trata de nuestros instintos naturales. La carne nos inclina hacia lo que es malo para nosotros, y nos aleja de Dios. La Biblia enumera algunos de estos deseos de la carne en varios lugares.
Cuáles son los deseos carnales
La Biblia no enumera todos los deseos carnales, pero sí nos da algunos ejemplos. Algunos de ellos incluyen el deseo de tener relaciones sexuales sin el matrimonio, el deseo de tener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo, el deseo de ser atendido sexualmente, el deseo de tener relaciones sexuales con animales y el deseo de ver o ver material pornográfico. Todos estos deseos son pecaminosos y deben ser resistidos.
El deseo sexual es un don de Dios y es parte de la naturaleza humana. Pero el deseo sexual debe ser controlado y canalizado de la manera correcta. El matrimonio es el contexto en el que Dios quiere que los seres humanos experimenten el placer sexual. El sexo fuera del matrimonio es pecaminoso y va en contra de la voluntad de Dios.
La Biblia también nos enseña que el sexo no es solo un acto físico, sino que es un acto de unión espiritual. El sexo es una forma de comunión entre un hombre y una mujer, y es una expresión de amor y de intimidad. El sexo es una forma de sellar un compromiso de matrimonio y de ser fiel a ese compromiso. El sexo es un recordatorio de que los esposos están unidos no solo de forma física, sino también de forma espiritual.
La Biblia también nos enseña que el sexo no es solo para la procreación, sino que también es para la intimidad y el placer. Dios quiere que los esposos disfruten del sexo y sean fieles a ese deseo. El sexo no es solo un acto físico, sino también un acto de amor y de intimidad.
Cuáles son los deseos de la carne versículo
En el versículo de la Biblia de Galatas 5:16-17, nos dice: «Porque los deseos de la carne son en contra de los del Espíritu, y los del Espíritu son en contra de los de la carne; porque éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis».
Aquí, Pablo está diciendo que hay dos fuerzas en nosotros que están en constante lucha: los deseos de la carne y el Espíritu. Los deseos de la carne son aquellos que provienen de nuestra naturaleza humana, y son en contra de los deseos del Espíritu. El Espíritu Santo habita en los creyentes, y nos da la fuerza para resistir a los deseos de la carne.
Los deseos de la carne son aquellos que nos llevan a pecar. Son impulsos naturales, pero son contrarios a la voluntad de Dios para nuestras vidas. Algunos de estos deseos incluyen el deseo de tener sexo fuera del matrimonio, el deseo de drogas y el alcohol, el deseo de robar, el deseo de mentir, etc. Todos estos deseos son contrarios a la voluntad de Dios para nosotros, y nos llevan a vivir una vida de pecado.
La buena noticia es que Dios nos ha dado el Espíritu Santo para que podamos resistir a los deseos de la carne. El Espíritu Santo habita en los creyentes, y nos da la fuerza para resistir a los deseos de la carne. Si nos esforzamos por vivir en obediencia al Espíritu Santo, podremos vencer a los deseos de la carne.
Cuáles son los pecados de la carne según la Biblia
La Biblia enumera una serie de pecados cometidos por la carne, y estos son algunos de los más comunes:
- La idolatría: es decir, el acto de adorar a otros dioses o imágenes en lugar de a Dios verdadero. La idolatría es un pecado contra el primer mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Éxodo 20:3-5; 1 Corintios 10:14; Gálatas 5:20)
- La fornicación: es decir, el acto sexual fuera del matrimonio. La fornicación es un pecado contra el segundo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Éxodo 20:14; 1 Corintios 6:18; Gálatas 5:19)
- La inmoralidad sexual: es decir, el acto sexual ilícito, como el incesto, el adulterio, la homosexualidad, la bisexualidad, la bestialidad, etc. La inmoralidad sexual es un pecado contra el segundo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Levítico 18:6-30; 20:11-21;Romanos 1:26-27; 1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:19-21)
- El fornicio: es decir, el acto sexual entre solteros. El fornicio es un pecado contra el segundo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (1 Corintios 6:9; Gálatas 5:19)
- El adulterio: es decir, el acto sexual de una persona casada con otra persona que no es su cónyuge. El adulterio es un pecado contra el segundo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Levítico 20:10; Mateo 5:27-28; Santiago 2:11)
- La homosexualidad: es decir, el acto sexual entre personas del mismo sexo. La homosexualidad es un pecado contra el segundo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Levítico 18:22; 20:13; Romanos 1:26-27; 1 Corintios 6:9; 1 Timoteo 1:10)
- La bisexualidad: es decir, el acto sexual tanto con personas del mismo sexo como del sexo opuesto. La bisexualidad es un pecado contra el segundo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Levítico 18:22; 20:13; Romanos 1:26-27; 1 Corintios 6:9; 1 Timoteo 1:10)
- La bestialidad: es decir, el acto sexual con animales. La bestialidad es un pecado contra el segundo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Levítico 18:23; 20:15-16; Deuteronomio 27:21)
- La avaricia: es decir, el deseo de poseer más de lo que se necesita, o el deseo de tener más dinero o bienes materiales. La avaricia es un pecado contra el tercer mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Éxodo 20:17; Mateo 6:24; Lucas 12:15; 1 Timoteo 6:10)
- La gula: es decir, el deseo excesivo de comida o bebida. La gula es un pecado contra el tercer mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Proverbios 23:2; Mateo 24:38; 1 Corintios 6:13; Efesios 5:18)
- La codicia: es decir, el deseo de posesión, el deseo de ser como Dios. La codicia es un pecado contra el tercer mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Éxodo 20:17; Mateo 6:24; Lucas 12:15; 1 Timoteo 6:10)
- La pereza: es decir, el deseo de evitar el trabajo o el esfuerzo. La pereza es un pecado contra el cuarto mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Proverbios 6:6-11; Mateo 25:26; 1 Timoteo 5:8; Hebreos 6:12)
- La ira: es decir, el enojo, el resentimiento, el rencor. La ira es un pecado contra el quinto mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Proverbios 14:29; Mateo 5:22; Efesios 4:26; Santiago 1:19-20)
- La envidia: es decir, el deseo de tener lo que otra persona tiene. La envidia es un pecado contra el sexto mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Proverbios 14:30; Mateo 27:18; Galatas 5:26; Tito 3:3)
- El orgullo: es decir, el deseo de ser mejor que los demás, el deseo de ser el número uno. El orgullo es un pecado contra el séptimo mandamiento, y es un acto de rebelión contra Dios. (Proverbios 16:18; Mateo 23:12; Lucas 14:11; 1 Juan 2:16)
¿Qué es ocuparse de la carne según la Biblia?
La carne es una parte importante de la Biblia y se usa como un término para referirse a la naturaleza humana, que está dominada por el pecado. La carne es contraria a lo espiritual y está en oposición a Dios. La Biblia dice que la carne es débil (Mateo 26:41) y que los seres humanos son carnales (1 Corintios 3:3). La carne también es pecaminosa (Romanos 7:5) y está sujeta a la muerte (Romanos 8:6).
La Biblia enseña que la carne debe ser controlada y no dominada por ella. (1 Pedro 2:11; 1 Corintios 9:27). Los creyentes deben vivir en el Espíritu y no en la carne (Gálatas 5:16, 25). Dios nos ha dado el Espíritu Santo para que nos ayude a controlar nuestra carne (Gálatas 5:17). Debemos orar para que Dios nos dé el poder de controlar nuestra carne (1 Pedro 4:2).
La carne sigue el mal deseo de la mente, sino el buen deseo de Dios. La carne quiere lo que es malo para nosotros, pero Dios quiere lo que es bueno para nosotros.