Desde los tiempos de Adán y Eva, Dios ha establecido el principio de que Él es nuestro Creador y nosotros somos sus hijos. Él nos ama y desea lo mejor para nosotros. Parte de ese «lo mejor» es que aprendamos a servirle a Él de todo corazón, ya que Él es el único digno de nuestro servicio y adoración. En este artículo, exploraremos la importancia de servir a Jehová y cómo podemos hacerlo en nuestras vidas.
Qué dice en la Biblia Josué 24 15
Josué convocó a todas las tribus de Israel para que se reunieran en Siquén. En medio de la asamblea, Josué levantó la voz y dijo: «Esto dice el Señor, el Dios de Israel:
“En otro tiempo ustedes vivían lejos de aquí, al otro lado del río Éufrates, y servían a dioses extraños. Pero yo escogí a su antepasado Abraham y lo saqué de Ur de los Caldeos. Luego le di el nombre de Abraham.
Después de esto, lo llevé de un país al otro y le multipliqué su descendencia. Le di a Isaac, y también a Isaac le di Jacob y Esaú. A Esaú le di el monte Seír para que fuera su territorio, mientras que Jacob y sus hijos descendieron a Egipto.
“Entonces envié a Moisés y a Aarón, y les di órdenes para que sacaran de Egipto a mi pueblo. Cuando los egipcios trataban a mi pueblo con crueldad, le pedí a Moisés que los sacara.
“Y ahora, ustedes han llegado al monte Seír, y han peleado contra sus habitantes hasta destruirlos. Pues bien, ahora vayan y adoren al dios que ellos sirvieron durante tanto tiempo. Pero si no quieren hacerlo, entonces oren a Jehová, para que él los libre de los enemigos que los rodean.”»
Los israelitas respondieron a Josué: «Haremos todo lo que Jehová nuestro Dios nos mande. Haremos exactamente lo que nos pidas.»
Entonces Josué hizo un pacto con el pueblo ese día, y estableció ordenanzas y decretos para ellos en Siquén.
Y todo esto lo escribió en el libro de la ley de Dios. Luego tomó una gran piedra y la colocó debajo de un árbol al lado del Santuario de Jehová.
Entonces Josué dijo a todo el pueblo: «Esta piedra servirá de testimonio contra nosotros, porque ella escuchó todas las palabras que Jehová nuestro Dios nos dijo. Así que será un testimonio contra ustedes, para que no mientan contra su Dios.»
Después Josué despidió al pueblo, cada uno a su territorio.
Donde dice en la Biblia Mi familia y yo serviremos al Señor
«Entonces todos los que temían a Jehovah hablaron unos con otros, cada uno con su compañero, y Jehovah estaba atento y oyó. Y vino un libro de remembranza ante Jehovah, y escribió en él a vista de ellos a los que temían a Jehovah y a los que ponderaban su nombre.» (Malaquías 3:16)
«Por tanto, anunciadlo entre las naciones, proclámalo, y levantad una señal. Hacedlo saber, y no escondáis nada. Decid: ‘Baúl es el rey de Babilonia; ha perecido, ha perecido, y ha quedado desolada la tierra de los caldeos por la espada de enfrente de ella’.”» (Jeremías 50:2)
«Y dijo Jehová a Moisés: “Ve a Faraón, porque yo he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para mostrar en medio de ellos estas mis señales, y para que me cuentes a oídos de tu hijo y el hijo de tu hijo cómo he tratado mal a Egipto y cómo he hecho estas señales en medio de ellos, para que ustedes sepan que yo soy Jehová”.» (Éxodo 10:1-2)
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “A todos los vasos de beber, en los cuales beben los reyes de la tierra y sus príncipes, y los que en ellos se hallan, los entregaré en mano de sus enemigos, que los buscan para que sean heridos de espada. Y a Jerusalén y a sus reyes los entregaré en mano de su enemigo, que los busca para que sea herida de espada. Por cuanto hicieron injerencia contra Jehová y contra su Cristo, quien es el Santo de Israel, porque edificaron a Jerusalén sobre derramamiento de sangre inocente.» (Sofonías 1:9-10)
Que nos enseña Josué 24
Josué 24 nos enseña tres lecciones importantes: la primera es que debemos servir a Dios de todo corazón; la segunda es que debemos seguir sus mandamientos; y la tercera es que debemos amar a nuestro prójimo.
La primera lección la aprendemos de la historia de Josué y la batalla de Jericó. Dios le dijo a Josué que atacara a Jericó, y Josué obedeció. Como resultado, Dios le dio la victoria. Esto nos enseña que debemos servir a Dios de todo corazón, y que él nos bendecirá si lo hacemos.
La segunda lección la aprendemos de la historia de Aarón y de sus hijos. Aarón fue el primer sacerdote de Israel, y sus hijos le siguieron. Dios les dio instrucciones muy específicas sobre cómo debían vivir y cómo debían servirle, y ellos las obedecieron. Esto nos enseña que debemos seguir los mandamientos de Dios, y que él nos bendecirá si lo hacemos.
La tercera lección la aprendemos de la historia de Rut y Noemí. Rut era una mujer moabita, y Noemí era su suegra. A pesar de que eran de diferentes naciones, Rut amó a Noemí y se quedó con ella cuando todos los demás se fueron. Esto nos enseña que debemos amar a nuestro prójimo, sin importar de dónde vengan o qué crean. Ruth nos enseña que el amor es más importante que cualquier otra cosa.
Josué 24 nos enseña tres lecciones importantes: la primera es que debemos servir a Dios de todo corazón; la segunda es que debemos seguir sus mandamientos; y la tercera es que debemos amar a nuestro prójimo. Todas estas lecciones nos ayudarán a vivir una vida feliz y abundante, y nos llevarán a la verdadera felicidad que sólo Dios puede dar.
¿Qué dice en Hechos 16 31?
En Hechos 16, Pablo y Silas estaban en Filipos, y durante una predicación, Pablo exclamó: «¡El Señor ha abierto a esta mujer de Lidia la puerta de la fe! ¡Así que ella ha creído y se ha bautizado con toda su familia!» Lidia era una mujer de negocios y, cuando Pablo le habló, «el Señor le abrió el corazón para responder a lo que Pablo decía». Más tarde, Pablo y Silas fueron arrestados, y Lidia les ayudó a escapar de la cárcel.
Conclusion biblica
La Biblia dice que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Lucas 10:27), y esto es especialmente cierto en nuestras familias. Debemos servir a Jehová con todo nuestro corazón, y esto significa que también debemos servirlo con nuestras familias. Debemos enseñarles a nuestros hijos acerca de Jehová y ayudarles a que establezcan una relación personal con él. Debemos orar por ellos y apoyarlos en todo momento. Cuando servimos a Jehová juntos como familia, estamos siguiendo su mandato y estableciendo un ejemplo para los demás.
