En la Biblia, Jesús nos enseña que un ciego no puede guiar a otro ciego. Esto significa que no podemos ayudar a los demás si no podemos ayudarnos a nosotros mismos. Debemos buscar la ayuda de Dios para que podamos ser mejores seguidores de Jesús.
Qué pasa si un ciego guía a otro ciego
«¿Qué pasa si un ciego guía a otro ciego? ¡Ambos caerán en el hoyo!
El discípulo no es más que su maestro; así que, si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.
¿Por qué eres tan insolente? ¿Por qué dices: “Yo no haré nada malo; soy inocente.”
¡Mira cómo hablas! Tú, que eres un hombre totalmente malvado, ¿hablas con rectitud?
Tú mismo eres testigo de tu propia maldad, y eso es lo que te condena.
¡Sabes muy bien lo que haces! ¡Como un burro salvaje, nacido para ser domesticado, vuelves a lo que naturaleza te dicta!
Cuando alguien le dice a un ciego: “Sígueme”, no responde: “¿Por qué?” Porque sería una insolencia.
¡Ay de ti, guía de ciegos! Tú dices: “Si alguno jura por el templo, eso no es nada; pero el que jura por el oro del templo, es culpable.”
¡Necios y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo que hace santo al oro?
Tú dices también: “Si alguno jura por el altar, eso no es nada; pero el que jura por la ofrenda sobre él, es culpable.”
¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace santo a la ofrenda?
El que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él.
El que jura por el templo, jura por él y por aquel que habita en él.
Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.»
Mateo 23:16-22
Qué quiere decir en Mateo 15 versículo 14
«¿Qué quiere decir en Mateo 15 versículo 14?
«En Mateo 15 versículo 14, Jesús está hablando con sus discípulos y les dice: «De nada sirve que uno diga: ‘Yo tengo fe’, si no tiene obras. La fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta».
Jesús aquí está diciendo que la fe por sí sola no es suficiente. Necesitamos tener la fe, pero también necesitamos ponerla en acción a través de nuestras obras. La fe sin obras está muerta.
Nuestras obras no nos salvan, pero son una evidencia de que tenemos fe. Al mostrar nuestra fe a través de nuestras obras, también estamos glorificando a Dios.
En este versículo, Jesús enseña que nadie puede guiar a otro si él mismo no sabe el camino. Esto es especialmente cierto en el camino de la vida, ya que nadie puede mostrarle a otro el camino a la salvación si él mismo no lo ha encontrado. Solo Jesús es el Buen Pastor que puede guiarnos a todos a la vida eterna.
