Tipos de Cristo en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, hay muchos pasajes que hablan de un Mesías futuro que vendría a salvar a su pueblo. Aunque el término «Cristo» no se usa explicitamente, estos pasajes sirven como tipos o figuras de Cristo. Algunos de los tipos de Cristo más evidentes son los siguientes:

Cuántos tipos de Cristo

En el Evangelio de Mateo, Jesús se presenta como el «Cristo, el Hijo del hombre» (Mt 16:13,27-28; 17:9,22; 26:63-64). También se le llama «el Cristo» en Juan 1:41; 4:25; 7:26; 9:22; 11:27; 12:34; 20:31. En Hechos 17:3, Pablo le llama «Cristo» a Jesús. Él es «el Cristo» en cuanto a que es el Ungido de Dios, el Mesías anunciado por los profetas (Hechos 3:20; 1 Juan 2:22; 4:14-15; 5:1).

Pablo también le llama «Señor Jesucristo» (1 Cor 1:3; 2 Cor 1:2; Gal 1:3; 6:14-15; Ef 1:1,3,15-16; Fil 1:1,2; Col 1:1,2,3,4; 2 Thess 1:1,2,12; 2 Tim 1:1,2,8,9; Tit 1:1; Phm 1:3,4,25). Jesús es «Señor» porque es el soberano Rey (1 Cor 15:25; Ef 1:20-23; Fil 2:9-11). Pero, también es «Cristo» porque es el Ungido de Dios. Es «Señor Jesucristo» como el Rey Mesías.

Jesús también se llama «nuestro Salvador, Jesucristo» (Lucas 1:47; 2:11; 3:6; Juan 4:42; Hechos 5:31; 13:23; Ef 5:23; Tit 2:13; 3:6). Él es nuestro Salvador en cuanto que nos libra de nuestros pecados (Hechos 13:39; 1 Tim 1:15; Tit 3:5).

Otros títulos y nombres de Jesús son: «Hijo de Dios» (Lucas 1:32-35; 3:38; Juan 1:34,49; 3:16,18; 5:25; 10:36; 11:4,27; 20:31; Rom 1:4; 8:3,32; Gal 2:20; 4:4,6; Ef 4:13; 1 Juan 3:8,16; 4:15; 5:5,20; Tit 3:6), «Emmanuel» (Mateo 1:23), «nuestro Gran Sacerdote» (Hebres 4:14; 5:5; 6:20; 7:26; 9:11; 10:21), «Cordero de Dios» (Juan 1:29; 1 Cor 5:7; 1 Pedro 1:19-20; Apocalipsis 5:6,12,13; 6:1,16; 7:9-10,14; 12:11; 13:8; 14:1,4; 15:3; 17:14; 19:7,9; 21:9,14,27; 22:1,3), «Cabeza de la Iglesia» (Ef 1:22-23; 4:15; 5:23; Col 1:18; 2:19), «Rey de Reyes» (1 Tim 6:15; Apocalipsis 17:14; 19:16).

En resumen, Jesús es el Cristo, el Ungido de Dios, el Hijo del hombre, el Señor, el Salvador, el Hijo de Dios, Emmanuel, el Gran Sacerdote, el Cordero de Dios, la Cabeza de la Iglesia, el Rey de Reyes.

Quién es Cristo en el Antiguo Testamento

Cristo es el Ungido, el Mesías, Prometido desde el principio de la creación. Él es el Hijo de Dios, enviado a redimir a la humanidad del pecado y darnos una nueva vida. En el Antiguo Testamento, Cristo es mencionado de muchas maneras, pero siempre es reconocido como el Salvador que ha de venir.

Cristo es llamado el Ungido (Isaías 61:1), el cual significa que él fue elegido por Dios para un propósito especial. Él es el Mesías o el Cristo (Juan 1:41), que significa «Ungido». Él es también el Hijo de Dios (Mateo 3:17), quien fue enviado para redimir al mundo de nuestros pecados. Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Él es nuestro Redentor, quien nos da vida (Isaías 43:3).

El Antiguo Testamento está lleno de profecías de Cristo. Él es el que ha de venir para salvar al mundo de nuestros pecados. Cristo es el Hijo de Dios enviado para redimir a la humanidad. Él es el Cordero de Dios, quien sacrificó su vida para nosotros. Cristo es nuestro Redentor y Salvador. En el Antiguo Testamento, Cristo es mencionado de muchas maneras, pero siempre es reconocido como el Mesías, el Ungido de Dios, quien ha de venir para salvar al mundo.

Qué son los tipos y los Antitipos

Los tipos son personajes bíblicos, acontecimientos, instituciones, etc., que representan a algo mayor. Los antitipos son los elementos a los que representan los tipos. Los tipos son como símbolos de algo más grande, y los antitipos son ese algo más grande.

Ejemplos de tipos y antitipos:

  • Cordero de los sacrificios – Jesús, el Cordero que fue sacrificado por nuestros pecados (1 Juan 1:29).
  • Moisés y la zarza ardiente – Moisés representaba a Cristo y la zarza ardiente representaba el Evangelio (Hebreos 3:5, 2:3).
  • La ley – Representaba el Evangelio, la Buena Noticia de Jesús (Gálatas 3:24).
  • El Tabernáculo y el Templo – Representaban el cuerpo de Cristo, donde habita el Espíritu Santo (Juan 2:21, 1 Corintios 6:19).
  • El Arca de Noé – Representaba el bautismo, que nos protege del juicio de Dios (1 Pedro 3:21).
  • Ruth y Noemí – Ruth representaba el pueblo de Dios, y Noemí representaba a Dios mismo (Ruth 1:16).

¿Cómo se llama a Cristo en el Nuevo Testamento?

En el Nuevo Testamento, Cristo es llamado por varios nombres, incluyendo «Jesús», «Cristo», «Señor» y «Hijo de Dios». Estos nombres reflejan las diversas facetas de Su carácter y Su papel en la salvación.

«Jesús» es el nombre más común que se le da a Cristo en el Nuevo Testamento. Significa «Jehová es salvación» o «Jehová es salud». Jesús es el Salvador prometido de Israel, el Mesías esperado. Él es también nuestro Salvador, librándonos del pecado y de la muerte. Jesús es el «más excelente» nombre (Hebreos 1:4).

«Cristo» es el título más usado para referirse a Jesús en el Nuevo Testamento. Significa «ungido». El Cristo es el Ungido de Dios, el Mesías esperado por Israel. Cristo también es nuestro Ungido, ungiéndonos con el Espíritu Santo para hacer buenas obras (Hechos 10:38).

«Señor» es el título más reverente usado para referirse a Jesús. Significa «señor» o «dueño». Jesús es el Señor de todo, incluyendo el universo, la historia, y nuestras vidas. Jesús es nuestro Señor y Salvador, guiándonos y protegiéndonos (Juan 20:28).

«Hijo de Dios» es un título usado para resaltar la naturaleza divina de Jesús. Significa «aquél que pertenece a Dios». Jesús es el Hijo de Dios, el Unigénito de Dios. Él es igual a Dios, pero también es nuestro hermano (Mateo 3:17).

Estos son sólo algunos de los muchos nombres que se le dan a Cristo en el Nuevo Testamento. Cada nombre resalta un aspecto diferente de Su carácter y Su papel en nuestra salvación. Jesús es nuestro Salvador, el Cristo de Dios, el Señor de todo, y el Hijo de Dios. Al conocer a Jesús por estos nombres, podemos conocerlo mejor y amarlo más profundamente.

La idea de que Cristo es el «Cordero de Dios» que fue sacrificado por nuestros pecados es una imagen que se ve repetida a lo largo del Antiguo Testamento. Esta idea se presenta de manera clara en el libro de Isaías, donde se dice que el «Siervo de Jehová» cargará con nuestras iniquidades y será traspasado por nuestras rebeliones. En este libro, también se nos dice que este Siervo sufrirá y morirá voluntariamente para rescatarnos de nuestros pecados.

En otras palabras, Cristo es el Cordero de Dios que fue enviado para ser sacrificado por nuestra salvación. Otros libros del Antiguo Testamento, como el de Génesis, también presentan a Cristo como el «Cordero de Dios» que será sacrificado. De esta forma, podemos ver que el Antiguo Testamento presenta a Cristo como el Cordero de Dios que fue enviado para salvarnos de nuestros pecados.

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