Tenemos este Tesoro en Vasos de Barro

La Biblia nos enseña que aunque somos como vasos de barro, tenemos un gran tesoro en nuestro interior. Este tesoro es el Espíritu Santo de Dios, que habita en nosotros y nos da vida eterna. Aunque somos frágiles e imperfectos, Dios nos ha escogido para ser Sus hijos e hijas, y nos ha dado Su Espíritu para que podamos vivir para Su gloria.

Qué significa tenemos este tesoro en vaso de barro

2 Corintios 4: 7-12

¿Qué significa tenemos este tesoro en vaso de barro?

Pablo dice en 2 Corintios 4: 7-12 que el propósito de Dios para darnos el Evangelio es que demos a conocer la gloria de Dios. Somos como vasijas de barro que contienen un tesoro inestimable. Aunque nuestro cuerpo físico está destinado a la muerte, el tesoro que guardamos en nuestro interior es eterno.

El Evangelio es el buen news de que Dios nos ha reconciliado a Él a través de la muerte y resurrección de Cristo. Esta es la esperanza que ofrecemos a los demás, la esperanza de una vida eterna en un mundo nuevo.

Aunque nuestro cuerpo esté enfermo o débil, el Evangelio es la fuerza de Dios que nos da vida eterna. Por lo tanto, debemos anunciar el Evangelio con confianza, a pesar de las dificultades que podamos enfrentar.

Qué quiere decir 2 Corintios 4 7

2 Corintios 4:7 dice: «Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excellencia del poder sea de Dios, y no de nosotros».

En esta versículo, Pablo está hablando de la naturaleza frágil del cuerpo humano. Aunque el cuerpo es débil, Pablo dice que el Evangelio es un tesoro precioso. El Evangelio es el poder de Dios para el salvación, y el poder de Dios está disponible para todos los que lo reciben.

Pablo dice que el Evangelio es un tesoro precioso. El Evangelio es el poder de Dios para el salvación, y el poder de Dios está disponible para todos los que lo reciben.

Qué es un vaso de honra según la Biblia

Según la Biblia, un «vaso de honra» es un término que se usa para describir a aquellos que han sido llamados por Dios para servir de manera especial. Esta palabra se usa tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y se puede encontrar en varios contextos diferentes. En general, el término se usa para describir a aquellos que han sido llamados para llevar a cabo un trabajo específico para Dios o para su pueblo.

En el Libro de 1 Samuel, el profeta Samuel usa este término para describir a Saul, el primer rey de Israel. Saul había sido llamado por Dios para ser el líder de su pueblo, y Samuel le dice: «No te has portado como Dios te ordenó, y por eso él ha decidido que no seas el rey de Israel. Pero el Señor me ha dicho que te vas a ungir como rey de Israel» (1 Samuel 15:17-18). En este contexto, el «vaso de honra» se refiere a Saul haber sido llamado para un trabajo específico.

También en el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo usa este término para describir a los creyentes. En su carta a los tesalonicenses, Pablo les dice: «Dios nos ha llamado para que vivamos una vida santa, no porque seamos más justos que los demás, sino porque él nos ha escogido para que seamos su pueblo. Y esto es lo que debemos hacer: abstenernos de la inmoralidad sexual, de toda clase de vicios, de avaricia y de idolatría. No debemos mentir ni ofender a los demás. No debemos envidiar a nadie» (1 Tesalonicenses 4:3-5). En este contexto, el término «vaso de honra» se refiere a los creyentes que han sido llamados por Dios para vivir de una manera santa.

En conclusion, un «vaso de honra» según la Biblia es aquel que ha sido llamado por Dios para servir de manera especial. Esta palabra se usa tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y se puede encontrar en varios contextos diferentes. En general, el término se usa para describir a aquellos que han sido llamados para llevar a cabo un trabajo específico para Dios o para su pueblo.

¿Cómo vasijas de barro versiculo?

«Así también ha elegido Dios al mundo miserable y decadente para mostrar su bondad en nosotros, los creyentes. Y de esto podemos dar gracias a Dios. Porque Dios nos llamó a ser parte de su familia cuando aún éramos pecadores. Nos amó tanto que nos dio a Cristo, quien murió en nuestro lugar para salvarnos de nuestros pecados. Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. Así que no nos avergonzamos de proclamar el evangelio de Cristo. Es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen, primero los judíos y también los gentiles. Dios muestra su justicia a través de la fe y la paciencia, porque él es justo y bueno. Él nos ha llamado a ser sal y luz en el mundo. Así que debemos dejar de vivir en pecado y comenzar a vivir de manera correcta, santos y piadosos, agradando a Dios en todo lo que hagamos. Debemos ser buenos ciudadanos y ayudar a los demás, enseñándoles la verdad del evangelio. Todo esto es posible porque Dios nos ha dado su Espíritu Santo»

Así también ha elegido Dios al mundo miserable y decadente para mostrar su bondad en nosotros, los creyentes. Y de esto podemos dar gracias a Dios. Porque Dios nos llamó a ser parte de su familia cuando aún éramos pecadores. Nos amó tanto que nos dio a Cristo, quien murió en nuestro lugar para salvarnos de nuestros pecados. Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. Así que no nos avergonzamos de proclamar el evangelio de Cristo. Es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen, primero los judíos y también los gentiles. Dios muestra su justicia a través de la fe y la paciencia, porque él es justo y bueno. Él nos ha llamado a ser sal y luz en el mundo. Así que debemos dejar de vivir en pecado y comenzar a vivir de manera correcta, santos y piadosos, agradando a Dios en todo lo que hagamos. Debemos ser buenos ciudadanos y ayudar a los demás, enseñándoles la verdad del evangelio. Todo esto es posible porque Dios nos ha dado su Espíritu Santo

La Biblia enseña que somos como vasos de barro, pero que tenemos el tesoro de la fe dentro de nosotros. Esto significa que somos frágiles, pero que Dios nos ha dado un tesoro que nos ayuda a superar nuestras debilidades. Es importante recordar que el tesoro de la fe no es algo que podemos ver o tocar, sino algo que se encuentra en nuestro corazón.

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