En el Evangelio de Lucas, Jesús está orando en el Huerto de Getsemaní justo antes de que lo arresten. En esta oración, Jesús pide a Dios que lo libere de la muerte que sabe que se avecina. Jesús también pide que Dios perdone a sus verdugos porque no saben lo que están haciendo.
Esta oración de Jesús es muy significativa porque nos muestra que, aunque sabía lo que le iba a pasar, Jesús estaba dispuesto a perdonar a sus verdugos. Esto es un ejemplo para nosotros de la importancia de perdonar, incluso cuando otros nos hacen daño.
Cuándo Jesús dijo perdonalos porque no saben lo que hacen
Jesús dijo esta frase cuando fue llevado ante el tribunal para ser condenado. Los jueces habían decidido que Jesús era culpable de blasfemia, y estaban a punto de sentenciarlo a muerte. Pero antes de que pudieran hacerlo, uno de los hombres que estaba allí, uno de los que habían estado presentes cuando Jesús curó a un hombre ciego, se levantó y dijo: «¿Acaso no teméis a Dios, para darnos cuenta de esto? Nosotros mismos hemos visto lo que él ha hecho, y ahora estáis aquí intentando matarlo, ¡aunque no ha cometido ningún crimen!» (Juan 7:21-22).
Estas palabras hicieron que los otros hombres se detuvieran y reflexionaran sobre lo que estaban haciendo. Y uno de ellos, Nicodemo, se levantó y dijo: «¿Es que nuestra ley permite condenar a un hombre sin antes oír lo que tiene que decir en su propia defensa? (Juan 7:51).
Así que los hombres se volvieron a Jesús y le preguntaron: «¿Tú eres el Mesías?» (Juan 7:26). Jesús les respondió: «Yo soy, y todavía estoy hablando con vosotros». (Juan 7:28). Pero ellos no creían que Jesús fuera el Mesías, porque sabían que el Mesías iba a ser un hombre poderoso que iba a librarlos del dominio romano. Y Jesús no parecía ser un hombre poderoso, así que ellos no creían que él fuera el Mesías.
Entonces Jesús les dijo: «Todavía estoy hablando con vosotros, y vosotros no me creéis. Las obras que yo hago en mi Padre, testifican de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano». (Juan 10:25-28).
Pero aun así, los hombres no creían en Jesús. Y entonces él dijo estas palabras: «¿Por qué me buscáis? ¿No sabéis lo que he hecho en el mundo?» (Juan 7:33). Ellos respondieron: «Nuestra ley lo condenará a muerte, porque dice que el Mesías es un blasfemo». (Juan 7:34).
En ese momento, Jesús se dio cuenta de que los hombres no sabían lo que estaban haciendo. Y dijo: «¿Por qué me juzgáis según la carne? Yo en realidad no juzgo a nadie. Y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió». (Juan 8:15-16).
Jesús sabía que los hombres no lo entendían, y que no sabían lo que estaban haciendo. Y les dijo: «Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo solamente lo que el Padre me ha enseñado». (Juan 8:28).
Y entonces Jesús les dijo estas palabras: «Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados». (Juan 8:24).
Los hombres todavía no entendían lo que Jesús estaba diciendo, así que Jesús les dijo: «Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo solamente lo que el Padre me ha enseñado». (Juan 8:28).
Después de decir esto, Jesús oró: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». (Lucas 23:34). Y luego, Jesús murió en la cruz.
Jesús supo que los hombres no entendían lo que estaban haciendo, y que estaban cometiendo un gran error al condenarlo a muerte. Y oró para que Dios los perdonara.
Oró para que Dios los perdonara, y Dios los perdonó. Y hoy, Dios está dispuesto a perdonar a todos los que le pidan perdón, porque todos cometemos errores.
Qué dice en Lucas 23 34
¿Qué dice en Lucas 23 34?
Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Luego añadió: «Dividid mi ropa entre vosotros y echad suertes».
La gente que estaba allí miraba fijamente a Jesús, y al ver que había muerto, comenzaron a golpearse el pecho. También los soldados romanos, que habían estado vigilarlo, se burlaban de él. Se acercaron a Jesús y le ofrecieron vino mezclado con hiel.
Pero después de probarlo, Jesús rechazó el vino diciendo: «No, ya he terminado».
Entonces uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante brotó sangre y agua.
El soldado que hizo esto dio testimonio de lo sucedido y su testimonio es verdadero. Él sabe que dice la verdad, porque estuvo allí cuando sucedió.
Todos estos acontecimientos cumplieron lo que había anunciado la Escritura: «No quedará hueso de él sin quebrantar».
Qué significa la segunda palabra que dijo Jesús en la cruz
La segunda palabra que Jesús pronunció desde la cruz fue «Padre». Dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lucas 23:34).
Algunos cristianos piensan que Jesús estaba pidiendo a Dios que perdonara a sus verdugos. Después de todo, en la oración que Jesús enseñó a sus seguidores, él dijo: «Padre, perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores» (Mateo 6:12).
Pero esa no parece ser la intención de Jesús en este momento. En lugar de eso, parece que Jesús está pidiendo a Dios que tenga misericordia de ellos. Él sabe que están cometiendo un error al matarlo, y no quiere que sean castigados por eso.
La misericordia de Dios es uno de los temas centrales de la Biblia. Dios se dice a sí mismo como «el Dios misericordioso y compasivo, lento para la ira y rico en amor y fidelidad» (Éxodo 34:6). Y el apóstol Pablo escribe: «Dios es fiel, por lo cual os llamó a entrar en comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Por esta razón, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera en que recibisteis el mandato de él de vivir en él, de la misma manera tengáis también compasión de los unos con los otros. Y en esto sabréis que sois discípulos míos, si tengáis amor los unos para con los otros» (Sant 1:9-10).
La misericordia es una de las características más destacadas de Dios, y es algo que él quiere que tengamos también. Cuando vemos a alguien cometiendo un error, podemos orar por ellos, como Jesús hizo por sus verdugos. Y podemos tener compasión de ellos, sabiendo que Dios puede usar nuestro amor para cambiar sus vidas.
¿Que nos enseña Lucas 23 24?
Lucas 23:24-25 nos enseña que debemos perdonar a nuestros enemigos, y no solo eso, sino también amarlos. Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Estas palabras nos enseñan que debemos perdonar aun a aquellos que nos hacen daño, porque no saben lo que hacen. Debemos amar a nuestros enemigos, y orar por ellos, para que Dios los perdone.
Lucas 23:34 dice «Y diciendo Jesús, Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Cuando Jesús fue crucificado, oró por aquellos que le crucificaron. Él sabía que no entendían lo que estaban haciendo. Pidio que su Padre los perdonara porque estaban actuando en ignorancia.
Jesús nos enseña que debemos perdonar a aquellos que nos hacen daño, incluso si no lo merecen. Debemos tener misericordia y compasión por aquellos que no saben lo que están haciendo. Debemos imitar el ejemplo de Jesús y perdonar a nuestros enemigos.