Desde mi niñez, he estado enferma. A menudo estaba en el hospital, y a veces pensaba que sería mejor si me quedara allí. No me gustaba el hospital, pero me sentía a salvo allí. Me sentía a salvo porque sabía que estaba en buenas manos. Los médicos y enfermeras me cuidaban, me daban de comer y me daban medicamentos para que me sintiera mejor.
Por qué me pueden internar
En Mateo 5:22, Jesús dijo: «Pero yo les digo que cualquiera que siga enojado con su hermano, será culpable ante el tribunal; cualquiera que diga ‘Raca’ a su hermano, será culpable ante el Consejo; y cualquiera que diga ‘Insulto’ a su hermano, será culpable ante el infierno de fuego.
En Marcos 3:29, Jesús dijo: «Pero si blasfema contra el Espíritu Santo, no le será perdonado jamás, sino que cargará con su culpabilidad para siempre.»
En Lucas 12:10, Jesús dijo: «Y cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.»
Por lo tanto, si alguien está enojado con su hermano o hermana, o si insulta o blasfema contra ellos, pueden ser internados. Sin embargo, si solo blasfema contra el Espíritu Santo, no le será perdonado jamás.
Qué tengo que hacer para que me internen en un hospital psiquiatrico
Muchas personas piensan que basta con decirle a un médico que están teniendo problemas para que él o ella los internen en un hospital psiquiátrico. Sin embargo, esto no es necesariamente así. A menudo, se requieren ciertos criterios para que una persona pueda ser admitida a un hospital psiquiátrico. Estos criterios varían de un lugar a otro, pero generalmente se basan en la evaluación de si la persona posee un riesgo inminente de hacerse daño a sí misma o a los demás. Si se determina que existe tal riesgo, la persona puede ser internada involuntariamente en un hospital psiquiátrico para que reciba tratamiento. Si no se cumple este criterio, es posible que aún se pueda internar voluntariamente, pero esto requerirá el consentimiento de la persona en cuestión.
Qué se necesita para entrar a un hospital
Para entrar a un hospital, se necesita una orden médica. Una orden médica es una prescripción médica que se puede conseguir de un médico, enfermera u otro profesional de la salud autorizado. También se puede conseguir una orden médica a través de una clínica u otro establecimiento de salud.
¿Qué pasa si pides el alta voluntaria en un hospital?
Puede que pienses que estás listo para irte del hospital después de una estadía, pero el personal médico necesita asegurarse de que estás lo suficientemente sano para irte. Si pides el alta voluntaria en contra de la opinión del personal médico, puedes enfrentar algunas consecuencias.
No recibirás la atención médica que necesitas
Si el personal médico cree que todavía necesitas atención médica, no te darán el alta. Esto significa que no recibirás la medicación o el tratamiento que necesitas y que tu estado de salud puede empeorar.
Puedes ser responsable de los costos
Si te vas del hospital antes de que el personal médico te dé el alta, puedes ser responsable de los costos de tu estadía. Esto es especialmente cierto si no tienes seguro médico.
Puedes poner en peligro a otros pacientes
Si te vas del hospital antes de que estés lo suficientemente sano, puedes poner en peligro a otros pacientes. Esto es especialmente cierto si tienes una enfermedad contagiosa.
Puedes enfrentar cargos penales
En algunos casos, puedes enfrentar cargos penales si te vas del hospital antes de que el personal médico te dé el alta. Esto es especialmente cierto si tu estadía se debe a una lesión causada por un accidente.
Antes de tomar la decisión de pedir el alta voluntaria, asegúrate de que estás lo suficientemente sano para irte. De lo contrario, podrías enfrentar algunas consecuencias graves.
Desde una perspectiva bíblica, no hay nada malo en querer estar internada en un hospital. Dios nos mandó a cuidarnos unos a otros, y eso incluye cuidar nuestra salud. Si estar en un hospital nos ayuda a estar más saludables y nos permite ayudar a otros, entonces es algo bueno.