«¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?» es un artículo bíblico que explora la cuestión de quién nos salvará de nuestra naturaleza pecaminosa. El artículo analiza el papel de Jesucristo en nuestra salvación y cómo su muerte y resurrección nos ofrecen la esperanza de la vida eterna.
Quién nos librará de este cuerpo de muerte
Romanos 7:24-25
24 ¡ Ay de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios, que por medio de Jesucristo nuestro Señor me librará. Así que, con el mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne, a la ley del pecado.
Qué quiere decir Romanos 7 7
En Romanos 7:7, Pablo habla de la ley y cómo se relaciona con el pecado. Él dice que el pecado fue activado por la ley. Esto significa que, sin la ley, el pecado no tendría el poder de dominarnos. La ley hace que el pecado sea más evidente, y también nos da la capacidad de tomar conciencia de nuestra propia naturaleza pecaminosa. En otras palabras, la ley nos ayuda a ver el pecado de lo que realmente es: una amenaza para nuestra vida y nuestra relación con Dios. Sin la ley, el pecado seguiría siendo una realidad, pero no tendría el mismo poder de control sobre nosotros.
Pablo también dice que el pecado fue activado por la ley para que el pecado tuviera un mayor impacto. La ley nos da la capacidad de comprender el pecado de una manera más profunda. Nos ayuda a ver cómo el pecado afecta a nuestra relación con Dios y cómo nos separa de Él. También nos da la capacidad de ver el pecado como algo que es perjudicial para nuestra salud física y espiritual. En resumen, la ley nos ayuda a darnos cuenta de que el pecado es algo que nos está haciendo daño a nosotros mismos y a nuestra relación con Dios.
Por último, Pablo dice que el pecado fue activado por la ley para mostrarnos que necesitamos a Cristo. La ley nos muestra nuestra necesidad de un Salvador. Sin la ley, tendríamos una idea muy distinta de lo que significa ser justos ante Dios. La ley nos muestra que el pecado es algo que nos aleja de Dios y que no podemos superar por nuestros propios medios. Nos muestra que necesitamos a Cristo para que Él nos libere del poder del pecado. En resumen, la ley nos muestra que necesitamos a Cristo, y nos lleva a Cristo.
Quién escribio Romanos 7
El apóstol Pablo escribió la carta a los Romanos. En esta carta, Pablo responde a la pregunta de un cristiano romano: «¿Quién será librado del castigo de Dios?» Él entiende que hay muchos romanos que preguntan esto, ya que ven que pecan a pesar de su amor por Dios. Pablo responde que los que aman a Dios son los que son libres del castigo de Dios.
Pablo dice que los que aman a Dios son los que son justificados por su fe. La justificación es el acto de Dios de perdonar los pecados de una persona y de hacerla justa en su sight. Pablo dice que la justificación es un don de Dios, y que nadie puede ganarla. Sólo Dios puede hacer que alguien sea justo.
Pablo dice que cuando una persona es justificada, Dios le da el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el que da la vida a las personas y es la fuerza de Dios que los ayuda a cumplir su voluntad. Pablo dice que el Espíritu Santo es el que nos guía a hacer lo que es bueno y correcto. Si somos guiados por el Espíritu Santo, entonces no tendremos que temer el juicio de Dios.
Pablo concluye diciendo que los que aman a Dios son los que son libres del castigo de Dios. Dios no castiga a los que son justos, ya que han recibido el perdón de Dios. Los que no aman a Dios serán castigados, ya que no han recibido el perdón de Dios. Pablo dice que Dios es justo al castigar a los que no aman a Dios, ya que no han recibido el don de la justificación.