La palabra «discípulo» se usa mucho en el Nuevo Testamento. A veces se usa para referirse a los seguidores de Jesús en general (Mateo 10:1; Juan 6:70), pero a menudo se usa para referirse a aquellos que eran especialmente cercanos a él y le seguían de cerca (Mateo 4:18-22; Juan 1:35-51). Estos últimos son a quienes nos referimos en este artículo cuando hablamos de «discípulos».
Qué significa un discípulo según la Biblia
Un discípulo bíblico es una persona que ha recibido el mensaje de Jesucristo y ha decidido seguir a Cristo como Señor y Salvador. Un discípulo es una persona que está aprendiendo los principios de la Palabra de Dios y está tratando de vivir de acuerdo a esos principios. Un discípulo es una persona que está siendo enseñada por Jesucristo y está siendo transformada por el poder del Espíritu Santo. Un discípulo es una persona que está involucrada en el proceso de hacer discípulos.
La palabra «discípulo» proviene del griego mathētēs que significa «alumno» o «aprendiz». En el Nuevo Testamento, la palabra se usa para referirse a aquellos que seguían a Jesús. Jesús llamó a muchas personas para que lo siguieran y fueran sus discípulos (Mateo 4:18-22; 9:9; Marcos 1:16-20; 2:13-14; 3:13-19; Juan 1:35-51). Jesús enseñó a sus discípulos muchas cosas, incluyendo los principios de la vida cristiana y el evangelio. Jesús también los envió a predicar el evangelio y a hacer discípulos en todo el mundo (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16).
Desde el día en que Jesús llamó a sus primeros discípulos, hasta hoy, el llamado a seguir a Cristo y a hacer discípulos sigue siendo el mismo. En Mateo 28:18-20, Jesús dijo a sus discípulos: «Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todas las cosas que yo os he mandado. Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:18-20).
Cristo llama a todos los seres humanos a seguirle y a ser sus discípulos. Sin embargo, el llamado a ser un discípulo va más allá de una simple decisión de seguir a Cristo. El llamado a ser un discípulo exige un compromiso de aprender de Cristo y de dejar que Cristo nos transforme. El llamado a ser un discípulo también exige un compromiso de vivir de acuerdo a los principios de la Palabra de Dios y de compartir el evangelio con otros.
Ser un discípulo de Cristo es un proceso continuo de aprendizaje y de crecimiento. No es algo que se logra de la noche a la mañana. Es un proceso que dura toda la vida. Es una aventura que nos lleva a lugares que nunca habíamos imaginado. Es una aventura que nos cambia para siempre.
Si estás buscando una nueva aventura en la vida, si estás buscando un propósito más grande, si estás buscando a Jesús, entonces el llamado a ser un discípulo de Cristo es para ti. No importa cuál sea tu edad, tu pasado, o tu situación actual, Cristo te llama a seguirle y a ser su discípulo. ¿Estás listo para responder al llamado?
Qué significa ser un discípulo
Un discípulo es un aprendiz, alguien que está dispuesto a aprender y seguir los pasos de su maestro. En el contexto de la Biblia, un discípulo es alguien que está dispuesto a aprender de Jesús y seguir su ejemplo.
Jesús mismo llamó a algunos hombres para que le siguieran y le enseñaran a vivir como él (Lucas 6:13). Estos hombres eran pescadores, como Pedro, Santiago y Juan, y no tenían mucha instrucción religiosa. Jesús los llamó personalmente y les enseñó todo lo que necesitaban saber.
Después de su muerte y resurrección, Jesús se les apareció a estos mismos discípulos y les dio instrucciones para que siguieran enseñando a otros lo que él les había enseñado (Mateo 28:19-20). Jesús les prometió que estaría con ellos siempre, hasta el fin del mundo.
Así, un discípulo es alguien que ha sido llamado personalmente por Jesús, que le ha enseñado y le sigue. Un discípulo es alguien que está dispuesto a aprender y a enseñar a otros lo que Jesús le ha enseñado.
Qué es un discípulo y sus características
Un discípulo es un aprendiz, una persona que está aprendiendo de un maestro. En el contexto de la religión, un discípulo es alguien que está aprendiendo de un rabino, pastor o líder religioso. En el Evangelio de Mateo, Jesús llama a 12 hombres para que sean sus discípulos, y estos discípulos son los que llevan su mensaje a todo el mundo. Los discípulos también son llamados «apóstoles», que significa «enviados».
Las características de un discípulo son que deben ser obedientes, apasionados y estar dispuestos a sacrificarse. Deben estar dispuestos a dejar todo lo que tienen y seguir a Jesús. Los discípulos también deben ser humildes y estar dispuestos a servir.
¿Cuál es el origen de la palabra discípulo?
Discípulo viene del griego mathetes, que significa «alumno». En el Nuevo Testamento y en la literatura cristiana primitiva, discípulo se usa para referirse a aquellos que han recibido la enseñanza de Jesús y han respondido a su llamado a seguirlo.
En el Evangelio de Juan, el término discípulo se usa para referirse a los seguidores de Jesús en general (Juan 1:35-51; 3:22, 26; 6:60-71; 8:31; 9:27; 12:26), y a veces se usa de manera específica para referirse a los Doce (Juan 6:67-71; 14:8, 20, 22, 24; 16:8; 20:4, 6, 8, 9, 11, 14-17; 21:1-19). También se usa para referirse a los seguidores de Jesús en general en los Evangelios sinópticos (Mateo 5:1; 9:11; 10:1, 4, 24-25; 11:1; 14:25; 18:1, 11, 25; 28:16, 20), aunque no se usa de manera específica para referirse a los Doce.
En el libro de los Hechos, discípulo se usa para referirse a los seguidores de Jesús en general (Hechos 6:1, 7; 11:26; 14:20, 21, 28; 15:10; 18:27; 19:1, 3, 9, 10; 24:14, 18, 19), y a veces se usa de manera específica para referirse a los apóstoles (Hechos 9:1, 26-28; 11:1; 14:4, 14; 15:22). En las cartas de Pablo, discípulo se usa tanto de manera general como específica para referirse a los seguidores de Cristo (Romanos 1:1; 6:17; 16:1, 4, 7, 9; Filipenses 1:1; 4:3; 1 Timoteo 1:2, 18; 2 Timoteo 2:2; Titus 1:1; Filemón 1:1, 9, 10).
En general, el término discípulo se usa para referirse a todos los seguidores de Cristo, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. A veces se usa de manera específica para referirse a los apóstoles o a los Doce, y a veces se usa para referirse a los seguidores de Cristo en general.
Un seguidor de Cristo que estudia la Palabra de Dios, ora, vive de acuerdo a sus principios y comparte el Evangelio con otros.
