Qué es un Apóstol según la Biblia

Según la Biblia, un apóstol es un mensajero de Cristo designado para proclamar el Evangelio y establecer iglesias. Los apóstoles también son llamados «embajadores de Cristo» (2 Cor. 5:20). La palabra «apóstol» viene del griego apostolos, que significa «enviado».

En el Nuevo Testamento, el término se usa específicamente para referirse a los doce hombres que Cristo escogió para que le acompañaran durante su ministerio (Marcos 3:13-19). Después de la ascensión de Cristo, el número de apóstoles se incrementó a cerca de setenta (Lucas 10:1).

En la actualidad, el término se usa de manera más amplia para referirse a cualquier persona que ha sido enviada por Cristo para proclamar el Evangelio. Esto incluye a los apóstoles del Nuevo Testamento, así como a los misioneros y evangelistas de hoy en día.

Qué es un apóstol biblicamente

En la Biblia, el término «apóstol» se usa de varias maneras. A veces se usa para referirse a los doce hombres que Jesús escogió personalmente para ser sus discípulos (Marcos 3:14; 6:30; Hechos 1:26). También se usa para referirse a los setenta discípulos que Jesús envió a predicar el evangelio (Lucas 10:1). Pero el término «apóstol» también se usa de manera más amplia para referirse a cualquiera que haya sido enviado por Jesús con el mensaje del evangelio. En esta acepción, los apóstoles incluyen a Pablo y a otros grandes evangelistas de la primera generación de cristianos (Hechos 14:4, 14; 2 Corintios 8:23; Gálatas 1:1).

Los apóstoles bíblicos eran hombres escogidos y enviados por Jesús para proclamar el evangelio. Fueron testigos de la resurrección de Jesús y recibieron el poder del Espíritu Santo para llevar a cabo milagros. Los apóstoles eran hombres que dieron testimonio de lo que vieron y oyeron, y fueron testigos oculares de la vida, el ministerio, la muerte y la resurrección de Jesús. Como tal, eran hombres dignos de confianza cuyas palabras podemos creer. Los apóstoles eran hombres que vivieron en comunión con Jesús y que, después de su ascensión, continuaron su labor de predicar el evangelio por todo el mundo. Su trabajo fue confirmado por los milagros que Dios hizo a través de ellos. Y su enseñanza es la base de nuestra fe cristiana.

Por lo tanto, podemos decir que los apóstoles bíblicos eran hombres especialmente escogidos y enviados por Jesús para ser testigos oculares de su vida, ministerio, muerte y resurrección. Fueron endoosados ​​por Jesús con el poder del Espíritu Santo para llevar a cabo milagros y confirmar su mensaje. Y su enseñanza es la base de nuestra fe.

Qué significa ser un apóstol

Un apóstol es un enviado. En el Nuevo Testamento, el término apóstol se usa de manera muy amplia y tiene varios significados. Los doce apóstoles de Jesús eran sus amigos más íntimos y sus principales colaboradores. Los apóstoles también eran enviados especiales de Jesús para llevar su mensaje a los gentiles (Hechos 9:15; 13:2).

Después de la ascensión de Jesús, el apóstol Pablo fue llamado a ser un apóstol especial para los gentiles (Gálatas 1:1, 15-16). Como apóstol, Pablo fue enviado especialmente por Jesús para llevar el Evangelio a los gentiles. Pablo fue el apóstol a los gentiles, mientras que Pedro fue el apóstol a los judíos (Gálatas 2:7-9).

En general, un apóstol era un hombre escogido por Jesús y enviado con autoridad especial para representarlo y proclamar su mensaje. Los apóstoles eran testigos oculares de la resurrección de Jesús (Hechos 1:22; 4:33) y, como tales, eran hombres de gran autoridad y credibilidad. Los apóstoles también eran hombres dotados de poder especial, como se ve en los muchos milagros que realizaron en el Nuevo Testamento (Hechos 5:12-16; 8:5-8; 9:32-35).

Para ser apóstol, un hombre no tenía que ser necesariamente uno de los doce. El término se usaba de manera más amplia para referirse a cualquier hombre escogido y enviado por Jesús, ya sea para llevar el Evangelio a un determinado grupo de personas o para realizar una labor específica. Los apóstoles eran hombres de gran autoridad y credibilidad, y fueron dotados de poder especial para realizar milagros.

Cuál es el don de apóstol

En primer lugar, es importante entender qué es un don. Un don es una habilidad especial que Dios nos da para servir a los demás. Algunos dones son más visibles que otros, pero todos son igualmente importantes.

Los apóstoles eran los doce hombres que Jesús eligió para que le ayudaran a llevar su mensaje a todo el mundo. Después de la ascensión de Jesús, los apóstoles se quedaron en Jerusalén y comenzaron a enseñar todo lo que sabían acerca de Jesús.

En el libro de los Hechos, vemos que los apóstoles hicieron grandes cosas para difundir el mensaje de Jesús. San Pablo, por ejemplo, viajó por todo el mundo para predicar el Evangelio. Debido a su trabajo, muchas personas vinieron a creer en Jesús.

El don de apóstol es un don muy importante, ya que los apóstoles son los que llevan el mensaje de Jesús a todas partes. Dios nos ha dado este don a todos los que creemos en Jesús, y es nuestro trabajo usarlo para ayudar a los demás a conocer a Jesús.

Los apóstoles eran los mensajeros especiales de Jesús, elegidos para anunciar el evangelio y establecer la iglesia. Debían ser testigos oculares de la resurrección de Cristo y ser llenos del Espíritu Santo. El ministerio de los apóstoles fue vital para la propagación y el desarrollo de la iglesia primitiva. Hoy en día, no existen apóstoles en el sentido bíblico de la palabra, pero el Espíritu Santo sigue obrando en la iglesia de Cristo a través de los dones de servir, de enseñar y de liderar.

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