Nadie puede dar una definición precisa de la santidad, pero quizás podríamos decir que se trata de la separación de lo profano y lo sagrado. En otras palabras, es aquello que es especialmente dedicado a Dios y, por tanto, tratado con respeto y veneración.
La santidad de Dios es algo que nos llama profundamente a la atención. No solo porque es la característica más sobresaliente de su naturaleza, sino también porque nos resulta tan difícil de comprender. En muchas ocasiones nos sentimos atraídos por la santidad de Dios, pero a la vez nos asusta su magnitud y su trascendencia.
Qué es la santidad en Dios
La santidad es la cualidad de ser separado para Dios, es decir, consagrado a Él y apartado para su servicio. La santidad es, en primer lugar, una cualidad de Dios. Él es Santo (1 Pedro 1:16). La santidad es, en segundo lugar, una ordenanza divina para los seres humanos. Dios nos ordena ser santos, porque Él es santo (Levítico 19:2).
La santidad significa también pureza, perfección y excelencia. Dios es perfecto en todos sus atributos, y su santidad es un reflejo de su perfección. Por lo tanto, cuando Dios nos ordena ser santos, nos está ordenando ser puros y perfectos como Él es puro y perfecto.
La santidad es una cualidad que todos los seres humanos debemos aspirar a alcanzar. No podemos alcanzarla por nuestros propios esfuerzos, sino sólo por la gracia de Dios. Sin embargo, debemos esforzarnos por vivir una vida santa, porque es la forma en que agradaremos a Dios.
La santidad es una cualidad que se logra a través de la obediencia a Dios. Obedecer a Dios es la forma más segura de alcanzar la santidad. Todos los que quieren agradar a Dios deben esforzarse por obedecer sus mandamientos.
La santidad es también una cualidad que se logra a través del arrepentimiento. Debemos arrepentirnos de nuestros pecados y volvernos a Dios. Solamente cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y buscamos la ayuda de Dios, podemos alcanzar la santidad.
En resumen, la santidad es la cualidad de ser separado para Dios. Es una cualidad que se logra a través de la obediencia a Dios y del arrepentimiento. Todos los que quieren agradar a Dios deben esforzarse por vivir una vida santa.
Qué es la santidad de Jesús
La santidad de Jesús es un misterio que se nos revela a través de la fe. Nosotros sabemos que Jesús es santo porque la Biblia nos lo dice. Pero, ¿qué significa realmente ser santo?
La santidad es la perfección de la naturaleza humana. Es la plenitud de la justicia, de la bondad y de la verdad. Jesús es la perfección de todas estas virtudes. Él es la verdad, la bondad y la justicia misma. Él es santo porque es perfecto.
Podemos ver la santidad de Jesús en su vida. Él vivió una vida sin pecado. Hizo el bien a todos los que le rodeaban. Y fue fiel a su misión de salvación hasta el final. Jesús es santo porque vivió una vida sin mancha ni tacha.
La santidad de Jesús es un don de Dios. Jesús mismo dijo que era santo porque Dios lo había elegido para llevar a cabo su misión salvífica. Dios hizo de Jesús un hombre santo para que nosotros también podamos alcanzar la santidad.
La santidad de Jesús es un desafío para nosotros. Nos llama a seguir sus pasos y a vivir una vida santa. Podemos empezar a vivir como Jesús vivió, haciendo el bien y evitando el mal. Podemos buscar la santidad en nuestras propias vidas.
Dios es santo porque es perfecto, justo y bueno. Dios nos llama a vivir en santidad porque quiere que vivamos en comunión con Él. Santidad es separarnos del pecado y seguir a Dios de todo corazón.
