La gracia de Dios es un don gratuito de Dios a los seres humanos. Es la presencia de Dios que nos da la fuerza y el poder para vivir una vida santa. La gracia de Dios nos ayuda a crecer en nuestra relación con Él y a llevar una vida abundante.
Cómo se obtiene la gracia de Dios
La gracia de Dios se recibe cuando somos perdonados de nuestros pecados. La gracia de Dios nos da la vida eterna. La gracia de Dios es un don de Dios a los que le aman. La gracia de Dios nos ayuda en nuestras necesidades.
Cómo crecía Jesús en gracia
Jesús crecía en gracia y en sabiduría ante Dios y ante los hombres (Lucas 2:52). El versículo no dice que Jesús crecía en gracia sólo ante Dios, sino también ante los hombres. Esto quiere decir que la gente que lo rodeaba podía ver una diferencia en él en cuanto a su carácter, actitud y sabiduría. Jesús no sólo era un niño normal que iba creciendo, sino que su crecimiento era evidente para todos.
¿Cómo podemos saber que Jesús crecía en gracia? Lucas nos dice que Jesús crecía en sabiduría. La sabiduría es la capacidad de entender y aplicar correctamente la verdad. Jesús entendía la verdad de Dios de una manera que nadie más podía. Aplicaba la verdad de Dios a su propia vida y a la vida de los demás. Podemos ver esto en la forma en que enseñaba, oraba y actuaba.
También nos dice que Jesús crecía en gracia. La gracia es el favor de Dios hacia nosotros. No significa que Dios haya dejado de ser justo, sino que nos muestra misericordia y nos perdona. Jesús crecía en el favor de Dios, lo cual significa que Dios estaba complacido con él.
Lucas 2:52 nos dice que Jesús crecía en gracia y en sabiduría ante Dios y ante los hombres. Esto quiere decir que no sólo era evidente para Dios, sino también para los hombres, que Jesús era alguien especial. Jesús no sólo crecía en gracia y en sabiduría, sino que también crecía en el favor de Dios. Esto nos muestra que Jesús era un niño obediente y amoroso que buscaba agradar a Dios en todo.
Qué significa crecer en las cosas de Dios
Crecer en las cosas de Dios es un proceso continuo de llegar a ser más como Jesucristo. No es un evento de una sola vez o algo que solo sucede cuando oramos o leemos la Biblia. En cambio, es una decisión diaria de seguir a Jesús y permitirle que transforme nuestras vidas.
La Biblia nos dice que si buscamos primero el Reino de Dios, Su justicia nos será añadida (Mateo 6:33). Esto significa que a medida que crecemos en nuestra relación con Dios, también creceremos en nuestra obediencia a Su Palabra y en nuestro deseo de agradarle.
Para crecer en las cosas de Dios, debemos estar dispuestos a cambiar. La Biblia dice: «No os conforméis al modelo de este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestro entendimiento. Entonces podréis probar y aprobar cuál es la voluntad de Dios, su voluntad buena, agradable y perfecta» (Romanos 12). :2).
Si no estamos dispuestos a cambiar, nunca creceremos. Debemos estar dispuestos a dejar nuestras viejas costumbres y permitir que Dios nos cambie a su imagen. Este proceso suele ser doloroso y difícil, pero vale la pena porque da frutos que perduran.
A medida que crecemos en las cosas de Dios, experimentaremos su gozo y paz. También encontraremos que tenemos un mayor deseo de obedecerle y agradarle. También nos convertiremos en testigos más efectivos de Cristo al compartir su amor con quienes nos rodean.
Entonces, ¿qué significa crecer en las cosas de Dios? Significa permitirle que nos cambie a su imagen para que podamos experimentar su gozo y paz y ser testigos más efectivos de él. Es un proceso que requiere nuestra voluntad de cambio, pero vale la pena porque da frutos que perduran.
¿Qué quiere decir por la gracia de Dios soy lo que soy?
Gracia significa favor. Dios nos muestra su favor al perdonarnos nuestros pecados y darnos la oportunidad de tener una relación con él. Él nos ama a pesar de nuestra naturaleza pecaminosa. La gracia de Dios nos hace justos a los ojos de Dios. Él nos da la gracia de ser sus hijos.
La gracia de Dios nos da la oportunidad de cambiar. Nos da la fuerza para dejar nuestro pasado pecaminoso atrás y vivir una vida nueva. La gracia de Dios nos da esperanza para el futuro. Sabemos que Dios nos ama y que nos está preparando un lugar en su reino.
Por la gracia de Dios somos lo que somos. Somos hijos amados de un Padre bondadoso. Tenemos una nueva vida en Cristo. Somos perdonados, aceptados y amados. Por la gracia de Dios tenemos esperanza para el futuro.
La gracia de Dios es su amor y misericordia hacia nosotros, manifestados en la salvación que nos ofrece a través de Jesucristo. Para crecer en la gracia de Dios, debemos aceptar a Cristo como nuestro Salvador y Señor, y luego seguir sus enseñanzas, dejando que su Espíritu Santo nos guíe y nos transforme.