A veces es difícil saber qué decir a alguien que no cree en Dios. Es posible que se sienta frustrado o incluso enojado. Si bien es importante respetar sus creencias, también es importante recordar que la Biblia nos llama a compartir el Evangelio con todos. Aquí hay algunas ideas de cómo hacerlo de manera respetuosa y efectiva.
Cómo se puede hablar de Dios
Hablar de Dios es una de las cosas más difíciles de hacer. No podemos verlo ni tocarlo, y a veces ni siquiera sabemos si existe. Aun así, muchas personas han tratado de explicar lo que creen que es Dios. Algunos dicen que es el creador del universo, otros dicen que es una fuerza misteriosa que gobierna el mundo, y otros dicen que es una idea en nuestras mentes. Todas estas explicaciones tienen algo de verdad, pero ninguna es completamente correcta.
La mejor manera de entender a Dios es a través de la Biblia. La Biblia es un libro que nos habla de Dios y de su plan para nosotros. Dios nos ha revelado a nosotros mismos a través de su Palabra. Aunque la Biblia no nos dice todo lo que queremos saber acerca de Dios, nos da una buena idea de quién es él.
Podemos ver a Dios como el creador del universo en Génesis 1:1. «En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.» Dios hizo todo lo que existe, y lo hizo perfecto. También podemos ver a Dios como una fuerza misteriosa que gobierna el mundo. Jesús dijo en Juan 3:16, «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» Dios nos ama tanto que envió a su Hijo para que muriera por nuestros pecados. Esto nos muestra que Dios es justo y que quiere que todos nos arrepintamos de nuestros pecados y le sigamos.
También podemos ver a Dios como una idea en nuestras mentes. Pablo dice en 1 Corintios 2:11, «Porque ¿quién de los hombres sabrá las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.» Dios es más grande que nuestras mentes, y no podemos comprenderlo completamente. Pero podemos tener una idea de quién es a través de su Espíritu.
La mejor manera de hablar de Dios es a través de la Biblia. La Biblia nos da una buena idea de quién es Dios, y nos ayuda a entender su plan para nosotros.
Quién es Dios para ti
Dios es todo para mí. Él es mi Padre, mi Salvador, mi Señor, mi Rey, mi Amigo, mi Consejero y mi Roca. Dios es mi todo en todo. Él es mi protector, mi guía y mi fuerza. Dios es mi luz en medio de la oscuridad. Él es mi esperanza en medio de la adversidad.
Dios es todo lo que necesito. Él es mi sustento, mi proveedor, mi sanador y mi libertador. Dios es mi fortaleza, mi roca y mi protector. Él es mi luz en medio de la oscuridad. Él es mi esperanza en medio de la adversidad.
Dios es mi todo en todo. Él es mi Padre, mi Salvador, mi Señor, mi Rey, mi Amigo, mi Consejero y mi Roca. Dios es mi luz y mi guía. Él es mi fuerza y mi protector. Dios es mi esperanza y mi sustento. Dios es todo para mí.
Cómo creer y tener fe en Dios
La Biblia dice mucho acerca de la fe y cómo debemos tener fe en Dios. La fe es esencial para la vida cristiana, y sin ella, no podemos agradar a Dios. (Hebreos 11:6) La fe es simplemente tener confianza en Dios y en lo que él ha dicho. Es creer que Dios existe y que él es quien dice ser. (Juan 8:24) La fe también es creer en el amor de Dios y que él tiene un buen plan para nosotros. (Jeremías 29:11)
La Biblia dice que la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17) Esto significa que debemos llenarnos de la Palabra de Dios para que podamos tener la fe necesaria para seguir adelante. Debemos leer, estudiar y meditar en la Palabra de Dios todos los días. (Salmos 1:2-3) También debemos orar para que Dios nos dé la fe y la sabiduría que necesitamos. (Stg. 1:5)
La fe también requiere obediencia. Debemos seguir los mandamientos de Dios y hacer lo que él nos dice que hagamos. (Juan 15:14) Debemos andar en amor, como Cristo nos mandó. (Efesios 5:2) Debemos ser obedientes a los líderes de nuestras iglesias y a los que Dios ha puesto sobre nosotros. (Hebreos 13:17)
La fe también requiere que tolemos a los demás y perdonemos, así como Dios nos ha perdonado. (Efesios 4:32) Debemos ser humildes y no juzgar. (Santiago 4:11-12) Debemos ser compasivos y amorosos. (1 Juan 3:18)
Creyendo en Dios y tener fe en él, nos dará la vida eterna. (Juan 3:16) Es la fe en Cristo lo que nos salva, no el hecho de haber hecho buenas obras. (Efesios 2:8-9) La fe es un don de Dios, y él nos dará la fe si le pedimos. (Stg. 2:5)
¿Cómo acercarse a Dios católicos?
Los católicos creemos en un solo Dios que existe en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios es perfecto, bueno y amoroso. Él nos ama y quiere que estemos cerca de Él. ¿Cómo podemos acercarnos a Dios?
Primero, debemos reconocer que somos pecadores. Todos hemos cometido pecados y estamos separados de Dios. Necesitamos aceptar que nuestros pecados nos alejan de Dios y que necesitamos Su ayuda para vencerlos.
Segundo, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y decidir seguir a Jesús. Dios nos perdonará y nos dará la gracia para cambiar nuestras vidas. Debemos dejar de lado nuestros malos hábitos y seguir los mandamientos de Dios.
Tercero, debemos orar. Debemos hablar con Dios cada día, contándole nuestras alegrías y preocupaciones. También debemos leer la Biblia y aprender más sobre quién es Dios y cómo quiere que vivamos.
Cuarto, debemos recibir los sacramentos. Los sacramentos son un regalo de Dios que nos ayuda a crecer en nuestra relación con Él. Los sacramentos también nos dan gracia para ayudarnos a vivir nuestras vidas como Dios quiere.
Quinto, debemos ayudar a los demás. Debemos servir a los demás, especialmente a los que necesitan ayuda. Al ayudar a los demás, estamos ayudando a Dios.
Siguiendo estos pasos, podremos acercarnos más a Dios y tener una mejor relación con Él.
La Biblia nos enseña que debemos amar a nuestros enemigos, y orar por aquellos que nos persiguen. Debemos ser amables con todos, especialmente con aquellos que no creen en Dios. Debemos tratar de comprender sus puntos de vista, y luego presentarles el Evangelio de manera clara y sencilla.
