Que Aprendemos del Discipulo al que Jesús Amaba

El Discípulo a quien Jesús amaba es una figura desconocida para muchos cristianos. Sin embargo, este hombre fue uno de los más cercanos a Jesús durante su ministerio. Aprendemos mucho de él acerca de la forma en que Jesús enseñaba y vivía su fe. También nos da una visión íntima de la amistad y el amor que Jesús tenía para sus seguidores.

Quién es el discípulo a quien amaba Jesús

Uno de los discípulos, al que Jesús amaba, estaba reclinado sobre el pecho de Jesús durante la Última Cena. Jesús le dijo: «Ese es el discípulo a quien amo, y él me ama». Debido a esta declaración, muchos han especulado sobre la identidad del discípulo a quien Jesús amaba.

Algunos sostienen que el discípulo a quien Jesús amaba era Juan, el autor del Evangelio según Juan. Juan también era conocido como «el discípulo amado». Otras personas sostienen que el discípulo a quien Jesús amaba era Pedro, ya que Jesús le dijo a Pedro: «Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia» (Mateo 16:18).

Aunque no se puede saber con certeza quién era el discípulo a quien Jesús amaba, lo que sí sabemos es que Jesús amaba a todos sus discípulos, y nos invita a amarle a él también. «El mandamiento nuevo que les doy es que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, ustedes también deben amarse los unos a los otros» (Juan 13:34-35).

Qué podemos aprender de los discípulos de Jesús

Los discípulos de Jesús eran un grupo de personas que le siguieron durante su ministerio en Tierra Santa. Aprendieron de él, le escucharon atentamente y vieron sus milagros. Luego, después de su crucifixión y resurrección, fueron testigos de su gloria. Los discípulos nos enseñan muchas lecciones importantes sobre la fe, la amistad y la obediencia.

1. Los discípulos nos enseñan que la fe es importante. La fe es la confianza en Dios y en su promesa de salvación. Los discípulos creían en Jesús y estaban dispuestos a seguirlo a dondequiera que fuera. Debemos tener la misma confianza en Dios y estar dispuestos a seguirlo sin importar las consecuencias.

2. Los discípulos nos enseñan la importancia de la amistad. Los discípulos eran un grupo de amigos que se querían y se respetaban. Aprendían juntos y se ayudaban unos a otros. Debemos buscar amigos que nos animen a seguir a Jesús y nos ayuden a crecer en nuestra fe.

3. Los discípulos nos enseñan la importancia de la obediencia. Los discípulos obedecían a Jesús y hacían lo que él les decía. Debemos estar dispuestos a obedecer a Dios y a seguir sus mandamientos.

Los discípulos de Jesús nos enseñan muchas lecciones importantes sobre la fe, la amistad y la obediencia. Debemos seguir sus ejemplos y vivir nuestras vidas de la misma manera.

Qué significa el discípulo amado

En el Evangelio de Juan, Jesús dice: «Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito; y sabemos que su testimonio es verdadero» (Juan 21:24).

El «discípulo amado» es un término que se usa para referirse al autor del Evangelio de Juan. Se cree que este discípulo era Juan el Evangelista, uno de los doce apóstoles de Jesús.

El Evangelio de Juan es el único Evangelio en el que se menciona explícitamente al «discípulo amado». En el Evangelio, el discípulo es descrito como un testigo ocular de la vida, el ministerio y los milagros de Jesús.

El discípulo amado también es mencionado en la Última Cena, cuando Jesús dice: «La verdad es, uno de ustedes me va a traicionar» (Juan 13:21). Después de que Jesús dijo esto, «el discípulo a quien Jesús amaba» se acercó a él y le preguntó: «Señor, ¿quién es?» Jesús respondió: «Es aquel a quien voy a dar este pedazo de pan» (Juan 13:26).

El Evangelio de Juan también relata la crucifixión de Jesús, donde el discípulo amado estuvo presente. En un momento de angustia, Jesús le dijo a María: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» (Juan 19:26). A continuación, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» (Juan 19:27). De esta manera, Jesús les dio a ambos un nuevo parentesco espiritual.

El Evangelio de Juan termina con una narración de la resurrección de Jesús. En una ocasión, Jesús se le apareció al discípulo amado y a otro discípulo, y les dijo: «¡Alégrense!» (Juan 20:20).

El «discípulo amado» es un término que se usa para referirse al autor del Evangelio de Juan. Se cree que este discípulo era Juan el Evangelista, uno de los doce apóstoles de Jesús. El Evangelio de Juan es el único Evangelio en el que se menciona explícitamente al «discípulo amado». En el Evangelio, el discípulo es descrito como un testigo ocular de la vida, el ministerio y los milagros de Jesús. El discípulo amado también es mencionado en la Última Cena, cuando Jesús dice: «La verdad es, uno de ustedes me va a traicionar» (Juan 13:21). Después de que Jesús dijo esto, «el discípulo a quien Jesús amaba» se acercó a él y le preguntó: «Señor, ¿quién es?» Jesús respondió: «Es aquel a quien voy a dar este pedazo de pan» (Juan 13:26). El Evangelio de Juan también relata la crucifixión de Jesús, donde el discípulo amado estuvo presente. En un momento de angustia, Jesús le dijo a María: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» (Juan 19:26). A continuación, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» (Juan 19:27). De esta manera, Jesús les dio a ambos un nuevo parentesco espiritual. El Evangelio de Juan termina con una narración de la resurrección de Jesús. En una ocasión, Jesús se le apareció al discípulo amado y a otro discípulo, y les dijo: «¡Alégrense!» (Juan 20:20).

¿Cómo nos amaba Jesús?

Jesús nos amó de una manera tan increíble que nos dio su vida como un sacrificio para nuestros pecados. Él no solo soportó el dolor de la crucifixión, sino que también cargó con nuestros pecados para que pudiéramos tener una relación correcta con Dios. Jesús nos amó sin límites y estableció un ejemplo para que nosotros también amemos a los demás.

1. Aprendemos que Jesús estaba profundamente apegado a este discípulo, y que les contó a los otros discípulos que él era el que Jesús amaba.

2. Aprendemos que este discípulo había estado con Jesús desde el principio y era un testigo ocular de todo lo que Jesús hizo.

3. Aprendemos que este discípulo fue el único que Jesús permitió que estuviera presente en la crucifixión.

4. Aprendemos que este discípulo fue el primero en dar testimonio de la resurrección de Jesús.

5. Aprendemos que este discípulo era muy querido por Jesús y que Jesús le contó cosas que no le contó a los otros discípulos.

6. Aprendemos que este discípulo tenía una gran fe y amor por Jesús.

7. Aprendemos que este discípulo fue fiel a Jesús hasta la muerte.

De este discípulo aprendemos el valor de la amistad, la fe, la lealtad, y el amor. Aprendemos que Jesús es capaz de profundos afectos y que es importante ser un testigo ocular de su obra. Podemos ver en este discípulo un modelo a seguir en nuestra relación con Jesús.

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