Después de que el rey Ciro de Persia permitió que los israelitas regresaran a Jerusalén y reconstruyeran el templo, muchos israelitas se comprometieron a seguir la voluntad de Dios. Esdras, uno de los líderes de Israel, era uno de estos. En Esdras 1-5, vemos algunos de los puntos sobresalientes de su ministerio.
Qué enseñanza nos deja Esdras
Esdras fue un escritor, sacerdote y líder de la comunidad judía que vivió en el siglo V a.C. Esdras es conocido especialmente por su trabajo en la reconstrucción del Templo de Jerusalén y por ser el autor o compilador del libro que lleva su nombre en la Biblia hebrea.
Esdras llevó a cabo su trabajo en el Templo de Jerusalén durante el reinado del rey persa Ciro II. Esdras fue uno de los líderes de la segunda ola de inmigración judía a Judea después de la liberación de los judíos de la Babilonia.
Entre las muchas enseñanzas que nos deja Esdras, una de las principales es la importancia de la educación y el estudio de la Torá. A través de su trabajo en el Templo y en el libro que lleva su nombre, Esdras nos enseña la importancia de la oración, la Torá y la vida en comunidad.
Esdras también nos enseña la importancia de la esperanza y la fe. A pesar de las dificultades y el sufrimiento que experimentó, Esdras no perdió la fe en Dios ni la esperanza en el futuro. Su trabajo nos inspira a seguir adelante, a pesar de las adversidades.
Que nos enseña Esdras 1
Esdras 1 nos enseña la importancia de la obediencia a la Palabra de Dios. Esdras era un escriba que era muy versado en la Ley de Moisés. Dios le envió a Jerusalén para que ayudara a los israelitas a reconstruir el templo. Esdras reunió a todos los israelitas y les enseñó la Palabra de Dios. Luego, los israelitas se comprometieron a obedecer los mandamientos de Dios. Finalmente, Esdras oró a Dios para que los israelitas fueran fieles a él.
Qué es el mensaje principal de los libros de Esdras y Nehemías
Los libros de Esdras y Nehemías cubren un período de cerca de cien años, desde el final del exilio babilónico hasta después del retorno a Jerusalén. En este tiempo, los exiliados judíos regresaron a su tierra natal y reconstruyeron el templo de Dios, así como la muralla de la ciudad.
Aunque los libros de Esdras y Nehemías tienen algunos puntos en común, también tienen un mensaje único para enseñar. En general, los libros de Esdras y Nehemías enfatizan la importancia de la obediencia a Dios y la necesidad de permanecer fieles a él.
Esdras es el libro de la ley, y relata cómo Dios usó a Esdras para que los judíos se adhirieran a la ley de Dios. En Nehemías, Dios usó a Nehemías para que los judíos reconstruyeran la muralla de Jerusalén. En ambos libros, los autores describen cómo Dios bendijo a aquellos que le obedecieron, y cómo castigó a aquellos que no le obedecieron.
En Esdras y Nehemías, vemos que la obediencia a Dios es esencial para la vida cristiana. Debemos seguir la Palabra de Dios y obedecer a sus mandamientos. También debemos permanecer fieles a Dios, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Si somos obedientes a Dios, él nos bendecirá y nos ayudará a alcanzar todo lo que él tiene planeado para nosotros.
¿Qué reconstruye Esdras?
Esdras reconstruye la relación entre Dios y su pueblo, estableciendo una alianza de amor y fidelidad. Reconstruye también el templo de Dios, que es el lugar donde el pueblo de Dios se reúne para adorarle y donde Dios habita entre ellos.
La restauración de Jerusalén y del templo fue un proceso de varios años que se inició con la edicto de Ciro en 538 a. C. Esdras fue uno de los líderes de la segunda ola de exiliados que regresaron a Jerusalén en 468 a. C. bajo el permiso del rey Artajerjes.
Aunque Esdras no era un sacerdote ni un profeta, Dios le usó de manera sobrenatural para ayudar a los exiliados a reconstruir el templo y restaurar la adoración a Yahweh. Esdras fue un hombre de oración y de estudio de la Palabra de Dios, y fue instrumental en revivir el espíritu de obediencia y de adoración entre el pueblo de Israel.
La historia de Esdras nos muestra la fidelidad de Dios a Su pueblo, incluso cuando ellos no son fieles a Él. Nos motiva a buscar a Dios de todo corazón, y a orar y estudiar Su Palabra para que podamos ser usados por Él en su plan de redención.