Oración por los Hijos para su Protección y Bendición

La oración es un regalo que Dios nos ha dado para estar en comunión con él. Es una oportunidad para expresar nuestras necesidades, darle gracias por lo que él ha hecho en nuestras vidas y pedirle que esté con nosotros en los tiempos difíciles.

Como padres, una de las maneras en que podemos orar por nuestros hijos es pidiendo que Dios los proteja y los bendiga. Esto es especialmente importante en estos tiempos en que nuestros hijos enfrentan muchos desafíos y peligros.

La Biblia nos da muchos versículos que nos animan a orar por nuestros hijos. Aquí hay algunos de ellos:

“Y ahora, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y que sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma?” (Deuteronomio 10:12).

“Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Oh, mi Dios, ponme a salvo de manos inicuas y de manos de hombres malvados, que maquinan el mal en su corazón.” (Salmo 140:4-5).

“Que el Señor te bendiga y te proteja; Que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga misericordia de ti; Que el Señor levante su rostro sobre ti y te dé la paz.” (Números 6:24-26).

Orar por la protección y la bendición de nuestros hijos es una forma de decirles que los amamos y que confiamos en Dios para cuidar de ellos.

Cómo orar para proteccion de los hijos

La Biblia está llena de versículos de protección para los niños. Dios quiere que cuidemos de ellos y los protejamos de todo mal. Aquí hay algunos versículos bíblicos que puedes usar para orar por la protección de tus hijos.

1. Protección contra el mal

«Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Líbrame de todos los que me persiguen y rescátame, no sea que me devoren como a un león y me despedacen sin que nadie me libre.» Salmo 7:1-2

«Oh Jehová, Dios de Israel, protege a los inocuos, tú eres el que sostienes a los de corazón puro. Selah.» Salmo 12:7

«Porque tú, oh Jehová, eres nuestro escudo, y nuestra gloriosa majestad. Tú abates a los que se levantan contra nosotros, y tú humillas a los malos.» Salmo 89:18

2. Protección contra el pecado

«Oh Dios, escucha mi oración, y no te olvides de mis ruegos. Inclina tu oído a mi clamor, y cuando clamo, respóndeme pronto. Porque mis pensamientos se turban, y me afligen mis entrañas. Mi corazón está en pánico dentro de mí, y el terror de la muerte me sobrecoge. Temo el terror de la noche, y el despojo que se mueve en las tinieblas. Caerán sobre mí terrores como una tempestad, y me rodearán dolores como espinas. Mi alma está tan angustiada que me desfallezco, y hasta mis huesos se estremecen. A mi lado estoy como un muerto, y mis ojos se consumen por dentro. Todos mis amigos lejos me tienen, y mis parientes me abandonan. Me rodearon los que buscan mi vida, y traman mis males. Como una presa me tendieron asechanzas, y como un león me rodean. Levanto mis manos a ti, oh Dios, que eres mi refugio; sálvame del poder de mis enemigos, y de los que me persiguen. Haz que mis ojos vean tu salvación, y que sea libre de toda angustia. Selah.» Salmo 31:1-8

3. Protección contra el enemigo

«Te alabaré, oh Jehová, mi fortaleza, que eres mi refugio, mi Dios, mi fuerza, en ti confiaré. Jehová es nuestro escudo, y nuestro rey, nuestro Salvador. Salva, oh Jehová, a tu pueblo, y bendice a tu heredad. Sea pastor de tu pueblo, y susténtalos para siempre.» Salmo 28:7-9

«Oh Jehová, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. No me escondas tu rostro en el día de mi angustia, inclina a mí tu oído, en el día que clamo. Inclina tu oído a mi clamor, cuando clamo a ti en mis días de angustia.» Salmo 102:1-2

4. Protección contra el mundo

«Oh Jehová, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. No me escondas tu rostro en el día de mi angustia, inclina a mí tu oído, en el día que clamo. Inclina tu oído a mi clamor, cuando clamo a ti en mis días de angustia. Me consume el deseo de tus mandamientos; en tu justicia vivifica mi alma. Aleja de mí el oprobio que me temo, porque tus mandamientos son buenos. Mira mi aflicción, y líbrame, porque no me he olvidado de tus mandamientos.» Salmo 119:145-153

«Guárdame, oh Jehová, de manos inicuas y de ojos malvados. Guárdame de labios perversos y de lengua engañosa. Selah. Oh Jehová, quédame en pie en tu presencia, y lléname de tu espíritu. Oh Jehová, abre mis labios, para que mi boca publique tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, si no yo te hubiera dado mi corazón; no te deleitas en holocaustos. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y contrito no desecharás, oh Jehová.» Salmo 51:9-17

Cómo bendecir a un hijo según la Biblia

La Biblia nos da instrucciones claras sobre cómo debemos bendecir a nuestros hijos. El libro de Proverbios dice: «Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, guarda en tu corazón mis mandamientos; porque larga vida y años de vida y paz te aumentarán. Nunca se apartarán de tu boca estas palabras, sino que guardarás cuidadosamente en tu corazón, para que puedas cumplirlas. Enséñales a tu hijo la disciplina y la instrucción del SEÑOR. No abandones la enseñanza de tu hijo, porque ellos serán su esperanza y su alegría» (Proverbios 3: 1-4, 12-13, NVI).

Así que, ¿qué significa esto para nosotros como padres? Debemos enseñar a nuestros hijos la Palabra de Dios y ayudarles a memorizarla. Debemos orar por ellos y con ellos. Debemos vivir una vida de obediencia a Dios delante de ellos. Debemos amarlos incondicionalmente.

La Biblia nos dice que nuestras oraciones por nuestros hijos son muy poderosas: «Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia comprensión; reconoce en todos tus caminos a Dios, y él enderezará tus sendas. No se gloríe el sabio en su propia sabiduría, ni el fuerte en su propia fuerza, ni el rico en su propia riqueza; sino en esto gloríese: en comprender y conocer al SEÑOR. Los ojos del SEÑOR miran a los justos, y sus oídos atienden a sus oraciones; el rostro del SEÑOR mira hacia el que practica el bien» (Proverbios 3: 5-6, 13-16, NVI).

Podemos estar seguros de que Dios escucha nuestras oraciones y que Él responderá a ellas de acuerdo a Su voluntad. Debemos orar con fe, sabiendo que Dios tiene un plan perfecto para nuestros hijos. Oremos para que nuestros hijos sean guiados por el Espíritu Santo, para que sean obedientes a la Palabra de Dios, para que sean un testimonio de Cristo a todos los que los rodean.

Cómo hacer una oración de proteccion

«Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.»

Oraciones de protección

A menudo, nos enfrentamos a situaciones en las que nos sentimos vulnerables e inseguros. En estos momentos, podemos recurrir a las oraciones de protección para pedirle a Dios que nos guíe y nos proteja.

Las oraciones de protección pueden ser especialmente útiles cuando estamos enfrentando dificultades o problemas, o cuando nos sentimos amenazados o asustados. También podemos usar oraciones de protección para pedirle a Dios que proteja a nuestros seres queridos.

Aquí hay algunas oraciones de protección para que puedas usar en tus propias circunstancias:

Padre nuestro,

Que estás en el cielo,

Santificado sea tu nombre.

Ven tu reino.

Hágase tu voluntad

En la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdónanos nuestras ofensas,

Como también nosotros perdonamos

A los que nos ofenden.

No nos dejes caer en tentación,

Y líbranos del mal.

Amén.

Padre nuestro,

Que estás en los cielos,

Santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad

En la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdónanos nuestras ofensas,

Como también nosotros perdonamos

A los que nos ofenden.

No nos dejes caer en tentación,

Y líbranos del mal.

Amén.

Oh Dios mío,

Te pedimos humildemente

Que nos protejas y nos guíes.

Líbranos de todo mal

Y danos la fuerza

Para enfrentar todas las dificultades

Que se nos presenten.

Amén.

Padre celestial,

Te pedimos que nos protejas

Y nos guíes en todos nuestros pasos.

Que nuestras acciones sean dirigidas por tu voluntad,

Y que siempre estemos a salvo de todo peligro.

Amén.

Señor, escucha nuestra oración,

Y guárdanos de todo mal.

Protege nuestros caminos,

Y mantén a salvo nuestros pasos.

Amén.

«Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación; y líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén».

Esta oración nos enseña a pedirle a Dios que bendiga y proteja a nuestros hijos. También nos enseña a perdonar, como Dios perdona.

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