Nuestra Lucha no es Contra Carne y Sangre

La guerra espiritual es real. Según Efesios 6:12, «porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los poderes, contra las autoridades, contra los gobernantes de este mundo tenebroso, contra fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes». Aunque nuestros enemigos sean invisibles, son muy poderosos. Estamos en una batalla espiritual contra fuerzas malignas que quieren nuestra destrucción.

No podemos luchar esta batalla por nuestra cuenta. Necesitamos la ayuda de Dios. Debemos orar y pedirle que nos proteja y nos guíe. Debemos buscar su ayuda para vencer al enemigo.

La Biblia nos dice que Dios es nuestro fortaleza y nuestro protector. Él es el que nos da la victoria. Debemos confiar en Él y en su poder. Debemos permitir que Él lidere nuestra batalla.

Qué son los principados y potestades según la Biblia

Principados y potestades se refieren a los seres invisibles que dominan el mundo espiritual. En Efesios 6:12, Pablo describe a estos seres como «las huestes espirituales de maldad» que están «en los lugares celestiales». Estos seres, también conocidos como demonios, están en constante lucha contra Dios y Su pueblo. Los principados y potestades son criaturas espirituales que están en constante rebelión contra Dios. No son seres humanos caídos, sino seres espirituales que nunca fueron creados como humanos. Son malignos por naturaleza y están destinados a la condenación eterna. En la Biblia, se les describe como «las huestes espirituales de maldad» (Efesios 6:12) y «demonios» (Mateo 12:24-29; Lucas 11:14-23).

Los principados y potestades son seres invisibles que habitan en el mundo espiritual y tienen poder sobre los seres humanos. En la Biblia, se les describe como «las huestes espirituales de maldad» (Efesios 6:12) y «demonios» (Mateo 12:24-29; Lucas 11:14-23). Estos seres están en constante rebelión contra Dios y Su pueblo. No son seres humanos caídos, sino seres espirituales que nunca fueron creados como humanos. Son malignos por naturaleza y están destinados a la condenación eterna. Los principados y potestades son una realidad espiritual que los seres humanos deben enfrentar. No podemos ignorar su existencia o negar su poder. Debemos estar vigilantes y orar para que Dios nos proteja de su influencia.

Cuáles son los principados de las tinieblas

En el Evangelio de Mateo, Jesús nos dice que hay dos clases de espíritus: los de Dios y los de Satanás. Estos espíritus malignos están divididos en jerarquías, y están dirigidos por un líder, como se menciona en Efesios 6:12. Estos líderes de los espíritus malignos se les conoce como «principados de las tinieblas».

Satanás y sus ángeles caídos son espíritus malignos, y están en enemistad con Dios. Su único objetivo es hacer el mal y separarnos de Dios. Son los enemigos de nuestra alma, y tratan de engañarnos y apartarnos del Camino de Dios.

Los principados de las tinieblas son espíritus malignos que están al servicio de Satanás, y están involucrados en la actividad de los demonios. Estos demonios habitan en el mundo espiritual, y se manifiestan en el mundo físico a través de la influencia de los espíritus malignos.

Los principados de las tinieblas tienen poder sobre el mundo físico, y están involucrados en todas las actividades malignas que se realizan en el mundo. Están detrás de todo el mal y la oscuridad que existe en el mundo.

Los principados de las tinieblas tienen poder sobre los seres humanos, y pueden influenciar nuestras vidas de una manera negativa. Pueden inducirnos al pecado, y pueden apartarnos de Dios. Si no estamos vigilantes, estos espíritus malignos pueden controlar nuestras vidas.

Pero tenemos poder sobre los principados de las tinieblas, y podemos vencerlos en el Nombre de Jesús. Debemos orar contra ellos, y resistir sus influencias en nuestras vidas. Debemos buscar la ayuda de Dios, y permanecer firmes en nuestra fe.

Qué dice Efesios 6 11 12

En Efesios 6:11-12, Pablo insta a los creyentes a tomar sus posiciones en el ejército de Dios. Él dice:

«Por lo tanto, tomen toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y, después de haber hecho todo, mantenerse firmes.
Estén, pues, firmes, ceñidos sus lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia.
Como calzado, tomen el Evangelio de paz para protegerse. Y tomen también el escudo de la fe, con el cual ustedes podrán apagar todas las flechas encendidas del maligno.
Tomen el casco de salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica por todos los santos»

Pablo llama a los creyentes a estar armados y listos para la batalla. Somos enemigos de Satanás, y debemos estar preparados para luchar contra él.
La armadura de Dios nos protege de los ataques del enemigo. La verdad es nuestra protección contra sus mentiras.
La justicia es nuestra protección contra sus ataques injustos. El Evangelio de paz es nuestra protección contra sus ataques.
La fe es nuestra protección contra sus ataques. El casco de salvación es nuestra protección contra sus ataques.
La espada del Espíritu es nuestra protección contra sus ataques. Oremos siempre, y pidamos a Dios que nos proteja de nuestros enemigos.

¿Donde dice en la Biblia resistid al diablo?

La Biblia habla mucho sobre cómo debemos resistir al diablo, y esto es porque él está constantemente tratando de engañarnos y llevarnos por el camino equivocado. No es nada nuevo bajo el sol, y sabemos que debemos estar alerta a sus engaños. La Biblia nos dice que él es como un león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).

Pero ¿qué significa resistir al diablo? La resistencia no es solo oponerse a él, sino también reconocer que él existe y que está tratando de llevarnos por el camino equivocado. Debemos estar firmes en nuestra fe y no dejar que nuestras emociones nos guíen. Debemos orar y buscar la ayuda de Dios para que nos guíe y nos proteja de las mentiras del diablo.

La Biblia nos dice que cuando resistimos al diablo, él huirá de nosotros (Santiago 4:7). Esto es porque el poder de Dios es más fuerte que el de él, y no puede resistirse a Dios. Así que, cuando nos enfrentamos al diablo, debemos orar y buscar el poder de Dios para que nos dé fuerza y nos proteja.

La Biblia nos dice que nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra las fuerzas del mal. Debemos orar y luchar contra el pecado, la maldad y el Satanás.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba