¿Qué es el amor? Según la Biblia, el amor es un don de Dios que nos permite amar a los demás como Él nos ama. (1 Juan 4: 7-8) El amor es una de las virtudes más importantes que podemos tener, y es algo que debemos buscar cultivar en nuestras vidas. (1 Pedro 4: 8) El amor es una de las características que define a Dios, y es lo que nos hace seres humanos. (1 Juan 4: 8)
El amor es un tema central en la Biblia, y se menciona en varias ocasiones. Jesús mismo dijo que el mandamiento más importante era «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente». (Mateo 22: 37-38) También dijo que el segundo mandamiento más importante era «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». (Mateo 22: 39) Estos mandamientos nos enseñan que el amor es algo que debemos dar, no solo recibir.
El amor es un acto de voluntad, y no se trata solo de sentimientos. Podemos decidir amar a alguien, aunque no sintamos ningún tipo de afecto o atracción por esa persona. El amor es una decisión, y es algo que debemos cultivar en nuestras vidas.
El amor es algo que nos hace sacrificarnos por los demás. Jesús mismo demostró este amor cuando dio su vida en la cruz para salvarnos. (Juan 3: 16) El amor nos lleva a hacer lo mejor para los demás, incluso si eso significa sacrificar nuestros propios deseos o intereses.
El amor es una de las virtudes más importantes que podemos cultivar en nuestras vidas. Es algo que nos hace mejores personas, y nos permite amar a los demás de una manera que solo Dios puede dar.
Qué quiere decir Juan 15 13
«El mayor amor no consiste en nuestro amor para con Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados» (Juan 15:13, NVI).
La palabra «mayor» en Juan 15:13, señala que el amor de Dios es mayor que nuestro amor para con él. El versículo enfatiza el hecho de que Dios es el amante primero y último. Él es el que nos ama, y él es el que nos envía a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Esto significa que el amor de Dios es más grande que nuestro amor para con él.
La palabra «propiciación» se usa aquí en el sentido de «expiación». En otras palabras, Dios envió a su Hijo a morir en nuestro lugar para pagar el precio de nuestros pecados. Esto es lo que se conoce como la «muerte expiatoria».
La muerte expiatoria es un concepto central en el Evangelio de Juan. Juan 3:16-17 dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él» (Juan 3:16-17, NVI).
En estos versículos, Juan nos dice que Dios amó al mundo tanto que envió a su Hijo para que la gente pueda tener vida eterna. La muerte de Jesús es la muerte expiatoria que nos da vida eterna.
Juan 15:13 es un versículo clave para entender el Evangelio. En este versículo, Juan nos dice que el amor de Dios es más grande que nuestro amor para con él. Dios nos amó primero, y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Esto significa que podemos tener vida eterna si creemos en Jesús.
Por qué Jesús nos llama amigos en lugar de siervos
Jesús nos llama amigos en lugar de siervos porque Él nos quiere como a un amigo. Él nos quiere en su vida, no como un sirviente o esclavo, sino como un amigo. Jesús nos llama amigos porque nos quiere en su vida, no como un sirviente o esclavo, sino como un amigo. Quiere que tengamos una relación personal con Él.
En Juan 15:15, Jesús dice: «Yo os he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre os he dado a conocer.» Jesús nos llama amigos porque nos ha dado a conocer todo lo que Él sabe. Nos ha dado el conocimiento de Dios. Nos ha dado todo lo que necesitamos para tener una relación personal con Él.
En Juan 15:16, Jesús dice: «No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca.» Jesús nos eligió para que tengamos una relación personal con Él. Nos destinó para que demos fruto.
En Juan 15:17, Jesús dice: «Lo que me pidáis en mi nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.» Jesús nos llama amigos porque nos dará lo que le pidamos en su nombre.
En Juan 15:18, Jesús dice: «Si me amáis, guardad mis mandamientos.» Jesús nos llama amigos porque nos pide que le amemos y le obedezcamos.
En Juan 15:19, Jesús dice: «Yo os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él lo haga.» Jesús nos llama amigos porque nos ha elegido para que demos fruto y para que le pidamos todo lo que necesitamos.
Qué significa dar la vida por amor
En el libro de Juan, capítulo 3, versículos 16 al 21, podemos leer lo siguiente:
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y ésta es la condenación, que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprobadas. Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que se muestren claramente sus obras, que son hechas en Dios.”
En estos versículos, Jesús nos explica el gran amor que Dios tiene por nosotros. Dios nos ama tanto que nos dio a su Hijo unigénito, Jesucristo, para que todos los que creemos en él no perezcamos, sino que tengamos vida eterna. Jesús no vino al mundo para condenarlo, sino para salvarlo. Y el que cree en él, no será condenado, porque ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Pero aquellos que no creen, ya han sido condenados, porque no han creído en Jesucristo. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Aquellos que hacen lo malo no quieren venir a la luz, para que sus obras no sean reprobadas. Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que se muestren claramente sus obras, que son hechas en Dios.
De estos versículos podemos aprender que dar la vida por amor significa amar a los demás tanto como a nosotros mismos, incluso más. Significa estar dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos, incluso nuestra propia vida, para ayudar a los necesitados. Significa amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y hacer el bien sin esperar nada a cambio.
El amor es una de las mayores virtudes que podemos tener y es la que nos permite darnos por completo a los demás. Nadie puede tener un amor más grande que el que está dispuesto a dar su propia vida por los suyos. Esto es lo que Jesús hizo por nosotros y es el mayor ejemplo de amor que podemos seguir.