Muchas Son las Aflicciones del Justo Pero de Todas Ellas lo Libra el Señor

La vida del justo está llena de aflicciones, pero el Señor lo libra de todas ellas. Salmos 34:19 dice: «Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor». Esto significa que aunque el justo padezca muchas aflicciones en esta vida, el Señor lo librará de todas ellas. El Señor es nuestro refugio y nuestra fortaleza, en él confiamos (Salmos 46:1).

Qué son las aflicciones del justo pero de todas ellas lo librará Jehová

Las aflicciones del justo son muchas, pero Jehová lo librará de todas ellas. Salmos 34:19 dice: «Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará Jehová.» Esto significa que aunque el justo pueda tener muchas aflicciones en esta vida, Jehová siempre lo librará de ellas. Jehová es nuestro libertador y nuestro fortaleza, y siempre está dispuesto a librarnos de nuestras aflicciones.

Qué dice la Biblia sobre la aflicción

En primer lugar, debemos comprender que la aflicción tiene un propósito. Aunque a veces pueda ser difícil de ver, Dios permite que experimentemos la aflicción para moldearnos y hacernos más como Cristo. La Biblia dice: «Porque sabemos que toda prueba produce perseverancia; la perseverancia, a su vez, produce carácter; y el carácter, esperanza» (Romanos 5:3-4). También dice: «Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas. Volarán como las águilas. Correrán y no se cansarán. Caminarán y no se fatigarán» (Isaías 40:31). En otras palabras, Dios usa la aflicción para hacernos mejores cristianos.

Algunos de los beneficios de la aflicción son que nos ayuda a:

1. Conocer a Dios mejor
La aflicción puede acercarnos a Dios de una manera que ninguna otra cosa puede hacerlo. Cuando estamos pasando por tiempos difíciles, podemos vernos tentados a alejarnos de Dios, pero si nos acercamos a Él en medio de nuestra aflicción, podemos descubrir un Dios que es fiel, amoroso y misericordioso.

2. Apreciar las cosas buenas de la vida
La aflicción puede hacernos apreciar las cosas buenas de la vida que a veces tomamos por granted. Después de todo, cuando estamos pasando por una dura experiencia, es fácil darnos cuenta de lo afortunados que somos de tener lo que tenemos.

3. Fortalecer nuestra fe
La aflicción también puede fortalecer nuestra fe. A veces, cuando todo va bien en nuestra vida, podemos sentir que no necesitamos a Dios tanto como cuando estamos pasando por tiempos difíciles. Pero cuando experimentamos la aflicción y nos acercamos a Dios en medio de ella, podemos descubrir una fe más fuerte y una relación más profunda con Él.

4. Ayudar a otros
La aflicción también puede ayudarnos a entender mejor los problemas de los demás y cómo podemos ayudarles. Después de todo, cuando hemos pasado por algo difícil, podemos relacionarnos mejor con los demás que están pasando por algo similar. Y eso nos puede dar la oportunidad de ayudarles de una manera que solo nosotros podemos hacer.

Donde dice en la Biblia Deleitate en Jehová

Deleitarse en Jehová significa poner nuestra alegría en Él. Es decir, nuestro mayor gozo y nuestra mayor satisfacción deben ser encontrados en nuestra relación con Dios.

La Biblia dice mucho acerca de la alegría y la importancia de poner nuestra alegría en Jehová. Encontramos una de las mejores definiciones de alegría en Santiago 1:2-4: «Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra perfecta, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en nada».

La alegría es un fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22) y es una de las señales de que somos hijos de Dios (Juan 15:11). Es algo que Dios da a aquellos que le aman (Santiago 1:2-4).

La alegría es una de las señales de que estamos viviendo en el Espíritu (Gálatas 5:22-23). Es una evidencia de que somos hijos de Dios (Juan 15:11) y es un don de Dios a aquellos que le aman (Santiago 1:2-4).

La alegría es una de las señales de que estamos viviendo en el Espíritu (Gálatas 5:22-23). Es una evidencia de que somos hijos de Dios (Juan 15:11).

La alegría es una evidencia de que somos hijos de Dios (Juan 15:11).

San Pablo nos enseña que muchas son las aflicciones del justo, pero que de todas ellas nos libra el Señor. Esto es un gran consuelo para todos los que sufrimos, ya que sabemos que nuestro Salvador está siempre con nosotros y que nos librará de todo mal.

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