Aunque la Biblia está llena de héroes que sirvieron a Dios de todo corazón, también está llena de villanos que hicieron lo peor que se les ocurrió. Estos eran hombres malvados que cometieron atrocidades, asesinatos y otros actos horribles. Aquí están los 14 hombres más malos de la historia bíblica.
Cuál ha sido el hombre más malo de la historia
Si bien es cierto que hay muchos candidatos para este título, hay uno que se destaca sobre los demás y es conocido en la Biblia como el «hombre de pecado», el «hombre malo» o el «malvado». Este hombre es nada menos que el rey Nabucodonosor II, quien gobernó Babilonia durante más de veinte años.
Nabucodonosor era un hombre orgulloso, cruel y egoísta que no tenía problemas en asesinar, torturar o humillar a aquellos que se le oponían. También era muy ambicioso y quería que todos los reinos del mundo se sometieran a él. Para conseguir esto, no dudó en lanzar invasiones y guerras, matando y destruyendo todo lo que se interponía en su camino.
Pero Nabucodonosor no solo era malo en lo que a las acciones se refiere, sino que también era muy malvado en lo que a los pensamientos y las intenciones se refiere. En una ocasión, planeó construir una estatua de oro para adorarla y obligar a todos los habitantes de Babilonia a hacer lo mismo.
También ordenó la construcción de un gran palacio para él, a costa de la vida y el bienestar de muchos de sus súbditos. Y, por si fuera poco, también pretendió construir una gran torre que llegara hasta el cielo.
En resumen, Nabucodonosor II fue un hombre muy malo, orgulloso, cruel, egoísta, ambicioso y malvado. Y, aunque haya habido muchos hombres malos en la historia, él se destaca como el peor de todos.
Quién fue el hombre más sanguinario de la historia
La historia está llena de líderes sanguinarios y crueles, pero quizás ninguno tan famoso como Vlad III el Empalador. Vlad nació en Transilvania en 1431, y fue el segundo hijo del voivoda Vlad II Dracul. Vlad II era miembro del Orden de los Caballeros Dragones, una sociedad secreta dedicada a luchar contra los musulmanes. A los 13 años, Vlad y su hermano gemelo fueron enviados como rehenes a Constantinopla para garantizar la lealtad de su padre.
Vlad pasó los siguientes 5 años en Constantinopla, donde fue educado en la corte otomano. Aprendió a hablar y escribir en griego y turco, y también adquirió conocimientos en ciencia, matemáticas y estrategia militar. Mientras estuvo allí, también fue testigo de la crueldad de los turcos, lo que lo marcaría para siempre.
En 1448, Vlad II fue asesinado en una trampa montada por sus enemigos, y Vlad y su hermano fueron liberados. Vlad regresó a Transilvania y se unió a una rebelión contra el rey de Hungría, Matthias Corvinus. Durante esta guerra, Vlad cometió sus primeras masacres, incluyendo el asesinato de 1000 hombres en una sola noche.
Después de una serie de victorias y derrotas, Vlad finalmente fue capturado en 1462 y enviado a prisión, donde estuvo encarcelado durante 12 años. Cuando finalmente fue liberado, Vlad regresó a su país natal, Valaquia, y se declaró voivoda.
Durante su reinado, Vlad se hizo famoso por sus crueldades y atrocidades. Era conocido por empalar a sus enemigos y dejar sus cuerpos a descomponer en las afueras de sus castillos. También se rumorea que bebía la sangre de sus víctimas y que comía sus carnes crudas.
Vlad también fue conocido por su sadismo y su gusto por la tortura. A menudo ordenaba que sus prisioneros fueran colgados de las paredes por sus extremidades y que se les arrancara la piel a pedazos. También era común que torturara a sus víctimas con hierros candentes o que las decapitara.
Vlad murió en 1476, durante una batalla contra los turcos. Se dice que su cuerpo fue enterrado en una Iglesia en Sibiu, Rumanía. Sin embargo, no se sabe con certeza si Vlad realmente fue enterrado allí, ya que su cuerpo nunca fue encontrado.
Quién es el hombre más importante de la historia
La Biblia relata la historia de muchos hombres, pero sólo uno es llamado el «Hijo de Dios». Jesucristo nació de una virgen, vivió una vida sin pecado, murió en una cruz para rescatar a los hombres de sus pecados, y resucitó de los muertos. Él es el único que puede ofrecer la vida eterna a todos los que creen en él. Jesucristo es el hombre más importante de la historia.
No importa cuán malo sea un hombre, siempre hay esperanza de redención. Jesucristo murió por todos los hombres, incluso los más malvados, y todo aquel que acepte su perdón y se arrepienta de sus pecados puede ser salvo.
