La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocida como la Iglesia Mormona, es una religión y movimiento religioso fundado en 1830 por Joseph Smith. La religión se basa en el Libro de Mormón, una segunda revelación del Evangelio entregada a Smith por el angel Moroni. La Iglesia Mormona se caracteriza por sus doctrinas especiales de restauración y progreso continuo, y por su énfasis en la familia y la educación. La Iglesia Mormona también promueve los principios de la libertad religiosa y del gobierno representativo.
Cuál es el plan de salvación de los mormones
El plan de salvación de los mormones es un plan de vida eterna que nos ofrece la oportunidad de alcanzar la felicidad verdadera. Nosotros mismos somos responsables de nuestra salvación. Dios nos ha dado libre albedrío para que podamos tomar las mejores decisiones en nuestras vidas. Él nos ama y quiere que seamos felices, por lo que nos ha dado un plan perfecto para que podamos alcanzar la salvación.
Para alcanzar la salvación, debemos arrepentirnos de nuestros pecados, obedecer los mandamientos de Dios y seguir a Jesucristo. Debemos ser bautizados por inmersión en agua para recibir el Espíritu Santo. También debemos participar de la Santa Cena o el sacramento para recordar el sacrificio de Jesucristo. Debemos ser constantes en nuestra fe y nos esforzaremos por vivir de acuerdo a los principios de Cristo.
El plan de salvación es un proceso continuo. A medida que vamos aprendiendo y creciendo en el Evangelio, nos estamos acercando más a Dios. Él nos ayudará a superar nuestras debilidades y nos fortalecerá para que podamos continuar nuestro camino hacia la salvación.
Cuáles son los pasos para el plan de salvación
El plan de salvación es el camino que Dios ha establecido para que los seres humanos puedan volver a estar en una relación correcta con Él. Aunque cada persona es única, y el plan de Dios para cada uno puede variar, hay algunos pasos básicos que todos debemos seguir para ser salvos.
El primer paso es reconocer que somos pecadores y que necesitamos del perdón de Dios. La Biblia dice: «Porque todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23). Reconocer que somos pecadores nos lleva a entender que estamos separados de Dios y que necesitamos de su perdón.
El segundo paso es arrepentirnos de nuestros pecados. Arrepentirse significa que nos damos cuenta de que nuestros pecados son reprobables a los ojos de Dios y decidimos dejar de vivir en ellos. La Biblia dice: «Arrepiéntete, pues, y conviértete, para que sean borrados tus pecados» (Hechos 3:19).
El tercer paso es creer en Jesucristo. Debemos creer que Jesús murió en nuestro lugar para pagar el precio de nuestros pecados. También debemos creer que resucitó de entre los muertos y que está vivo hoy. La Biblia dice: «Porque Dios amó al mundo tanto, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16).
El cuarto paso es confesar nuestros pecados a Dios y hacer la decisión de seguir a Jesús. Debemos decirle a Dios que nos arrepentimos de nuestros pecados y que queremos seguir a Jesús. La Biblia dice: «Porque si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación» (Romanos 10:9-10).
El quinto paso es el bautismo. El bautismo es un acto simbólico que muestra que hemos muerto al pecado y hemos sido levantados a una nueva vida con Cristo. La Biblia dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él» (Juan 3:16-17).
El sexto paso es vivir una vida de obediencia a Dios. Una vez que hemos aceptado a Jesús como nuestro Salvador, debemos seguir sus enseñanzas y vivir de acuerdo a su voluntad. La Biblia dice: «Así que, ya que habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo, sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria» (Colosenses 3:1-4).
Cuál fue el plan de Dios con Jesús
Desde antes de la fundación del mundo, Dios tenía un plan para enviar a su Hijo, Jesucristo, a la tierra para que viviera entre nosotros y cumpliera su voluntad. Dios quería que Jesús fuera nuestro Salvador, nuestro Redentor, y nuestro Ejemplo a seguir. Envió a Jesús a la tierra para que mostrara al mundo cómo debemos amar a Dios y amar a los demás. Jesús vivió su vida de acuerdo con los propósitos de Dios, y enseñó a otros acerca de la manera correcta de vivir. A través de su muerte en la cruz, Jesús derramó su sangre para que todos los que crean en él puedan tener perdón de sus pecados y tener una relación personal con Dios. En resumen, el plan de Dios con Jesús era darnos un Salvador, un Redentor, y un Ejemplo a seguir. Él vino a la tierra para darnos la vida eterna.
¿Quién creó el plan de salvación Sud?
Dios es el Creador de todo, y como tal, él diseñó el plan de salvación para la humanidad. En la Biblia, Dios revela este plan a través de los profetas y de Jesucristo.
El plan de salvación consiste en que Dios envió a su Hijo, Jesucristo, al mundo para que la humanidad pueda tener vida eterna. Jesucristo se ofreció a sí mismo como un sacrificio perfecto para los pecados de la humanidad. Al aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador y Sustituto, recibimos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.
El plan de salvación es un acto de gracia y amor de Dios hacia la humanidad. Dios nos ha dado la opción de aceptar o rechazar su plan. Si aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador, seremos salvos. Si rechazamos a Jesucristo, seremos condenados.
Dios nos ha dado libre albedrío para que podamostomar nuestra propia decisión. No nos obliga a aceptar su plan de salvación, pero nos ama y nos desea salvación. Espera que todos tomemos la decisión de aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador.
La elección es nuestra. Dios nos ama y nos ha dado el regalo de la salvación. Aceptar o rechazar este regalo es nuestra decisión. ¿Qué decisión tomarás tú?
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el único camino a la salvación. El plan de salvación es el medio por el cual Jesucristo redimió a toda la humanidad de nuestros pecados y nos dio la oportunidad de volver a vivir con nuestro Padre Celestial. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el único lugar en la tierra donde se puede encontrar el plan de salvación completo. Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son testigos de que Jesucristo vive y que Él es el único camino a la salvación.
