Esta Enfermedad no es para Muerte

La enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado a través de ella. (Juan 11:4)

Lazaro, el hermano de Marta y Maria, estaba enfermo. Sus hermanas le enviaron a Jesús un mensaje: «Señor, el que amas está enfermo» (Juan 11:3). Jesús amaba a Marta, a Maria y a Lazaro, así que supo que era necesario hacer algo. Pero no fue inmediatamente. «Jesús dijo: “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado a través de ella”» (Juan 11:4). Jesús sabía que Lazaro moriría, pero esperó dos días. ¿Por qué?

Jesús quería que Marta, Maria y todos los que estaban allí supieran que él era el Mesías, el Hijo de Dios. Y él sabía que lo único que podía hacer era resucitar a Lazaro de entre los muertos. Así que, cuando llegó a Betania, Jesús oró, lloró y resucitó a Lazaro. «Después Jesús dijo: “¡Lázaro, ven fuera!”. Y el muerto salió, atado de pies y manos con vendas, y la cara cubierta con un sudario. Jesús le dijo: “Quítate las vendas y anda”» (Juan 11:43-44).

Jesús hizo esto para demostrar su poder sobre la muerte. Él es el Hijo de Dios, y tiene poder sobre todo. Incluso cuando estamos enfermos, podemos confiar en que Jesús está en control. Él sabe lo que está sucediendo, y sabe lo que necesitamos. Podemos confiar en que él está trabajando todo para bien, para su gloria y para nuestro beneficio.

Qué quiere decir Juan 11 4

Jesús dijo: “Esta es la voluntad de Dios, mi Padre, para mí: Que todos los que ven al Hijo y creen en él, tengan vida eterna; y yo les resucitaré en el último día”.

Juan 11:4

Jesús estaba hablando con Marta y María, las hermanas de Lázaro, quienes estaban muy tristes porque su hermano había muerto hacía unos días. Jesús les dijo que Lázaro aún estaba vivo, pero ellas no entendieron lo que quería decir.

Jesús continuó explicándoles que todos los que ven al Hijo y creen en él, tendrán vida eterna. Y él mismo les resucitará en el último día.

Estas palabras de Jesús nos dicen que la vida eterna está disponible para todos los que creen en Jesús. Y Jesús será el que nos resucitará de los muertos cuando llegue el último día.

Qué dice la Biblia en Filipenses 4 13

La Biblia dice en Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Esta es una promesa muy poderosa para los cristianos. Dios nos promete que podemos hacer todo lo que necesitamos hacer para seguir a Cristo, y Él nos dará la fortaleza para hacerlo.

Qué enfermedad tenía Lázaro en la Biblia

Lázaro, el amigo de Jesús, tenía una enfermedad grave que lo llevó a la muerte. Jesús lo visitó en su casa en Bethania, donde Lázaro y sus hermanas, Marta y María, vivían. Jesús lloró al ver a Lázaro enfermo y, aunque lo resucitó de entre los muertos, Lázaro murió de nuevo algunos años después.

La Biblia no dice cuál era la enfermedad de Lázaro, pero algunos estudiosos han sugerido que podría haber sido una forma de cáncer.

¿Qué dice Juan 11 40?

Después de esto, Jesús pidió a Marta y a su hermana María que lo siguieran. Él iba a visitar a su amigo Lázaro, que estaba enfermo. Marta y María eran las hermanas de Lázaro.

Cuando Jesús llegó a la casa de Lázaro, Marta salió a recibirlo. María se quedó sentada dentro de la casa. Marta le dijo a Jesús: — Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que tú puedes hacer todas las cosas. No importa lo que pidas a Dios, él te lo dará.

Jesús le dijo: — Tu hermano resucitará.

Marta respondió: — Sé que resucitará en la resurrección del final de los tiempos.

Jesús le dijo: — Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.

Todo el que vive y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?

Ella respondió: — Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.

Después de esto, Jesús fue a donde estaba Lázaro. Lázaro había estado en el sepulcro cuatro días.

Mucha gente de la ciudad había ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de Lázaro.

Cuando Jesús llegó, encontró a Marta y a María llorando. Jesús dijo: — ¿Por qué lloráis? Lázaro está dormido, pero voy a despertarlo.

Los seguidores de Jesús dijeron: — Señor, si él está dormido, se pondrá bien.

Jesús habló con firmeza: — Lázaro ha muerto. Y yo soy gladiolo de la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.

Todo el que vive y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?

Ella respondió: — Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.

Después de decir esto, Jesús llamó a Lázaro del sepulcro. Lázaro salió, con las manos y los pies atados con vendas, y el rostro cubierto con una toalla. Jesús le dijo: — Desátalo y dejalo ir.

En 2 Corinthians 4:13, Pablo escribe: «Pero hablamos de estas cosas sabiendo que nuestro viejo hombre fue crucificado con [Cristo] para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no sirvamos al pecado». De esta manera, podemos ver que nuestras enfermedades no tienen que ser necessarily para muerte, sino que pueden ser usadas por Dios para llevarnos a la muerte de nuestro «viejo hombre» – es decir, nuestro yo pecaminoso. Esto nos permite tener una mayor consciencia de nuestra necesidad de Cristo y de su salvación, y nos ayuda a morir a nuestros pecados para que podamos vivir una vida nueva en Cristo.

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