Según la Biblia, Esaú era el hijo mayor de Isaac y Rebeca, y los nombres de sus hijos eran Elifaz, Reuel, Jeús, Jalam y Coré. Esaú era un cazador experto, mientras que Jacob era un hombre tranquilo que se quedaba en casa. Un día, Esaú volvió a casa después de una dura cacería, y Jacob le preparó un plato de lo que él llamaba «lentejas cocidas». Jacob le dijo a Esaú: «Te ruego que me des tu derecho de primogenitura». Esaú respondió: «Mira, estoy a punto de morir, ¿de qué me sirve el derecho de primogenitura?». Así que Esaú vendió su derecho de primogenitura a Jacob por un plato de comida.
Por que vendió su primogenitura Esaú
En la Biblia, Esaú es el hermano menor de Jacob, y los dos son hijos de Isaac y Rebeca. Cuando nacieron, Esaú salió primero, por lo que era el primogénito y, por lo tanto, recibiría la mayor parte de la herencia de Isaac. Sin embargo, en un día de caza, Esaú volvió a casa famélico y Jacob le ofreció comer de su guiso a cambio de su derecho de primogenitura. Esaú aceptó el trato y, por lo tanto, perdió sus derechos de primogénito.
Los eventos que llevaron a esta situación se remontan a la historia de Abraham y sus hijos. Dios había prometido a Abraham que su descendencia sería numerosa y que ellos serían una bendición para las demás naciones. Sin embargo, a medida que Abraham y Sarah envejecieron, parecía que Dios no iba a cumplir su promesa. Finalmente, Sarah tuvo un hijo a la edad de 90 años, y Abraham lo llamó Isaac.
Aunque Isaac era el hijo de Abraham y Sarah, Dios había dicho que la descendencia que él bendeciría sería a través de Isaac. Cuando Isaac tuvo hijos, Dios confirmó esto al declarar que Jacob sería quien recibiría la bendición, no Esaú. Aunque Esaú era el primogénito, Dios había decidido que la bendición iría a Jacob.
Esaú pudo haber aceptado esto, pero en lugar de eso decidió vender su derecho de primogenitura a Jacob. Esta fue una decisión impulsiva, ya que Esaú estaba hambriento en el momento y probablemente no pensó en las consecuencias a largo plazo. Sin embargo, una vez hecho el trato, Esaú no pudo cambiarlo.
La venta de la primogenitura tuvo un impacto significativo en la historia de la familia de Abraham. Jacob recibió la bendición de Dios, y Esaú se enfureció. Esto llevó a una separación permanente entre los hermanos, y también estableció las bases para la futura nación de Israel.
Cómo Esaú cambio su primogenitura por un plato de comida
La historia de Esaú cambiando su primogenitura por un plato de comida se encuentra en el libro de Génesis capítulo 25. Esaú era el primogénito de Isaac y Rebecca, y por lo tanto, heredaría la mayor parte de la tierra, los animales y los bienes de su padre.
Esaú era un cazador y le gustaba la carne, mientras que Jacob era un hombre tranquilo que prefería quedarse en casa. Un día Esaú volvió a casa de caza y estaba hambriento. Jacob estaba cocinando un plato de guisantes, y Esaú le pidió a Jacob que le diera un poco.
Jacob le dijo a Esaú que si quería tener algo de comer, primero tendría que venderle su primogenitura. Esaú accedió y vendió su primogenitura a Jacob por un plato de comida.
Después de esto, Isaac bendijo a Jacob y le dijo que sería el líder de su familia. Esaú se enfureció y trató de matar a Jacob, pero Rebecca lo ayudó a escapar.
Esaú tuvo que dejar la tierra de Canaan y vivir en el desierto de Edom. Aunque Esaú era el primogénito, perdió sus derechos como tal porque vendió su primogenitura. Esta historia nos enseña que debemos valorar lo que tenemos, y no darlo por sentado.
Quién compro la primogenitura de Esaú
El primogénito de Esaú, Elifaz, fue concebido mediante un acto de adulterio cometido por su madre, Adán, con Jabel, una de las hijas de Zibeón. Debido a esto, cuando Esaú nació, su primogenitura fue comprada por Jacob por un platillo de stew. Esto ocurrió justo después de que Esaú regresara exhausto de una cacería y Jacob le había preparado un platillo de estofado. Esaú, hambriento, vendió su primogenitura a Jacob a cambio de este platillo.
¿Qué cambio la primogenitura por un plato de lentejas?
La primogenitura era el derecho de recibir la mayor parte o toda la propiedad de un padre al momento de su muerte. Era un derecho que se otorgaba al hijo mayor, y a veces se consideraba como una obligación. Es probable que la primogenitura haya surgido de la necesidad de asegurar que el hijo mayor tuviera suficientes recursos para cuidar de los padres en su vejez. También podría haber surgido de la necesidad de asegurar que el clan o la tribu tuviera un líder fuerte y capaz. En la cultura hebrea, el derecho de primogenitura se consideraba un don de Dios, y era un derecho sagrado.
Sin embargo, en algunas ocasiones, el derecho de primogenitura se perdía. Esto podría suceder si el hijo mayor cometía un crimen o si se negaba a cumplir con sus responsabilidades familiares. También podría suceder si el hijo mayor no era considerado apto para el trabajo o si no se casaba. En algunos casos, el derecho de primogenitura se podía vender o cambiar.
Esto es lo que le sucedió a Esaú. Esaú era el hijo mayor de Isaac y Rebeca. Tenía el derecho de recibir la mayor parte de la propiedad de su padre, pero lo vendió por un plato de lentejas. Esaú estaba hambriento, y Jacob le ofreció un plato de lentejas a cambio de su derecho de primogenitura. Esaú aceptó el trato, y cedió su derecho a Jacob.
La historia de Esaú y Jacob muestra que el derecho de primogenitura no era absoluto. A veces, las circunstancias podían cambiar el derecho de primogenitura de un hijo. No obstante, la historia también muestra que el derecho de primogenitura era un don sagrado de Dios. Aunque Esaú lo vendió por un plato de lentejas, Dios honró el derecho de primogenitura de Jacob. Jacob recibió la mayor parte de la propiedad de Isaac, y Dios le bendijo grandemente.
Esau tenía hambre y vendió su primogenitura por un plato de comida. Esto demuestra su falta de fe en Dios, que le había prometido a Esaú que sería el primogénito. Esau no era un hombre de palabra, y no respetó la promesa que le había hecho a Dios.