La cadena y los hijos es una figura bíblica que se usa para ilustrar la forma en que Dios trata con las personas. Esta figura se usa en varios lugares de la Biblia, incluyendo en Mateo 25:41-46. En esta pasaje, Jesús habla de cómo Dios castigará a los malos y recompensará a los buenos. En Mateo 25:41, Jesús dice: «Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era extranjero, y me acogisteis; desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.'» Jesús dice que los que hicieron estas cosas recibirán una recompensa, pero los que no las hicieron serán castigados.
Cómo es el truco de la cadena para saber si es niño o niña
Existen diversas formas de adivinar el sexo del bebé durante el embarazo, y una de ellas es el «truco de la cadena». Según esta técnica, si colocas una cadena sobre la barriga de la madre embarazada, esta se moverá hacia la derecha si el bebé es niño, o hacia la izquierda si es niña.
Aunque este método no tiene base científica, muchas mujeres lo han probado con éxito, ya que parece que funciona con una gran precisión. De hecho, se cree que el truco de la cadena puede ser una forma de adivinación antigua, y que ha sido utilizado por muchas generaciones de mujeres embarazadas.
Si estás embarazada y quieres probar este truco, sólo necesitas una cadena de metal o de plástico. Puedes colocar la cadena sobre tu barriga en cualquier momento del día, y observar cómo se mueve. Si la cadena se mueve hacia la derecha, es probable que tengas un niño; si se mueve hacia la izquierda, es probable que tengas una niña.
Aunque el truco de la cadena no es un método infalible para determinar el sexo del bebé, muchas mujeres lo han encontrado muy útil. Si estás embarazada y quieres probar este truco, puedes hacerlo fácilmente en casa.
Cómo se lee la mano para saber cuántos hijos vas a tener
La forma común de predecir el número de hijos que alguien tendrá se basa en la línea del corazón. Se cree que si esta línea se divide en tres secciones, la persona tendrá tres hijos. Si la línea del corazón se divide en cuatro secciones, la persona tendrá cuatro hijos. Y así sucesivamente.
Otra forma de predecir el número de hijos que tendrá una persona es mediante la longitud de la línea de la cabeza. Se cree que cuanto más larga sea esta línea, más hijos tendrá la persona.
Otra forma de ver el número de hijos que tendrá una persona es mediante la forma de la palma de la mano. Se cree que si la palma de la mano es redonda, la persona tendrá muchos hijos. Si la palma de la mano es más angosta, la persona tendrá menos hijos.
En general, se cree que el número de hijos que tendrá una persona está determinado por la forma de la mano, la línea del corazón y la línea de la cabeza.
Cómo se ven los hijos en la mano
Los hijos son una bendición de Dios. Es un privilegio ser padres y estar en la posición de criar, guiar y proteger a nuestros hijos. Dios nos llama a ser padres responsables y a seguir su ejemplo de amor y cuidado.
La Biblia nos enseña que los hijos son un don de Dios y que nosotros somos responsables de cuidarlos y nutrirlos de la manera correcta. «Los hijos son un regalo de Jehovah; el fruto del vientre es una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero, así son los hijos de la juventud. Dichosos el hombre que tiene su aljabas llenas de ellos. No serán avergonzados cuando hablen con sus adversarios en la portada.» (Salmos 127: 3-5).
Dios nos dice que debemos cuidar a nuestros hijos y educarlos en la disciplina y en el temor de Jehovah. «Educad a vuestros hijos en la disciplina y en la instrucción del Señor.» (Efesios 6:4).
También nos dice que debemos orar por ellos y enseñarles a orar. «Estad siempre orando, y no os entristezcáis, porque sería inútil.» (Lucas 18:1).
La manera en que criamos a nuestros hijos y los educamos en los principios bíblicos va a determinar el tipo de adultos que serán. Queremos que nuestros hijos sean felices, saludables y seguros, y que tengan éxito en la vida. Dios nos llama a ser buenos padres y a seguir su ejemplo de amor y cuidado.
¿Cuándo tendré un hijo según mi fecha de nacimiento?
La Biblia no dice exactamente cuándo tendremos un hijo, pero hay algunos principios que podemos usar para saber si nuestra fe está en el lugar correcto. Según la fecha de nacimiento, Dios nos dice que debemos orar y esperar en Él. «Porque todas las cosas son posibles para ti que crees» (Marcos 9:23).
El versículo anterior nos muestra que nuestra fe es importante para Dios. Si tenemos fe, podemos pedirle a Dios cualquier cosa y sabemos que Él nos dará lo que necesitamos. A veces, Dios nos da las respuestas a nuestras oraciones de inmediato, pero a veces, tenemos que esperar un poco. «Porque en la multitud de tus misericordias te acordaste de mí; por tu bondad me diste vida, cuando estaba en el seno de mi madre. Me alabaré eternamente, porque has hecho grandes cosas; Y tu caridad está siempre ante mis ojos» (Salmos 71:6-8).
En este versículo, David está dando gracias a Dios por la bondad y la misericordia que Dios le ha mostrado. Nosotros también podemos dar gracias a Dios por todas las bendiciones que Él nos ha dado, y esto nos ayudará a tener la fe necesaria para recibir lo que necesitamos. Debemos tener paciencia y esperar en Dios, sabiendo que Él tiene un plan perfecto para nosotros. «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para darnos el fin que esperamos» (Jeremías 29:11).
Este versículo nos muestra que Dios tiene un plan perfecto para nosotros, y que ese plan incluye tener un hijo. Debemos orar y esperar en Dios, y Él nos dará lo que necesitamos según Su plan perfecto.
La Biblia nos enseña que nosotros somos responsables de nuestras propias acciones, y que estas acciones tienen consecuencias. Si cometemos pecados, estos pecados pueden afectar a nuestros hijos y nietos. Por esta razón, es importante vivir de acuerdo a los principios bíblicos, para que podamos ser un ejemplo positivo para nuestros hijos y nietos.