El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad. Su misión es revelar la verdad a los seres humanos y guiarlos a una relación personal con Jesucristo. A menudo, el Espíritu Santo es retratado como una paloma, ya que representa la paz, la pureza y la mansedumbre.
Qué significa que el Espíritu Santo nos guía a toda verdad
El Espíritu Santo hace parte de la Trinidad, junto con el Padre y el Hijo. Él es el consolador que Jesús prometió enviar a los cristianos después de que Jesús regresara al cielo (Juan 14:16, 15:26, 16:7). Él es el que da testimonio de que somos hijos de Dios y nos adopta como tales (Romanos 8:16). Él es el que intercede por nosotros ante el Padre (Romanos 8:26). Él nos convence de nuestro pecado (Juan 16:8) y de nuestra justicia (Juan 16:10). Él nos da poder para vivir la vida cristiana (Hechos 1:8). Nos enseña todas las cosas (Juan 14:26) y nos guía a toda verdad (Juan 16:13).
La Biblia nos enseña que el Espíritu Santo es nuestro guía, nuestro consejero y nuestro amigo. Él es quien nos da la sabiduría y el entendimiento para vivir la vida cristiana. Él es quien nos ayuda a llevar nuestras cargas y nos da fuerzas para seguir adelante. Él es quien nos anima a ser mejores cristianos y a servir a Dios de todo corazón.
El Espíritu Santo es el que nos da el poder de caminar en el espíritu y de vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Él es quien nos ayuda a orar y nos da las palabras para decir. Él es quien nos guía en toda verdad y nos muestra el camino a seguir. Él es quien nos da la paz y la alegría que necesitamos para seguir adelante, aunque el mundo nos parezca hostil.
El Espíritu Santo es nuestro guía, nuestro consolador y nuestro amigo. Él está siempre dispuesto a ayudarnos y a enseñarnos todo lo que necesitamos saber. Sólo tenemos que pedirle que nos guíe y seguir su voz. Él nos llevará a toda la verdad y nos dará la wisdom y el entendimiento para vivir la vida cristiana.
Cómo nos guía el Espíritu Santo
El Espíritu Santo es quien nos guía a todos los hijos de Dios. Él es nuestro Consolador, nuestro Abogado y nuestro Intercesor. Nos enseña todas las cosas y nos guía en toda verdad (Juan 16:13).
El Espíritu Santo es quien nos da wisdom (sabiduría), y nos guía en todas nuestras decisiones. Él es quien nos da el discernimiento para saber si algo es de Dios o no.
El Espíritu Santo es quien nos da fortaleza, y nos ayuda a enfrentar todas las situaciones difíciles de la vida. Él es nuestro Consolador, y está siempre con nosotros para darnos su amor y su paz.
El Espíritu Santo es quien nos guía a todos los hijos de Dios. Él es nuestro Consolador, nuestro Abogado y nuestro Intercesor. Nos enseña todas las cosas y nos guía en toda verdad (Juan 16:13).
El Espíritu Santo es quien nos da wisdom (sabiduría), y nos guía en todas nuestras decisiones. Él es quien nos da el discernimiento para saber si algo es de Dios o no.
El Espíritu Santo es quien nos da fortaleza, y nos ayuda a enfrentar todas las situaciones difíciles de la vida. Él es nuestro Consolador, y está siempre con nosotros para darnos su amor y su paz.
Qué dice Romanos 8 14
«Porque los hijos de Dios son hijos, y han recibido el espíritu de adopción, por el cual claman: «¡Abba, Padre!». Y él mismo, el Espíritu, da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él también seamos glorificados.
Porque considero que los padecimientos del presente tiempo no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque la creación anhela ardientemente la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su voluntad, sino por la del que la sujetó, con la esperanza de que también la misma creación sería libertada de la esclavitud de corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Sabemos, pues, que toda la creación gime a una, y a una también gemimos nosotros, esperando la adopción, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados. Ahora bien, la esperanza que se ve no es esperanza; pues, lo que alguno ve, ¿cómo puede esperarlo?
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo esperamos.
Igualmente también el Espíritu ayuda nuestra debilidad; pues, qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y él, que escudriña los corazones, da testimonio al Espíritu de que éste intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, es decir, a los que conforme a su propósito son llamados.
Porque los que conoció de antemano, también los predestinó a ser conformes a la imagen de su Hijo, para que éste sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a ésos también los llamó; y a los que llamó, a ésos también los justificó; y a los que justificó, a ésos también los glorificó.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Él mismo nos ha librado del lazo de la muerte y nos rescatará; ¿cómo, pues, le temeremos? Él mismo nos ha acusado, ¿cómo, pues, le defenderemos? Él es el Señor nuestro, ¿cómo, pues, no haremos prosperar nuestra causa?
El es quien murió por nosotros, para que, sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, consolémonos los unos a los otros con estas palabras.»
¿Qué dice Juan 14 26?
Juan 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
En Juan 14:26, Jesús habla de cómo el Espíritu Santo enseñará a los seguidores de Jesús todas las cosas. Esto es una promesa de que el Espíritu Santo estará con los seguidores de Jesús para ayudarles a comprender los enseñanzas de Jesús y vivir de acuerdo a ellas. Esto es una promesa de que el Espíritu Santo estará con nosotros para guiarnos y dar nuestra vida un sentido más profundo.
La Biblia enseña que el Espíritu Santo es nuestro guía y consejero, y nos lleva a toda la verdad. Él es el que nos da wisdom y discernimiento para comprender las Escrituras, y nos ayuda a aplicarlas a nuestras vidas. Busquemos siempre su guía y dirección, y seremos dirigidos a toda la verdad.