Después de todo lo que han pasado, ¿el destino puede volver a unir a dos personas? La Biblia nos dice que sí. Aunque la separación puede ser dolorosa, Dios puede usarla para darnos una mayor bendición.
Cómo saber si dos personas están destinadas a estar juntas
La Biblia no ofrece una fórmula mágica para saber si dos personas están destinadas a estar juntas, pero hay algunos principios bíblicos que pueden ayudar a las personas a tomar la mejor decisión posible.
Primero, es importante entender que Dios no quiere que nadie se quede soltero (1 Corintios 7:7-9). Dios creó el matrimonio para que la gente pueda tener una relación íntima y duradera, y él es el que sabe lo que es mejor para nosotros.
Segundo, es importante buscar a alguien que comparta los mismos valores y principios bíblicos. Esto es especialmente importante si se quiere tener un matrimonio duradero. Buscar a alguien que tenga la misma fe y los mismos valores hará que la relación sea mucho más fácil y tendrá más posibilidades de durar.
Tercero, es importante orar. Orar juntos puede ayudar a las personas a conectarse a nivel espiritual y también es un buen momento para hablar de las expectativas y los temores que se tienen acerca de la relación.
Cuarto, es importante tomar el tiempo necesario para conocer a la otra persona. No se debe apresurar las cosas, ya que puede llevar a tomar decisiones precipitadas. Tomar el tiempo para conocer a la otra persona le dará a uno la oportunidad de ver si realmente son compatibles y si están listos para el compromiso de una relación duradera.
Quinto, es importante escuchar a Dios. Dios sabe lo que es mejor para nosotros y él nos guiará si le pedimos que lo haga. Escuchar a Dios puede ayudar a las personas a tomar la mejor decisión posible acerca de su relación.
En última instancia, la mejor manera de saber si dos personas están destinadas a estar juntas es seguir los principios bíblicos y buscar la orientación de Dios. Sólo Dios sabe lo que es mejor para nosotros, y él nos guiará si le pedimos que lo haga.
Cuando una persona vuelve a aparecer en tu vida
A veces, la gente desaparece de nuestras vidas de manera inesperada. Otras veces, sabemos que la separación es inevitable, pero eso no hace que sea más fácil. Sin embargo, a veces la gente vuelve a nuestras vidas, ya sea porque nuestros caminos se cruzan de nuevo o porque nuestros lazos nos unen de nuevo. Estas personas pueden ser una bendición en nuestras vidas, ya que nos ayudan a recordar nuestro pasado, a reconectarnos con nuestro presente y a esperar el futuro con más esperanza.
Qué tan cierto es el destino
Muchas personas creen en el destino, y que todo está predeterminado por una fuerza superior. La Biblia no enseña esto de manera explícita, pero hay versículos que pueden dar la impresión de que el destino es real. Sin embargo, hay que leer toda la Escritura para tener una perspectiva clara de lo que enseña.
La Biblia enseña que Dios es soberano y que tiene el control de todas las cosas (Proverbios 16:33; Eclesiastés 7:13-14; Romanos 11:36). Él sabe todo lo que va a suceder y lo ha predeterminado (Isaías 46:9-10; Mateo 10:29-30; Efesios 1:11). Dios es el «Señor de los tiempos» (Daniel 2:21) y el «rey eterno» (1 Timoteo 1:17). Él tiene el control de todo, y nada sucede sin su permiso.
Dios sabe lo que va a suceder en el futuro, pero eso no significa necesariamente que todo esté predeterminado. Dios permite que la gente tome sus propias decisiones, y estas pueden influir en el curso de los acontecimientos. Por ejemplo, Dios sabía que Judas iba a traicionarlo, pero eso no significaba que Judas no tuviera opción de hacer otra cosa (Juan 6:64; 13:18).
La Biblia también enseña que hay libre albedrío, es decir, que la gente puede tomar sus propias decisiones y que estas tienen consecuencias (Deuteronomio 30:19-20; Mateo 7:13-14; Juan 3:36). El libre albedrío es compatible con el hecho de que Dios sabe lo que va a suceder, porque Dios no está sujeto al tiempo como lo estamos nosotros. Él puede ver todos los eventos futuros como si fueran presentes.
Por lo tanto, el destino no es una doctrina bíblica. La Biblia enseña que Dios es soberano y que tiene el control de todas las cosas, pero también enseña que la gente tiene libre albedrío y que sus decisiones tienen consecuencias.
¿Cómo saber si un hombre es tu destino?
Mateo 7: 15-20
«¿Cómo podré saber si él es mi destino? -preguntó ella.
La mujer estaba enamorada de un hombre que, aunque era bueno, no era cristiano. Y ella se preguntaba si Dios querría que ella se casara con él.
La Biblia dice que debemos estar muy cuidadosos acerca de a quién nos unimos en matrimonio. No debemos casarnos con alguien que no está comprometido con Dios, porque eso sería una unión muy difícil.
La mejor manera de saber si un hombre es nuestro destino, es orar. Debemos pedirle a Dios que nos guíe y nos dé sabiduría. Dios siempre nos responderá, y si ese hombre es nuestro destino, Dios nos lo dirá.
Otra manera de saber si un hombre es nuestro destino, es preguntarle a nuestros amigos y familiares. Si ellos creen que ese hombre es bueno para nosotras, entonces es probable que sea nuestro destino.
También debemos tener cuidado de no casarnos con alguien solo porque nos sentimos atraídos hacia él. Debemos asegurarnos de que esa persona nos ama y nos respeta, y que quiere pasar el resto de su vida con nosotras.
Si estamos buscando a nuestro destino, debemos orar y pedirle a Dios que nos guíe. Debemos ser cuidadosas en nuestras decisiones, y no tomarlas a la ligera. Dios siempre estará con nosotras, y nos ayudará a tomar las decisiones correctas.»
La Biblia no habla directamente acerca del destino, pero sí nos ofrece una perspectiva sobre el plan que Dios tiene para nuestras vidas. En Jeremías 29:11, Dios promete que tiene un plan prospero para nosotros, y en Juan 3:16 leemos que Dios nos ama tanto que envió a su Hijo para que tengamos vida eterna. Estas promesas nos dan esperanza de que, aunque nuestras vidas no siempre salgan como esperamos, Dios sabe lo que hace y está trabajando para nuestro bien. Esto nos lleva a la certeza de que, si dos personas que una vez estuvieron juntas son apartadas por algún motivo, Dios puede volver a unirlas si así lo decide. No podemos controlar el destino, pero podemos confiar en que Dios sabe lo que hace y que su plan para nosotros es bueno.